Por Arthur González.
El 15 de abril del 2009 a las 13:33 horas, el entonces jefe de la Sección de Intereses de Washington en Cuba, Jonathan Farrar, envió a su país un cable codificado con el ID 202438, publicado por WikiLeaks, donde expuso con claridad meridiana el papel de la mal llamada oposición cubana. Quizás haya sido uno de los diplomáticos con mayor visión de lo que esa “disidencia” representa y sus verdaderos objetivos.
Entre sus puntos de vista Farrar expuso:
“Muchos grupos de oposición son dominados por individuos con encumbrados egos que no trabajan bien en equipo por lo que pueden ser fácilmente manipulados por la seguridad cubana”.
“Sin un verdadero milagro entre los líderes de la oposición… no es probable que el movimiento disidente tradicional pueda reemplazar al gobierno cubano”.
“Vemos poca evidencia de que las organizaciones disidentes principales tengan mucho impacto en los cubanos de a pie”.
“Están más preocupados por tener mayores oportunidades para viajar libremente y vivir de manera confortable”.
“Es preciso que empiecen por lograr cierto grado de unidad de objetivos como oposición o al menos que dejen de gastar tanta energía en serrucharse el piso los unos a los otros”.
“Pese a sus afirmaciones de que representan a miles de cubanos, nosotros vemos muy pocas evidencias de ese apoyo”.
Nadie pudiera acusar al diplomático yanqui de ser pro Castrista por esos planteamientos, los que sin lugar a dudas son una fotografía de la realidad de esos grupúsculos, algo que con el de cursar de los años la vida le ha dado la razón.
A diario se escuchan declaraciones de los integrantes de esa fabricada y financiada “oposición”, en las que se disputan protagonismo y dinero para continuar viviendo del cuento y fomentar las campañas mediáticas contra Cuba.
En días pasados, el cabecilla de la más reciente organización contrarrevolucionaria creada por Estados Unidos, la llamada Unión Patriótica de Cuba, UNPACU, nombrado José Daniel Ferrer García, declaraba desde Miami que su grupo se desligaba de la llamada “Mesa de la Unidad de Acción Democrática”, MUAD, debido a la falta de acciones provocativas que ejecutan en las calles cubanas, retirándole su apoyo al contrarrevolucionario Guillermo Fariñas, galardonado con el premio Sajarov que otorga el parlamento europeo en sus actividades anticubanas.
Entre sus acusaciones, Ferrer afirma que en las recientes elecciones de la MUAD se sobrecargó la presencia de personas que no tienen ningún activismo, mientras la UNPACU no tuvo un solo delegado en la directiva. Sigue leyendo