Arthur Gónzalez.
En dias pasados José Miguel Vivanco, director para las Américas de la organización «Human Rigths Watch», declaró que Cuba es una “anomalía” en el hemisferio porque no es un régimen mínimamente democrático.
Según Vivanco, “el problema central está en que el modelo político reprime el ejercicio de derechos tan fundamentales como son los derechos políticos y sanciona a quienes intentan ejercerlos con normas e instancias judiciales que no son independientes y no garantizan el debido proceso”.
Craso error del señor Vivanco.
La isla de Cuba es diferente porque hizo una Revolución nacionalista con el apoyo de todo un pueblo, que logró derrocar al gobierno del dictador Fulgencio Batista, responsable del asesinato de más de 10 mil cubanas y cubanos, torturador de miles de jóvenes bajo la mirada complaciente de los presidentes norteamericanos, que apoyaron con armas y entrenamiento a los órganos represivos, sin la más mínima crítica o queja de las organizaciones de derechos humanos existentes. Sigue leyendo