Por Arthur González.
A pesar de que en días pasados el presidente Barack Obama, describió la matanza ocurrida en Orlando, Florida, como “un acto de terror y de odio”, parece que los mafiosos anticubanos tienen conceptos diferentes del terrorismo, especialmente cuando son ellos los ejecutores de tales actos contra el pueblo de Cuba.
Aunque parezca increíble, un grupo de mafiosos anticubanos radicados precisamente en la Florida, le pidió recientemente al Presidente Obama, que conceda un perdón presidencial al connotado asesino nacido en Cuba, Eduardo Arocena, quien cumple dos cadenas perpetuas desde hace 33 años en una cárcel de la ciudad de Rochester, en el estado de Nueva York.
Ese, para quien los contrarrevolucionarios cubanos de Miami piden clemencia, fue el que asesinó en plena calle neoyorkina al diplomático cubano destacado ante Naciones Unidas, Félix García Rodríguez.
Oficiales del propio Buró de Federal de Investigaciones (FBI) aseguraron durante el juicio, que durante meses estuvieron detrás de al menos dos asesinatos y 30 explosiones ocurridos en Nueva York, New Jersey y Florida, cometidos por Arocena entre 1975 y 1983 cuando era miembro de la organización anticubana al servicio de la CIA, Omega 7 dirigida por Orlando Bosch, también asesino múltiple y terrorista peligroso para quien la representante republicana Ileana Ros-Lehtinen y el senador Connie Mack, solicitaron clemencia ante el presidente George Bush padre, el que finalmente se la concedió.
Durante el juicio celebrado en 1984 en la corte federal de New York, Arocena reconoció que además de ese asesinato, como miembro de Omega 7, cumplió la misión de introducir en Cuba en 1981, ciertos tipos de gérmenes y virus patógenos para causar daños a la económica, los animales y las personas, según consta en el expediente del FBI No. 2FBI 185-1009, página 2189. Sigue leyendo