Arthur Gónzalez.
Ante el actual desinterés de la comunidad cubana radicada en Miami por los elementos contrarrevolucionarios de la Isla, creados por la CIA según sus propios documentos desclasificados, el asalariado Guillermo Fariñas, conocido como “El Faquir”, a partir de sus shows mediáticos en las famosas huelgas de hambre, ha lanzado un grito desesperado de clemencia a los jóvenes de origen cubano que viven en el exterior.
Según Fariñas, su ruego va dirigido a ese sector de la comunidad que ahora ve en los integrantes de esa fabricada “oposición” interna, a personas sin prestigio, carentes de liderazgo ni personalidad atractiva y vividores a costa del presupuesto que les asigna anualmente el gobierno norteamericano, pagado además por los propios contribuyentes estadounidenses para que en Cuba puedan vivir sin trabajar, inventando represiones fantásticas. Sigue leyendo