Rosa María Payá: La voz de su amo.


Por Arthur González.

Desconociendo la historia para repetir el libreto que le entrega la CIA, Rosa María Paya Acevedo, cambió sus sentimientos filiales por dinero, para hacer de la muerte de su padre un verdadero negocio. Ahora acude a la desprestigiada Organización de Estados Americanos, OEA, para intentar empañar la imagen de Cuba y prestarle otro servicio a los que pretenden mancillar la obra humanista de la Revolución.

Sin avales ni historia política para ser invitada a ese organismo regional, conocido como “Ministerio de Colonias Yanqui” por su servilismo a favor de las acciones de Washington, la marioneta de la mafia terrorista de Miami dijo allí: “El régimen cubano es un peligro para la estabilidad regional”, prueba de que solo repite como cotorra, lo que le ordenan sus patrocinadores, verdaderos autores de la desestabilización del mundo.

La niña mimada de la corrupta Ileana Ros-Lehtinen, madrina de los más connotados terroristas anticubanos, parece desconocer que Estados Unidos tiene la hoja de acciones ilegales más amplia de la historia, contra la libertad y estabilidad de todas las naciones latinoamericanas, lo cual ella no puede soslayar a pesar de las instrucciones recibidas.

Graduada de la carrera de Geografía en la Universidad de la Habana, parece que Rosa María no fijó conocimientos de historia, pues desde el siglo XIX los yanquis invaden y siembran el terror en el área de las Américas.

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Rosa María Payá y las causas de un fracaso.


Por Arthur González.

Muchos en el mundo se preguntan ¿Cómo Estados Unidos no ha podido derrocar a la Revolución cubana en 60 años, a pesar de los miles de millones de dólares destinados a ese empeño?

Muy simple, la fortaleza radica en la ideología que defienden los cubanos para mantener su independencia y soberanía nacional, ante la ausencia de estas razones en los asalariados que ellos han fabricado a lo largo de esos años.

Una de las “disidentes” construidas en los últimos años es Rosa María Paya Acevedo, quien, durante entrevista privada con diplomáticos estadounidenses acreditados en la Habana, aceptó orquestar una campaña contra Cuba, a cambio de que se les otorgaran visas de “refugiados políticos” para ella, su madre y dos hermanos, procesadas con inmediatez inusual, por considerar que “sus vidas peligraban” en la Isla.

 Al llegar a Miami, Rosa fue recibida por la entonces representante Ileana Ros Lehtinen y el senador Marco Rubio, quienes ante la ausencia de una figura joven que pudiera venderse como “disidente”, le ofrecieron convertirla en una “opositora política” y viajar por el mundo con todos los gastos pagados.

A partir de ese momento Rosa María visitó decenas de países, siendo recibida por ministros y hasta expresidentes de gobiernos latinoamericanos y europeos, el secretario general de la OEA, parlamentarios europeos y otros dirigentes, todo gracias a las gestiones de los políticos yanquis, pues ella carece de antecedentes en esa esfera y de personalidad jurídica para que le dispensen ese tratamiento.

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La Eurocámara, apéndice del Departamento de Estado yanqui.


Por Arthur González.

Vergüenza debe darle a la Unión Europea que el Departamento de Estado yanqui, ordene y mande en la Eurocámara, a través de algunos de sus diputados, al parecer reclutados para cumplir las misiones que le asignan desde la embajada de Estados Unidos.

Triste papel que como marionetas ejecutan contra Cuba, mientras callan ante los verdaderos crímenes y violaciones de los derechos humanos que se comenten a diario en Colombia, Ecuador, Bolivia, Chile, Honduras y Brasil, entre otros países latinoamericanos.

Ante el golpe militar organizado por la CIA en Bolivia, los eurodiputados hicieron silencio en complicidad con los golpistas, no condenaron la violación de la Constitución, las detenciones arbitrarias, las vejaciones a los indígenas, las golpizas y las desapariciones, lo mismo que hacen ante los asesinatos y la brutal represión en Chile, que ha dejado ciegos a centenares de jóvenes, unido a las violaciones de los más elementales derechos humanos.

Sin embargo, cumpliendo órdenes de oficiales de la CIA, bajo el manto de “diplomáticos” yanquis, el eurodiputado José Ramón Bauzá, el pasado 3 de febrero 2020, organizó un acto contra Cuba, bajo el pomposo título “Cartas de la sociedad civil cubana para la Unión Europea”, para intentar que la Unión Europea suspenda el acuerdo de Diálogo Político y Cooperación (ADPC) con Cuba, vigente desde noviembre de 2017,  que puso fin a la execrable Posición Común, aprobada en 1997 a propuestas del lacayo de Estados Unidos y presidente de España José María Aznar, con el objetivo expreso de cercar aún más la economía cubana.

El fin de Estados Unidos es concreto, incrementar en todo lo posible su guerra económica, comercial y financiera contra Cuba, con el trasnochado sueño de destruir a la Revolución.

Para eso acrecientan las sanciones, intensifican su persecución financiera contra bancos internacionales, empresas de seguro, barcos que transportan petróleo y gas para el pueblo, agencias turísticas, hoteles, alimentos y bebidas elaboradas en Cuba, prohibición de que buques cruceros toquen puertos cubanos y la eliminación de licencias que permitían que algunos norteamericanos viajaran a la Isla.

El secretario del Departamento del Tesoro y el de Estado han declarado: “A Cuba hay que cortarle todas las entradas de dinero fresco”.

La organización del evento celebrado en Bruselas, Bélgica, contó con el apoyo de Erik Jennische, director de programas para América Latina de la organización Civil Rights Defenders (CRD,) personaje que no condena a Chile ni a Colombia por sus permanentes violaciones de los derechos humanos.

En esa suerte de circo con barniz parlamentario, el europarlamentario español José Ramón Bauzá, miembro de Renew Europe y de CRD, invitó a un grupito de contrarrevolucionarios financiados por Estados Unidos, a través de entidades de la CIA como la NED y la USAID, entre ellos a Rosa María Payá, residente permanente en Miami bajo la condición de “refugiada política” y a otros que se mantienen en La Habana viviendo de los dólares que mensualmente reciben desde Estados Unidos.

Esos nacidos en Cuba se suman a las acciones yanquis de evitar la satisfacción del pueblo, algo que diseñaron desde 1960 con el único interés de doblegar por hambre y necesidades a los once millones de cubanos y aun así se definen como “defensores” de los derechos humanos, repitiendo lo dicho por el presidente Donald Trump, de que las sanciones económicas y financieras son para “ayudar” al pueblo.

José Ramón Bauzá, jamás ha condenado a Estados Unidos por negarle anualmente cientos de visas a los cubanos, que solo desean visitar temporalmente a sus familiares cercanos o reunificarse con hijos y padres, hecho violatorio de los más elementales derechos de cualquier familia en este mundo.

¿Por qué la diplomática europea, Virginie Battu, no critica esas violaciones de los yanquis?

¿Dónde está la preocupación de los eurodiputados por los constantes asesinatos en Colombia a líderes comunitarios?

¿Acaso no son hechos graves para redactar una declaración de condena y aplicarle sanciones como las que pretenden emplear contra Cuba, país que no tiene un solo hecho de asesinato a esos mercenarios, creados, entrenados y financiados por Estados Unidos?

Qué dice sobre las violaciones de los derechos humanos en Chile, Bolivia, Ecuador, Honduras, Guatemala y Brasil, Anders Pettersson, responsable de la ONG Civil Rights Defenders, quien con mucha pasión ataca a Cuba de “violar” los derechos humanos y “aumentar la represión”, hechos que no ven las agencias de prensa extranjera, las iglesias y las embajadas europeas acreditadas en la Isla.

¿De dónde el europarlamentario español José Ramón Bauzá, sacó los miles de dólares para pagar los boletos de avión, hotel y alimentación de los 8 cubanos invitados por él para que viajaran a Bruselas?

¿Serían la USAID y la NED las que dieron ese dinero?

Las organizaciones contrarrevolucionarias creadas y pagadas por Estados Unidos no representan a la sociedad cubana, no son conocidas por el pueblo, ni pretenden ayudar a nadie, viven del negocio de declararse “opositores”, como parte esencial de la cacería de brujas que desarrollan los yanquis contra la Revolución cubana, solo por no doblegarse a las órdenes imperiales.

La Unión Europea, pasados 20 años, se dio cuenta de que Estados Unidos manipuló sus relaciones con La Habana con fórmulas sucias, y ni así pudieron dar al traste con el sistema político y económico que apoya la mayoría de los cubanos, por eso firmó en el 2017 el Acuerdo, algo a que los yanquis se opusieron y ahora pretenden eliminar, pero la realidad es mucho más fuerte, pues como afirmó José Martí:

“Nada falso es duradero”

 

 

Mafia anticubana pretende trastocar la historia.


Por Arthur González.

Una vez más los contrarrevolucionarios creados y financiados por el gobierno de los Estados Unidos para intentar derrocar a la Revolución cubana, pretenden cambiar la historia y vestirse con un disfraz de víctimas, cuando en verdad siempre han sido terroristas causantes de muertes y destrucción en Cuba.

Ahora pretenden proclamar el 22 de julio como el “Día de los Mártires de la democracia en América”, al cumplirse el 7mo aniversario de la muerte del contrarrevolucionario Oswaldo Payá Sardiñas y su adlátere Harold Cepero, cuando viajaban como pasajeros en un auto rentado por el español Ángel Carromero, líder de la juventud del Partido Popular, junto al presidente de la Juventud demócrata-cristiana de Suecia, Aron Modig, para repartir 4 mil euros destinados a pagar a “opositores” cubanos, a fin de ejecutar acciones contra el gobierno.

Está probado que el único responsable del accidente automovilístico de ese día fue su conductor, Carromero, quien viajaba a 120 kilómetros por hora, estrellando el auto rentado contra un árbol en la carretera, muriendo Payá y Cepero, quienes venían en el asiento trasero del coche.

La hija de Payá, Rosa María Payá Acevedo, utiliza la muerte de su padre para lograr favores de los yanquis, como fue la visa de “refugiada política” ofrecida por “diplomáticos” estadounidenses en La Habana, a cambio de iniciar la campaña de inculpar al gobierno cubano.

A partir de ahí la han paseado por Europa y América Latina con idénticos propósitos, queriéndola fabricar como una líder juvenil opuesta a la Revolución cubana.

De esa forma la apoyaron para celebrar el aniversario del fallecimiento del padre y denominar ese día como “Día de los Mártires de la democracia en América”, olvidándose de que Cuba llora la muerte de 3 mil 478 muertos por actos terroristas ejecutados por la CIA desde 1959, unido a 2 mil 99 personas que han quedado discapacitadas de por vida por dichos actos.

Solamente en la exposición del buque La Coubre, de bandera francesa, ocurrida el 4 de marzo de 1960 provocada por dos bombas introducidas subrepticiamente por la CIA en sus bodegas, causó la muerte de 101 personas, más de 200 heridos y 34 desaparecidos al no poder ser localizados ni identificados por quedar despezados, entre ellos 2 funcionarios de la Compañía Trasatlántica Francesa, acreditada en La Habana y 4 tripulantes franceses del buque.

Ese criminal acto, que dio inicio a una cadena de acciones terroristas contra el pueblo cubano desde hace 60 años, basta para declararlo como el verdadero Día de los mártires. Sin embargo, las autoridades yanquis se niegan a desclasificar los documentos de sus archivos, al igual que el expediente que guarda celosamente la naviera francesa Compañía General Trasatlántica, operadora del buque, quien tiene clasificada toda la documentación por 150 años.

Otros cientos de actos terroristas se ejecutaron en la Isla contra centros comerciales, cines, teatros, escuelas, fábricas de todo tipo, refinerías de petróleo, campos de caña, unido a las muertes causadas por las bandas conformadas por la CIA en las montañas del centro de Cuba, quienes asesinaron un total de 214 personas, entre ellos 63 campesinos y trabajadores agrícolas, 13 niños campesinos, 8 ancianos, 3 mujeres, 9 maestros voluntarios y colaboradores de la Campaña de Alfabetización, 8 obreros y 6 administraciones de granjas y tiendas en esas montañas.

El 6 de octubre de 1976 Luis Posada Carriles y Orlando Bosch, organizaron la voladura, en pleno vuelo, de un avión civil cubano con 73 pasajeros. Todos murieron descuartizados. Sus dos responsables fueron acogidos en Miami por Estados Unidos, sin pagar por sus crímenes. Ni la OEA ni el Parlamento Europeo, que ahora premian a Rosa María Payá, condenaron dicha acción y tampoco sancionaron a Estados Unidos por financiar y respaldar a esos terroristas.

Para que nadie tenga dudas de quien es el responsable del terrorismo contra Cuba, basta señalar un informe desclasificado donde su autor, el Coronel Jack Hawkins, jefe de la sección de personal paramilitar en el centro de operaciones de la Fuerza de Tarea de la CIA, en la denominada “Operación Cubana”, señala sin el más mínimo pudor:

“Durante el período comprendido entre octubre de 1960 y el 15 de abril de 1961, se perpetraron alrededor de 110 atentados dinamiteros contra objetivos políticos y económicos, se colocaron más de 200 bombas. Se descarrilaron 6 trenes, se dejó inactiva la refinería de Santiago de Cuba durante una semana, como resultado de un ataque sorpresivo desde el mar.  Se provocaron más de 150 incendios contra centros estatales y privados, incluyendo 21 viviendas de comunistas y 800 incendios en plantaciones de caña”.

“Se introdujeron en Cuba 75 toneladas de explosivos y armamentos, mediante 30 misiones aéreas, más 46,5 toneladas en 33 misiones de infiltración marítima, para abastecer a grupos urbanos y bandas de alzados en zonas montañosas”.

A esto hay que sumarle los muertos provocados durante la invasión mercenaria por Bahía de Cochinos, organizada y financiada por la CIA, donde decenas de inocentes campesinos y sus familiares perdieron la vida por las bombas y balas yanquis.

Tampoco puede pasarse por alto la muerte de 158 cubanos, de ellos 101 niños, debido a la introducción del Dengue en el país en 1981, a cargo de un grupo orientado por la CIA comandado por Eduardo Arocena, según declaró ante el Tribunal Federal de New York, recogido en la página 2189, 1984, expediente 2 FBINY 185-1009.

El show mediático llevado a cabo por Rosa María estuvo preñado de terroristas como Ramón Saúl Sánchez, considerado así por las propias autoridades estadounidenses que se niegan reiteradamente a otorgarle la residencia legal en Estados Unidos, por su record de actos violatorios de las leyes, a pesar de ser uno de los amamantados por la CIA.

Otro de los participantes fue el sacerdote Gil Hernández, quien junto a los demás presentes terminaron la función con una misa celebrada en la Ermita de La Caridad, de Miami, donde jamás se han condenado los actos terroristas, ni la criminal guerra económica, comercial, financiera y biológica, que lleva a cabo Estados Unidos contra el pueblo cubano desde hace 60 años, con el declarado interés de matarlo por hambre y enfermedades.

Esos son los autoproclamados “luchadores por la libertad de Cuba” que siembran luto en el pueblo cubano, pero como dijo José Martí:

“Las verdades reales son los hechos”.

 

 

 

 

 

 

¿Qué se esconde detrás de Rosa María Paya?


Por Arthur González.

Desde que Rosa María Paya Acevedo, hija del contrarrevolucionario Oswaldo Paya Sardiñas, contactó con “diplomáticos” yanquis en La Habana, para aquellos buscadores de líderes juveniles cubanos de la CIA, fue como encontrar la combinación de una caja fuerte rellena de dólares, pues notoria es la ausencia de jóvenes que acepten trabajar para organizaciones creadas por los norteamericanos, en su intento por socavar a la Revolución socialista.

De inmediato, los “diplomáticos” informaron a Washington la aceptación de Rosa María de comenzar una campaña contra el gobierno cubano, responsabilizándolo con la muerte de su padre, a cambio de obtener una visa de refugiados políticos para ella, sus dos hermanos y la madre.

Al llegar a Miami fue recibida por Senadores y Congresistas de la mafia anticubana, quienes, junto a especialistas de la CIA en subversión política, la instruyeron en cómo actuar, qué decir y los países que visitaría para iniciar la fabricada cruzada acusatoria contra Cuba.

Al igual que hicieron con Yoani Sánchez, Rosa María fue recibida por miembros del Parlamento Europeo, ex presidentes y senadores latinoamericanos, pero al llegar a España para acusar a Cuba fue remitida a las Cortes de Justicia, donde se ventilaban esos temas.

Ahí mismo se acabó la farsa montada por los yanquis, pues el fallo fue en su contra, ante ausencia de pruebas legales para desmentir al tribunal cubano que juzgó al verdadero responsable del accidente automovilístico, en el cual resultaron muertos su padre y otro contrarrevolucionario que lo acompañaba repartiendo el dinero enviado por Esperanza Aguirre, del Partido Popular, para ejecutar acciones provocativas contra la Revolución.

No obstante, ese revés, los yanquis carentes de líderes jóvenes se aferran a Rosa María para intentar demostrar que sí existen, aunque ella es residente en Estados Unidos y carece de historial contrarrevolucionario en la Isla.

Ese es el motivo por el cual siguen promoviéndola con apoyo de los medios de prensa a su servicio y ejemplo de ello fue el reconocimiento a nombre del condado de Miami-Dade, de Florida, otorgado el 18.06.2019 por el Comisionado de Miami, Esteban Bovo, quien la considera “defensora de la libertad, la democracia y los derechos humanos universales, ser la voz para las personas de Cuba que buscan la libertad y que son oprimidas diariamente bajo el régimen de Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel”.

La maquinaria yanqui está en función de propagandizar que es “una líder” contra el gobierno cubano, muestra del desespero que tienen por conformar una oposición entre los jóvenes de la Isla.

El pasado 13 de junio 2019, Rosa María recibió en Ginebra el Premio Morris Abram de Derechos Humanos, la más alta distinción de derechos humanos de Naciones Unidas Watch.

Se sabe que los yanquis son famosos en construir estrellas al mejor estilo de Hollywood, así lo hicieron con Yoani Sánchez, a quien la revista TIME declaró entre las 100 personas más influyentes del mundo, a solo un año de iniciar el blog Generación Y, construido por la CIAAl año siguiente, la revista People la seleccionó entre las 25 personas más prestigiosas de Latinoamérica, algo totalmente fabricado para darla a conocer en el mundo, proyecto que tampoco impactó entre los jóvenes cubanos.

Todos los planes de la CIA, por seducir adeptos en ese sector de la sociedad cubana, han fracasado a pesar de los millonarios presupuestos destinados para tales fines.

Ni el atractivo programa de becas para estudiar en universidades norteamericanas, lanzado en el 2009, ni los que le siguieron en 2015 y 2017, ni siquiera el más reciente en 2019, obtuvieron resultados.

La autorización del presidente Barack Obama, para que Google pudiera estar presente en la Isla, y ejercer influir en los jóvenes cubanos, no dio los frutos soñados, acción que según declaró el propio senador Marco Rubio en 2012, durante un evento de Google Idea, en la Heritage Foundation:

“El objetivo es derrumbar el sistema totalitario cubano, si todos en Cuba tienen libre acceso a Internet, porque seguiría la misma suerte de aquellos países que pasaron la Primavera Árabe”.

Esa pretensión data de 1996, cuando la Rand Corporation, del Instituto de Investigaciones para la Defensa Nacional de Estados Unidos, preparó un estudio para el Departamento de Defensa, donde afirma:

“Es nuestro interés ayudar a la apertura y forzar el surgimiento de una sociedad civil independiente, mediante el empleo del enlace de Cuba a Internet, utilizándola para transmitir noticias y análisis balanceados, promover su uso por ONG cubanas, universidades y otros destinatarios”.

En resumen, hoy solo les queda manipular la imagen de una joven sin aval alguno, ni reconocimiento en Cuba por la gran masa de jóvenes, ni siquiera entre los elementos contrarrevolucionarios, quienes la califican de oportunista y usurpadora de las actividades de su padre.

Al no tener otra alternativa, se aferran a Rosa María Payá Acevedo y continúan pregonando las falsas acusaciones contra el gobierno de Cuba, responsabilizándolo por la muerte de Oswaldo Payá Sardinas, quien dirigió el exiguo grupúsculo respaldado por la Iglesia Católica cubana, Movimiento Cristiano Liberación, algo totalmente carente de pruebas legales.

En su infértil pataleteo, remitieron una carta a Michelle Bachelet, Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, solicitándole   investigar la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero, pues afirman que “no está aclarada”.

Más de lo mismo para que el tema no se olvide y seguir acusando a Cuba; vieja táctica empleada por la CIA desde 1959 que nunca ha tenido resultados, porque tal y como afirmó José Martí:

“Quien sobre su fama duerme, se despierta desnudo”.