¿A quién pretende engañar la embajada yanqui en La Habana?


Por Arthur González.

Haciendo gala de una total ignorancia de la historia, e incluso de los informes que sus antecesores enviaron a la CIA y al Departamento de Estado, la actual Encargada de Negocios de la embajada de Estados Unidos en Cuba, Mara Tekach, hizo recientemente declaraciones a uno de los medios alternativos creados por su país para desinformar sobre a realidad de la Isla, en las cuales elogió a la vetusta contrarrevolucionaria Martha Beatriz Roque Cabello, protagonista de una de las mayores burlas con su falsa huelga de hambre, conocida entre el pueblo cubano, como la Huelga del Aguacate.

En total desinformación, la diplomática demostró que antes de arribar a La Habana no se tomó el trabajo de leerse los documentos redactados sobre la contrarrevolución, creada, financiada y abastecida por su gobierno y de sus permanentes fracasos, ni visionó los documentales divulgados por la TV cubana, donde Martha Beatriz aparece gastando cientos de dólares en compras personales, del dinero que le enviaban para supuestas reuniones conspirativas, así como las expresiones despectivas que empleaba  esta, hacia uno de los jefes de la entonces Sección de Intereses de Estados Unidos.

Respecto a Berta Soler, autoproclamada presidenta de la ya diluidas “Damas” de Blanco, es más que evidente que la diplomática no la ha observado en plena faena, ofendiendo y maltratando de palabras a sus subordinadas, donde hace gala de su actitud grosera, ausente de educación formal y cultura, ni tampoco conoce del aprovechamiento personal que hace del dinero recibido de la Fundación Nacional Cubano Americana, con el que adquirió primeramente un apartamento en el reparto Alamar y posteriormente una residencia de tres niveles en la zona de Lawton.

De Yoani Sánchez Cordero, reclutada en Madrid por el terrorista y agente de la CIA, Carlos Alberto Montaner, prófugo de una prisión cubana cuando cumplía sanción por colocar una petada incendiaria en el centro comercial Flogar, en los primeros años de la década de 1960, se conoce que en Estados Unidos elaboraron un programa especial para transformarla de emigrada en España, a famosa y multipremiada bloguera, lo que sirvió para engañar al mundo de que los jóvenes cubanos estaban contra la Revolución.

La señora Tekach, demuestra un desconocimiento total de lo que ha hecho la contrarrevolución asalariada de su gobierno y la falta de apoyo popular que posee en Cuba.

Al hablar de Rosa María Payá Acevedo, la diplomática pone de manifiesto las instrucciones que recibe del Departamento de Estado, pues solo con ojear algunas informaciones archivadas en la misión diplomática, bastaría para conocer que, en vida de su padre, Oswaldo Payá Sardiñas, dirigente de un grupúsculo contrarrevolucionario vinculado a la Iglesia Católica, Rosa María estudiaba tranquilamente en la Universidad de la Habana, junto a sus dos hermanos, y jamás se vinculó a ninguna actividad contra la Revolución, graduándose de Licenciada en Geografía sin dificultades.

Por tanto, la diplomática debe darse cuenta que ninguna de ellas es líder de causa noble, por el contrario, todas buscan el dinero fácil que Estados Unidos les suministra.

Quienes, si participan cotidianamente en causas nobles y justas son las obreras, campesinas, artistas, educadoras, deportistas, científicas, académicas y diplomáticas cubanas, que se debaten para salir adelante con sus familiares de las dificultades y limitaciones materiales provocadas por la guerra económica, comercial y financiera que desde hace 60 años impone Estados Unidos, con el único propósito de matar de hambre y enfermedades a todo un pueblo, para lograr la desesperación y el derrocamiento del gobierno revolucionario.

La Encargada de Negocios yanqui en Cuba, debería estudiar en detalles el cable secreto que elaboró su colega del Departamento de Estado, Jonathan Farrar, el 15 de abril de 2009, titulado: Los EE.UU. y el papel de la oposición en Cuba, en el cual afirmó tajantemente:

“[…] Muchos grupos de oposición son dominados por individuos con egos encumbrados que no trabajan bien en equipo […] Osvaldo Payá…no ha hecho acciones importantes en meses. […] Sin un verdadero milagro entre los líderes de la oposición… no es probable que el movimiento disidente tradicional pueda reemplazar al gobierno cubano. […] Disidentes de larga data como Martha Beatriz, cuentan con 60 años y más; tienen poco contacto con los cubanos más jóvenes y cuando logran sacar un mensaje, este no es de interés para ese segmento social. […] Los disidentes son poco conocidos en Cuba fuera del círculo de los diplomáticos extranjeros y la prensa internacional”.

Esa es la verdad que debería comentar la diplomática yanqui, pues las asalariadas nunca se han sacrificado por nada, debido a que reciben dinero suficiente desde Estados Unidos, viajan por el mundo con los gastos pagados y regresan a Cuba cargadas de productos, que en la mayoría de las ocasiones revenden para ganar más dinero.

Por eso no tienen respaldo popular y solo cuentan con el repudio de todo un pueblo.

Ante acciones como estas, José Martí aseveró:

“La ignorancia es la garantía de los extravíos políticos”.

Por qué son detenciones arbitrarias las de Cuba.


 

Por Arthur González

Las campañas de mentiras contra la Revolución cubana, financiadas por el gobierno de Estados Unidos y sus servicios de inteligencia, cumplirán 60 años en 2019. Sin embargo, la vida se encargó de sacar a flote la verdad, esa que los yanquis no pueden desaparecer, aunque les disguste.

Con la apertura del turismo, Cuba es visitada anualmente por millones de ciudadanos de todo el mundo, incluidos de los Estados Unidos, quienes comprueban en el terreno como los engañan mediante la divulgación de Fake News, que publican los medios de prensa al servicio de las políticas subversivas.

Una de las cruzadas más reiteradas es las inventadas “detenciones arbitrarias” que cacarean los asalariados de Estados Unidos, para hacerle creer a los pocos incautos que andan por el mundo, que la Revolución viola los derechos humanos.

Es bien sabido que uno de los actores mejor pagados para esas acciones son la denominadas “Damas” de Blanco, las cuales salieron a la luz en 2006, por las imágenes y declaraciones que lanzó a las redes, una periodista del diario Sun Sentinel acreditada en La Habana. Desde esa fecha las asalariadas iniciaron sus provocaciones por una populosa avenida habanera, que culminaba en la iglesia de Santa Rita de Casia, a pesar de que casi ninguna de ellas era católica, ni fueron bautizadas.

Las provocaciones de esas “damas” y otros grupúsculos similares, son diversas, pero todas calificaban como desordenes públicos, al sentarse en la calle para impedir el tránsito de ómnibus y autos, algo que no es permitido en ninguna ciudad de Estados Unidos o Europa. Eso motivaba su traslado a las estaciones de la policía para levantar actas, como habitualmente ejecutan los órganos policiales de todos los países, pero en el caso cubano lo califican como “detenciones arbitrarias”.

Las órdenes recibidas de los yanquis es formar un show, con el apoyo mediático de algunos periodistas extranjeros que amplificaban la noticia, a partir de instrucción por las que cobran posteriormente.

La organización fabricada y financiada por Estados Unidos, denominada Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), con sede fuera de la Isla, tiene la encomienda de reportar inventadas detenciones “arbitrarias”, que, si todas se sumaran, Cuba necesitaría casi una de sus provincias para poder acumular tanta cantidad de detenidos, algo fantasioso que no es creíble ni aceptado por quienes tienen un coeficiente normal de inteligencia.

Lo extraño del asunto es que dicho Observatorio, no menciona jamás las detenciones ejecutadas por la policía de los Estados Unidos, a pesar de que golpea brutalmente, usa gas pimienta y bastones para reprimir a quienes se les ocurra realizar una caminata, o protesta pública en su territorio.

El pasado 3 de septiembre 2018, varias personas, mayormente activistas estadounidenses de raza negra, intentaron bloquear la carretera que da acceso al aeropuerto internacional O’Hare de Chicago, en protesta contra la violencia que afecta a los barrios más desfavorecidos de la ciudad.

De ipso facto, que quiere decir en el acto, la policía estatal de Illinois, arremetió contra los pacíficos protestantes, entre ellos el reverendo Gregory Livingston, acusándolos de invadir la autopista interestatal Kennedy.

La protesta tuvo como fundamento la violencia que ejerce la policía contra los ciudadanos residentes en los barrios pobres de Chicago, principalmente de piel negra, brutalidad que ha dejado decenas de muertos, pero los responsables nunca pagan por ellos.

En Cuba no hay un solo “disidente” apaleado por la policía y menos muerto por los golpes recibidos. La presidenta de las llamadas “Damas” de Blanco, viaja libremente a Miami a recibir orientaciones para sus provocaciones, regresa a Cuba cargada de dinero y artículos para su consumo, sin ser apresada.

Si no tuviera plena libertad de actuación, ella no hubiera podido comprarse la residencia de tres niveles que adquirió hace poco tiempo, con el dinero que recibe de la Fundación Nacional Cubano Americana.

La reciente manifestación pacífica efectuada en Chicago, es la tercera que llevan a cabo y ninguna ha sido permitida por la policía yanqui, bajo el argumento de que interrumpen el tránsito en autopistas importantes de la ciudad.

Por esa acción de la policía no existen campañas mediáticas, ni las agencias europeas se hacen eco de las declaraciones de sus participantes, no son acompañadas por diplomáticos occidentales, y el Parlamento Europeo no les otorga premios a sus dirigentes, como si hacen con Cuba.

Así son las maniobras construidas por los especialistas en guerra psicológica de las agencias de inteligencia de Estados Unidos, país que más viola los derechos humanos en el mundo.

En Cuba los desórdenes públicos constituyen un delito recogido en el Código Penal, artículo 200-1, sancionado a privación de libertad de tres meses a un año, o multa de cien a trescientas cuotas o ambas, algo que raras veces se aplica a los asalariados de los yanquis.

No puede haber impunidad para los contrarrevolucionarios orientados y pagados desde Miami, de ahí que resulte tan importante recordar a José Martí cuando expresó:

“Hay que llevar mano firme al mal hondo”.

 

 

 

 

Continúa la escalada de Estados Unidos contra Cuba


Por Arthur González.

Estados Unidos no se conforma con ver a Cuba transitar libremente a pesar de la guerra económica que le han impuesto desde hace 58 años. Año tras año sufren al comprobar que sus planes terroristas y de subversión, no pueden derrocar a la Revolución socialista y aun así persisten en su empeño.

Las más recientes acciones de la Casa Blanca, fueron desmontar la sutil e inteligente política subversiva diseñada bajo la administración Obama, quien pretendió desmontar el socialismo desde adentro, utilizando hábilmente la maniobra del acercamiento diplomático para como el mismo expresó:

“Aumentar considerablemente nuestro contacto con el pueblo cubano. Tendremos más personal, y nuestros diplomáticos podrán participar de manera más extensa en toda la isla…incluida la sociedad civil y con los cubanos que buscan alcanzar una vida mejor. […] Nadie espera que Cuba se transforme de la noche a la mañana, pero creo que el compromiso estadounidense, mediante nuestra embajada, empresas y ante todo nuestro pueblo, es la mejor manera de representar nuestros intereses, y apoyar la democracia y los derechos humanos”.

Al no palpar resultados con esa nueva línea política, los ideólogos de la actual administración Trump, decidieron regresar al reforzamiento de su añeja guerra económica, con la pretensión de que el pueblo cubano se lance a las calles a protestar, tal como hicieron antes en Polonia y ahora en Venezuela.

Ese retornar al pasado conllevó a la fabricación de la historieta de los falsos ataques acústicos y las inventadas enfermedades a algunos de sus funcionarios diplomáticos en La Habana, todo con el propósito de amedrentar a los estadounidenses que visitaban la isla bajo licencias ampliadas por Obama, quien perseguía el traslado de sus valores y símbolos, pero que finalmente beneficiaron económicamente a Cuba.

Como parte de la escalada diseñada para llegar al rompimiento de relaciones diplomáticas, Trump retiró a la mayoría de los funcionarios de su misión diplomática y cortó el otorgamiento de visas para emigrar y visitar temporalmente a Estados Unidos.

Para crear un incidente que le permita justificar el rompimiento de relaciones diplomáticas, en días pasados designó a Philip Goldberg como futuro Encargado de Negocios, personaje vinculado a la CIA desde que estuvo en Kosovo, Bolivia y Filipinas, lugares donde fomentó revueltas callejeras y alentó a la oposición a ejecutar acciones contra el gobierno, por lo cual fue expulsado o fuertemente criticado por los mandatarios.

Es evidente que algo similar sueñan con ejecutar en La Habana y de ser declarado persona non grata, tener el pretexto deseado.

Para allanarle el camino, el pasado 30.11.2017, el diplomático Lawrence J. Gumbiner, quien ocupa actualmente el cargo de Encargado de Negocios en la misión habanera, sostuvo una reunión con Berta Soler, “presidenta2 de las agónicas “Damas” de Blanco, en la que le manifestó el apoyo de su gobierno a la llamada “oposición cubana”, la que no tiene respaldo popular alguno, ni membresía respetable.

Según declaraciones de Berta a la prensa de Miami, pocos días después del arribo de Gumbiner a Cuba, estando ella en uno de los centros ilegales que mantiene la embajada yanqui para la preparación de la contrarrevolución, él se enteró que ella estaba ahí y fue a conocerla. Semanas después la titulada “presidenta”, recibió una llamada telefónica desde Washington, donde le indicaron que acudiera a la embajada el 30 de noviembre a las tres de la tarde, para una entrevista oficial con ese diplomático.

Esa acción confirma el plan para continuar la escalada contra la Revolución, pues no fue una iniciativa personal del diplomático, sino una decisión del Departamento de Estado yanqui.

Agregó la “presidenta”, que Gumbiner le confesó estar “muy preocupado por la situación de la “oposición” y la “represión” gubernamental, en particular por las “Damas” de Blanco”.

No caben dudas de lo que se está cocinando en Washington contra La Habana, porque si realmente estuvieran tan “preocupados” por lo que es realmente una represión, deberían tomar acciones contra México, país donde solo en el Estado de Coahuila, no menos de 118 personas por cada cien mil de sus habitantes, son víctimas de algún abuso, según datos aportados por la CDHEC, y el Censo Nacional de Derechos Humanos 2017, publicados por la prensa mexicana.

Se afirma que Coahuila, es uno de los once estados de la República mexicana, donde se ejecuta el mayor número de violaciones a los derechos humanos en los últimos tres años, sin que Estados Unidos emita una sola declaración en apoyo al pueblo mexicano.

Otro aspecto que demuestra la doble moral de la Casa Blanca, es el silencio que guardan ante la alarmante situación que sufre Puerto Rico, donde la coalición de grupos cívicos y académicos denunció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el alarmante incremento de la pobreza que mantiene a muchas personas en condiciones infrahumanas, sin que los colonialista de Washington hagan algo para mitigar esa situación.

Con la sangre fría e inteligencia que poseen los cubanos, demostrada en 58 años de enfrentamiento a los planes de la CIA, sabrán tomar las medidas necesarias y evitar las provocaciones de la actual administración yanqui y como tantas, culminarán en fracasos.

Ignorantes de la historia de Cuba los trasnochados que aspiran a someterla nuevamente, porque como dijera José Martí:

“Ancha tumba construye con sus propias manos las maldades, donde el espíritu del

pueblo lanza a los que han querido enterrar en ella la conciencia de la nación”

Berta Soler y el fin de su farsa


Por Arthur González. 

Berta Soler, quien se apoderó a la fuerza de la dirección de las llamadas “Damas” de Blanco, tras la muerte de Laura Pollán, logró hacer carrera gracias al apoyo brindado por la Fundación Nacional Cubano Americana, FNCA, especialmente de su mentora Laly Samper.

Con el propósito de hacerle creer a la opinión pública de la existencia en Cuba de una “poderosa oposición”, que nadie ve ni apoya, a Berta la han paseado por las capitales europeas, a un alto costo del presupuesto conformado por 20 millones de dólares anuales aprobado por la Casa Blanca, destinado a las acciones subversivas.

En su desenfrenado empeño, la FNCA logró arrastrar al Presidente Barack Obama, a una cena en la residencia del Jorge Mas Santo en Miami, con el fin de que abrazara a Berta, como reconocimiento a la contrarrevolución y para que continuara aprobando el millonario presupuesto, del cual la mayoría pasaba a manos de la Fundación, para continuar viviendo del cuento de que iban a derrocar al sistema socialista en Cuba.

Producto de su escasa cultura, poca educación formal, métodos despóticos y enriquecimiento personal, Berta es rechazada por la mayoría de las mujeres integradas a su grupúsculo, solo por el salario que paga mensualmente, del cual ella se apropia de la mayor parte.

Gracias al desvío de dinero que hace para su peculio personal, logró cambiar el apartamento donde residía en el reparto Alarmar, para una zona más alejada del mar y posteriormente adquirir una residencia de tres niveles en el municipio 10 de octubre, a un altísimo costo, lo que demuestra su enriquecimiento a costa de robarse el dinero que Miami destina para las actividades provocativas del grupúsculo.

No es secreto las constantes bajas de las integrantes de las “Damas” de Blanco, como consecuencia del tratamiento autoritario y grosero de Berta, asesorada por su esposo Ángel Moya, algo expuesto en las denuncias contra ella de muchas mujeres, publicadas en Miami.

Cada vez le es más difícil mantener la membresía, porque no existe ideología entre sus integrantes y las que aún permanecen, realmente no tienen sustento para defender los proyectos de Berta, porque solo busca reforzar su protagonismo internacional, para continuar viajando por el mundo.

Un ejemplo claro es el dinero del manipulado premio Sajarov, otorgado por el Parlamento Europeo, que nunca repartió entre las integrantes de las “Damas” de Blanco, algo que propició la deserción de varias mujeres y las contradicciones con la hija de Laura Pollán y otras fundadoras del engendro creado por instrucciones de Miami.

Las alteraciones del orden público, como obstruir calles al sentarse en la vía, son la causa real del traslado a las estaciones de policía, lo que manipulan para decir que son “arrestos arbitrarios”, cuando en cualquier país del mundo la policía no permite semejantes actos y los reprime salvajemente con porrazos y gases lacrimógenos, algo que Berta ni su tropa han padecido en Cuba.

Ahora, ante la escasez de membresía y la negativa de continuar con esos actos, de las que aún permanecen a su lado para cobrar los 25 dólares mensuales, Berta acusa a las autoridades cubanas de “acoso”, como justificación ante la falta de apoyo que posee en su grupúsculo.

Hace tiempo que ni Berta ni las «Damas» de Blanco, reciben publicidad de la prensa extranjera acreditada en La Habana, sus periodistas se cansaron de asistir los domingos a presenciar como desfilaban sin ser molestadas, más bien ignoradas por el pueblo cubano, el que las rechaza por estar convencido de que solo actúan por el dinero que reciben desde Estados Unidos.

Berta intenta atraer a la prensa con denuncias falsas sobre la desaparición de su esposo, el que evidentemente aprovecha esa situación quizás para justificar ciertas infidelidades matrimoniales, pues al no trabajar y estar siempre controlado por ella, no tiene otro recurso que emplear, después de más de una veintena de años soportándola.

La auto titulada “Presidenta” sabe que tiene los días contados, la FNCA le dejará de enviar los cientos de miles de dólares, con los que ha vivido ampliamente durante años sin necesidad de trabajar y ya no encuentra recursos para justificar la escasa membresía, que lejos de aumentar decrece por días.

Sus más recientes declaraciones a la prensa de Miami demuestran lo antes expuesto, al decir:

“La Seguridad del Estado busca aniquilar el grupo, y así nos lo hacen hecho saber en reiteradas ocasiones cuando somos detenidas. Si no acaban con nosotras como movimiento intentan acabar con nuestras familias”.

Si eso fuera cierto no habría «Damas» de Blanco hace rato, pues ellas mismas han vivido de inventar historias de represión y abusos del gobierno; entonces ¿por qué ahora, después de tanto tiempo, es que quieren aniquilar el grupito que le queda?

Esa farsa no aguanta más, lleva demasiado desgaste entre ellas mismas y los propios videos que divulgan en las redes sociales prueban la falta de cuórum y la falta de clase en las mujeres que aún le quedan. Vista hace fe, lo demás son historietas en las que nadie cree.

Pobre Berta, sabe que se acerca su fin y solo habrá que hacerle un réquiem.

Ante farsas como esas dijo José Martí:

“Solo lo genuino es fructífero”

 

 

Damas de Blanco apoyan represión contra los catalanes


Por Arthur González

No hay dudas, el grupo mal llamado “Damas” de Blanco, creado y financiado por Estados Unidos con el fin de ejecutar acciones provocativas contra la Revolución cubana, están siempre contra la voluntad de los pueblos.

Así se puso de manifiesto el pasado 7 de octubre 2017, cuando una representación de ese grupúsculo contrarrevolucionario se unió en Madrid a una manifestación de los partidos de derecha y de otros que se oponen a la decisión soberana de los catalanes de separarse del reino de España.

El pueblo de Cataluña votó libremente por la independencia, a pesar de la brutal represión policial ordenada por Mariano Rajoy, que dejó unas 800 personas heridas por los porrazos recibidos, sumado a las balas de goma que disparó la brigada especial de la policía.

Esas mujeres que acusan al gobierno cubano de “reprimirlas”, debieron haber participado en las manifestaciones de Cataluña para que conocieran lo que es realmente una represión, no de las que ellas se quejan cuando mujeres policías las levantan del suelo y las tienen que cargar hacia los autos patrulleros, por obstaculizar el tránsito en las calles. Jamás han recibido un balazo o los bastonazos que rompen cabezas y huesos, como sucede en España.

Dónde están los que acusan a Cuba de represión, entre ellos el inventado Observatorio Cubano de Derechos Humanos, con sede en Madrid, que no salió en defensa del pueblo catalán.

Como representante de las denominadas “Damas” en la manifestación madrileña, estaba la santiaguera Denia Fernández Rey, de visita en España y que fuera recibida en el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, por Antonio Pérez Hernández, director para  Iberoamérica, y en el Congreso de los Diputados por Teófilo de Luis Rodríguez, con quien habló sobre el nuevo acuerdo entre la UE y La Habana que será votado en la Cámara española el próximo 18 de octubre, al que se opone la contrarrevolución asalariada, como parte de las orientaciones impartidas por Estados Unidos para aislar a Cuba.

Nadie sabe quién sufragó los gastos de ese viaje, porque ella no trabaja y vive del dinero que paga Estados Unidos por hacer campañas anticubanas.

Las que supuestamente luchan por la libertad de expresión y pensamiento, ahora se manifiestan contra la decisión soberana del pueblo catalán.

Significativo es el silencio del expresidente de EE.UU. Barack Obama, pues en el caso de Cuba todas sus campañas estaban dirigidas a hacerle creer al mundo que la Revolución reprimía a los opositores, lo que reiteró el 17.12.2014, cuando anunció el restablecimiento de relaciones con La Habana.

En aquella ocasión expresó ante la prensa:

“…No me hago ilusiones con respecto a los continuos obstáculos a la libertad que aún enfrenta el ciudadano cubano común. Los Estados Unidos consideran que ningún cubano debe ser víctima de acoso, arresto o golpizas, solo por ejercer el derecho universal de hacer que su voz se escuche. Continuaremos apoyando a la sociedad civil allí”.

Es el “democrático” gobierno español que dicta lecciones a Cuba sobre derechos humanos, y ahora acosa, arresta y golpea salvajemente a sus ciudadanos solo por ejercer el derecho universal de hacer que su voz se escuche.

Ni Washington, otros gobiernos europeos, ni el Parlamento europeo, condenan las inhumanas golpizas a pacíficos manifestantes.  Es como si esos 800 heridos y miles de arrestados no fueran personas con derecho a ejercer su derecho universal a expresarse libremente en las urnas.

¿Será que solo varias docenas de cubanos pagados por Estados Unidos, son los únicos que reciben apoyo mediático de los yanquis a pesar de que nunca han derramado una gota de sangre?

¿Qué expresará el gobierno de España en sus próximas reuniones bilaterales con la parte cubana sobre los derechos humanos?

Volverán a exponer su “preocupación” por ese tema y exigirle a Cuba “altos estándares en materia de Derechos Humanos, entre ellos el libre acceso a los medios de comunicación”, como afirmó la europarlamentaria española Elena Valenciano, el pasado 30.05.2017 en los debates parlamentarios sobre Cuba, cuando expresó:

“…la mayoría de los grupos quieren ver cambios en Cuba, una transformación del sistema político cubano y, sobre todo, ver una mejora de los cubanos, porque no todos quieren seguir el mismo camino”.

¿Con qué moral la asalariada Denia Fernández Rey, va a decirles a los españoles que integran el Departamento de Relaciones Internacionales de la Universidad Francisco de Vitoria, que en Cuba las reprimen y violan sus derechos, cuando todas las Damas de Blanco están regordetas, viven tranquilamente sin necesidad de trabajar, sus hijos asisten gratuitamente a las escuelas cubanas y reciben atención médica sin costo alguno, a pesar de que ellas trabajan para una potencia extranjera?

Los españoles tienen que sudar mucho para ganarse el pan de cada día y costear la educación y salud de sus hijos, porque el gobierno de Rajoy redujo los presupuestos en esas esferas, penurias que desconocen las mal llamadas Damas de Blanco.

58 años haciendo lo mismo parece que no bastan para aprender que los cubanos escogieron soberanamente el camino que desean, arreglado y corriendo errores sin que nadie desde otros países le impongan doctrinas que afecten su independencia.

Por eso José Martí afirmó:

“En los pueblos dueños de sí mismos, el derecho ha de ser popular”.