Estados Unidos el imperio del espionaje mundial.


Por Arthur González.

Los yanquis se proclaman como paladines de la libertad y los derechos humanos, siendo los máximos violadores de ambos conceptos a nivel mundial, algo que se comprueba diariamente por sus acciones de espionaje, sin importarles cargos, categoría de personas o países, aunque sean sus aliados.

Sin bien siempre han espiado a cuanta empresa, gobierno y personas de su interés, hoy las nuevas tecnologías de la información le facilitan su labor, sin necesidad de reclutar a directivos de compañías telefónicas, de correo postal y otras, que en el pasado tenían el peso en la intercepción de las comunicaciones.

El 18 de septiembre de 1947 fue creada oficialmente la CIA, al entrar en vigor la ley 253 de seguridad, aprobada por el Congreso de los Estados Unidos, siendo la más amplia agencia de inteligencia en el mundo y de su propia Comunidad de Inteligencia, encargada del espionaje con fuentes humanas y tecnológicas, además de acciones ideológicas subversivas, terroristas y hasta el asesinato de personas.

Muchos son los escándalos por las actividades de espionaje ejecutadas por Estados Unidos, entre ellos la denuncia hecha el 6 de junio del 2013, por el ex analista Edward Snowden, cuando puso al descubierto el amplio espionaje consumado por la CIA, la NSA y otras agencias de inteligencia, a través de las redes sociales. 

Gracias a esa revelación, la humanidad perdió el velo que le impedía ver la realidad, de cómo sus derechos son violados diariamente, algo que Estados Unidos continúa haciendo sin el menor respeto a la ética.

Recientemente la cadena de prensa CNN, publicó parte de un informe de la firma de seguridad cibernética Awake Security, donde se afirma que había descubierto no menos de 111 extensiones maliciosas o falsas, de Google Chrome, capaces de tomar capturas de pantalla, robar credenciales de inicio de sesión y robar las contraseñas a medida que sus usuarios las escribían.

Agrega el reporte, que dichas extensiones maliciosas fueron descargadas más de 32 millones de veces, con fines de espiar a los usuarios de ese navegador, como parte de una campaña de vigilancia masiva ejecutada por las agencias de espionaje yanqui.

Ese espionaje ilegal abarca a todos los sectores de la sociedad, entre ellos los servicios financieros, la atención médica y organizaciones gubernamentales.

La denuncia hecha por Awake Security, asegura que el potencial de las extensiones fraudulentas daña y comprometen muchos de los sistemas informáticos, y también vinculó todas las extensiones asociadas con la campaña de espionaje de la compañía israelí de alojamiento web, denominada Galcomm, empresa que administra alrededor de 250 mil dominios de navegación, donde la investigación dice haber encontrado más de 15 mil dominios maliciosos o sospechosos de serlo.

Las extensiones de Google Chrome han estado vinculadas a ataques cibernéticos en el pasado, incluso en febrero 2020. De inmediato Google confirmó que, todas las extensiones del navegador marcadas por Awake, fueron eliminadas, pero la evidencia puso al descubierto que ese magnate de la web trabaja para los Servicios de Inteligencia de Estados Unidos.

El espionaje que realiza Estados Unidos es archiconocido, sin el menor respeto por la privacidad de personas, gobiernos y compañías, expuesto a la opinión publica en la denuncia llevada a cabo en 2012, por el diario francés “Libération” yotros medios de prensa europeos, a partir de cables secretos filtrados por WikiLeaks.

“Libération” dio a conocer un amplio documento de siete páginas, fechado el 17 de noviembre de 2011, donde la CIA requirió a la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) una treintena de interrogantes sobre la campaña presidencial francesa, la cual fue espiada por interés de Estados Unidos, para obtener informaciones respecto a los candidatos en las elecciones presidenciales francesas de 2012, con interés particular por el entonces jefe del Estado, Nicolás Sarkozy, y las elecciones primarias de los partidos socialistas.

La participación de la CIA abarca, además, acciones directas en la política como fue el reciente golpe militar en Bolivia, denunciado por el sitio Behind Back Doors, al publicar un listado de espías de la CIA participantes en el golpe contra Evo Morales.

En su denuncia el mencionado sitio afirma que entre los agentes más importantes de la CIA en La Paz, Bolivia, se destacan los generales bolivianos Williams Kaliman Romero, Yuri Calderón y Rómulo Delgado, quienes eran dirigidos por la Estación de la CIA en La Paz, a cargo de los oficiales yanquis Rolf Olson y Annette Dorothy Blakeslee, quienes tenían reclutado al oficial de la agencia de inteligencia de Argentina, AFI, en la capital boliviana, nombrado José Sánchez, también participante en la operación del golpe militar.

Elemento de interés resultó la denuncia de que la oficial Annette Dorothy Blakeslee, había cumplido misión en Nicaragua, bajo la fachada de ser “médico” contratada por la USAID, agencia que junto a la NED sirven de manto legal a las actividades encubiertas de la CIA en el mundo, especialmente en Latinoamérica.

Sí Estados Unidos empleara el presupuesto millonario asignado anualmente a la USAID y a la NED, en su propia economía interna para mejorar la salud, seguridad social, desarrollo científico y otras actividades en beneficio de sus ciudadanos, hubiese podido liquidar parte de su deuda externa, una de las mayores del mundo, que en este año 2020 ya supera los 26 billones de dólares, incrementada en 43 mil millones en solo 35 días.

Datos oficiales del Departamento del Tesoro afirman que, hasta el 5 de mayo 2020, su deuda externa ascendía a 25 billones de dólares, situación ligada al 4,8% de la contracción económica, la mayor desde 2008.

A pesar de estos elementos, los yanquis creyéndose los dueños del mundo, aprueban anualmente 30 millones para las actividades subversivas contra Cuba y cifras similares contra Venezuela, en vez de emplear ese dinero en mejorar la pobreza de 43 millones de estadounidenses.

Acertado fue José Martí cuando en 1889 afirmó:

“En Estados Unidos está muerto en política, el que ose decir que no debe cubrir el mundo la sombra del águila”.

Los yanquis ordenan y sus lacayos cumplen.


Por Arthur González.

Desde 1959 el gobierno de Estados Unidos y la CIA, iniciaron una guerra psicológica contra la naciente Revolución cubana, encabezada por Fidel Castro, a quien el presidente D. Eisenhower y el director de la CIA, Allen Dulles, no querían para dirigir a Cuba, como expresaron en la reunión del Consejo de Seguridad, celebrada el 23 de diciembre de 1958: “Debemos evitar la victoria de Castro”.

Por la animadversión hacia el líder cubano, la CIA desató una amplia campaña de mentiras, con el objetivo de desacreditarlo ante la opinión pública, algo que el propio Fidel Castro denunció en 1959 durante la conocida Operación Verdad.

Se iniciaba así la cruzada mediática contra la naciente Revolución, que aun 60 años después se mantiene e intensifica.

Muchas han sido las mentiras elaboradas por especialistas en guerra psicológicas de la CIA, consumiendo presupuestos millonarios que no le han servido para nada.

Documentos desclasificados de la CIA confirman su participación, como se expone en el Proyecto Cuba:

[…] “La reunión de la OEA (nota: contra Cuba) será apoyada por demostraciones públicas en América Latina, generadas por la CIA y las campañas psicológicas asistidas por USIA”.

En los años más recientes esa guerra se centró en varios temas: los inventos de las “violaciones de los derechos humanos”, “falta de libertades”, incluida la religiosa, “esclavitud de los médicos” y todo lo pueda crear una matriz de opinión negativa contra Cuba.

Para ejecutarlo, fabrican “disidentes” que se encargan de divulgar sus falsedades, como el caso de José Daniel Ferrer, quien intentó acusar a un policía cuando estaba detenido, de que lo había golpeado, sin saber que una cámara oculta filmaba su auto agresión, pero aun viendo ese espectáculo el Parlamento Europeo, bajo las presiones yanquis, se hacía eco de la denuncia del mercenario.

La más reciente campaña es contra el Decreto Ley 370 “Sobre la informatización de la sociedad cubana”, en el cual se establece como una contravención: “Difundir, a través de las redes públicas de transmisión de datos, información contraria al interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas”.

Ante esto, los yanquis se asustaron porque les impide hacer campañas subversivas a través de las redes, algo que soñaron desde 1996 cuando la Rand Corporation, del Instituto de Investigaciones para la Defensa Nacional, preparó un estudio para el Departamento de Defensa, que expresa:

“Es nuestro interés ayudar a la apertura y forzar el surgimiento de una sociedad civil independiente, mediante el empleo del enlace de Cuba a Internet, utilizándola para transmitir noticias y análisis balanceados, promover su uso por ONG cubanas, universidades y otros destinatarios”.

Similar interés se aprecia en las declaraciones del senador Marco Rubio, durante evento celebrado el 2012, en la Fundación Heritage, de conjunto con Google Ideas:

“El sistema totalitario cubano podría derrumbarse si todos los cubanos tuvieran libre acceso a Internet, porque Cuba seguiría la misma suerte de aquellos países que pasaron la Primavera Árabe”.

Basado en ese propósito, el presidente Barack Obama, aprobó, durante su segundo mandato, la licencia a Google para entrar en Cuba, con el fin de llegar con sus informaciones distorsionadas, sus símbolos y sus valores, a la juventud cubana, por eso al hacerlo afirmó:

Podemos hacer más para apoyar al pueblo cubano y promover nuestros valores a través del compromiso”. “Los cambios introducidos en nuestra nueva política potenciarán aún más nuestro objetivo de empoderar al pueblo cubano. […] y brindarles nuevas fuentes de información…”

Ante esos planes subversivos, la Revolución cubana tiene el derecho de defenderse legalmente, aunque ladren los lacayos dirigidos y financiados con los dólares norteamericanos.

No importa el partido que esté en el poder, ambos persiguen el mismo fin, destruir el proceso revolucionario de Cuba a como dé lugar y para eso destinan millones de dólares.

El actual mandatario Donald Trump, dijo durante su campaña electoral en 2016:

Reclamamos una plataforma aérea para las transmisiones de Radio y TV Martí, y la promoción del acceso a Internet como herramienta tecnológica para fortalecer el movimiento pro democracia en Cuba.”

Por estas razones hoy observamos como los principales lacayos financiados por los yanquis, se lanzan contra el Decreto Ley 370, como si fuese algo extraterrestre y que ningún otro país tuviera leyes semejantes.

¿Por qué no condenan la plataforma Twitter o a Facebook, cuando cancelan cuentas de usuarios que defienden a la Revolución y combaten las calumnias de aquellos financiados por los yanquis para mentir contra Cuba?

Eso sí impide la libre expresión y el pensamiento, pero como es a favor de Cuba no les importa.

¿Qué derecho tiene el construido Observatorio Cubano de Derechos Humanos, pagado con dinero yanqui, de acusar a Cuba? Sigue leyendo

La CIA intensifica sus planes contra Cuba.


Por Arthur González.

Como en los años 60 del pasado siglo XX, la CIA retoma sus planes contra la Revolución cubana, algunos copiados de aquellos que nunca tuvieron resultados.

Con el nuevo presidente Miguel Díaz-Canel, al frente de los Consejos de Estado y de Ministros, la CIA y el actual mandatario de Estados Unidos, intensifican sus acciones anticubanas, echándole mano a cuanto fantoche aparezca en el camino y se preste a cumplir sus órdenes.

Como arma fundamental mantienen la guerra económica, con la ilusión de que el pueblo se lance a las calles y exija cambios.

Una de las medidas a las que más empeño ponen, son los falsos ataques acústicos y consecuencias en salud hacia sus diplomáticos en La Habana, algo que no pueden demostrar, pero mantienen el tema en cartelera para ahuyentar los turistas y afectar la economía cubana. Para que nadie olvide el asunto, ahora repiten el libreto en China, a riesgo del costo político que eso pudiera conllevarles.

Sobre eso, recientemente Tomás Regalado, periodista y político, de origen cubano radicado en Estados Unidos, declaró en el Interamerican Institute for Democracy (IID):

“Actualmente existen oportunidades coyunturales para debilitar a los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua”.

Tras las sanciones y alertas de viaje a Cuba emitidas desde los EE.UU., lo único que está dando renta en Cuba, son los cruceros, porque los turistas que quieren ir a Cuba no quieren ir a los hoteles por temor a ser penalizados por el Departamento del Tesoro. De modo que la gente se queda en los cruceros. Algunas sanciones están dando resultados”.

El IID se dedica al estudio de la política exterior de los EE.UU. hacia las denominadas “dictaduras” del continente, y es dirigido por Carlos Alberto Montaner, terrorista cubano.

Unido al recrudecimiento de su guerra económica y mediática contra Cuba, la CIA intensifica otras medidas para estructurar una “oposición” interna entre los jóvenes y artistas.

Entre los asalariados que más financian actualmente está Rosa María Payá, devenida en “refugiada política” en Miami, por ser la única figura joven que pueden mostrar ante el mundo como “disidente” cubana, a pesar de no residir en la Isla, nunca fue miembro de grupitos contrarrevolucionarios, estudió en la Universidad de La Habana y no es aceptada por elementos “disidentes” de larga data al servicio de los yanquis.

Rosa María en poco tiempo ha recibido un apoyo total de la CIA y políticos como Marco Rubio e Ileana Ros-Lehtinen, fue enviada a múltiples países europeos y latinoamericanos, incluso bajo solicitudes del Departamento de Estado es recibida por políticos y miembros del Parlamento Europeo.

Esa “refugiada política” hecha a la medida de las necesidades yanquis, sustituyó a Yoani Sánchez, quien en el 2004 fue reclutada por Carlos Alberto Montaner, siendo igualmente paseada por el mundo, y sin éxitos pasó al olvido.

En los actuales planes de la CIA, Rosa María fue dirigida a participar en el evento Teen Vogue Summit, organizado por la revista Vogue, el pasado 1ro de junio en New York, donde expuso el proyecto Cuba Decide, pero sin resultados que mostrar.

Teen Vogue Summit tuvo este año una agenda para intercambiar sobre temas del control de armas, la reforma migratoria y el cambio climático.

Rosa María, igualmente fue llevada recientemente a una reunión con el embajador de Estados Unidos ante la OEA, Carlos Trujillo, miembro del Partido Republicano y fuertes relaciones con Marco Rubio. En dicho encuentro la “refugiada” solicitó que la OEA prestara atención a lo que ella denomina “crisis democrática” que vive la Isla, matriz de opinión que la CIA está conformando, para crear condiciones a futuras acciones internas con sus asalariados y para lo cual aspira a emplear los twists y los SMS, tal y como hacen hoy en Venezuela y Nicaragua.

El encuentro con el embajador yanqui estuvo auspiciado por la organización anticubana Freedom House, financiada por la CIA, tras la NED y el Departamento de Estado, donde Payá Acevedo se presentó como “presidenta de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia”, cargo que le asignaron para darle representatividad y justificar su presencia en actividades de la región, solicitándole a los miembros de la OEA que, además de tomar medidas contra Venezuela, lo hagan igualmente hacia Cuba para “poner fin a la represión y la falta de libertades”.

Siguiendo ese libreto, Rosa María expresó “la necesidad de recuperar un sistema democrático e instó a la OEA y sus estados miembros, a no reconocer como representantes del pueblo cubano a los miembros de la Asamblea Nacional, ni a Miguel Díaz-Canel, por no haber sido elegidos bajo un sistema con garantías democráticas”.

Trujillo, en su posterior intervención ante la Asamblea de la OEA, expuso: “los países de las Américas tienen que aceptar que Cuba es la madre de todo mal, referente al debilitamiento de la democracia en el continente y las violaciones de derechos humanos”.

Otra línea de trabajo de la CIA es sobre el sector artístico-intelectual, donde la artista plástica Tania Bruguera, tiene la cara visible en busca de captar adeptos para sus planes.

En ese sentido, lo más reciente es su oferta de financiamiento a cineastas cubanos, para “promover la diversidad de voces en el audiovisual independiente cubano, impulsar a directores, productores y guionistas noveles de comunidades poco representadas, a contar sus historias”.

Afirmó que le dará prioridad a “proyectos con temas sociales acuciantes en la Cuba de hoy y del futuro, que sostengan los principios de no discriminación por orientación sexual, identidad de género, color de la piel, forma de pensar, estatus socioeconómico y procedencia geográfica”.

Como financista del proyecto aparece el Instituto Internacional de Artivismo Hanna Arendt (INSTAR), engendro creado para sustentar esa estrategia subversiva como “un espacio de alfabetización cívica en la Isla, resultado de la acción pública #YoTambienExijo”.

Tampoco habrá resultados favorables para la CIA, porque los cubanos empuñarán siempre su espada victoriosa, porque como afirmó José Martí:

“Lengua, tenemos todos; pero espada pocos”

 

La CIA una historia repetida


Por Arthur González.

Todo indica que las nuevas generaciones de oficiales de la CIA no tienen suficiente experiencia para diseñar planes contra países que tienen gobiernos no aceptables para Estados Unidos. En esto se incluye su ex director Mike Pompeo.

Esa insuficiencia profesional se constata en el duplicado de planes ejecutados hace medio siglo contra Cuba y aplicados hoy a Venezuela.  Un ejemplo que no deja dudas fue la reciente Asamblea de la OEA, donde repitieron la historia ejecutada contra Cuba en 1964, cuando la CIA y el Departamento de Estado presionaron a gobiernos latinoamericanos para expulsarla de esa organización.

Quienes no lo crean solo tiene que leer la Operación Mangosta, presentada al Grupo Especial Ampliado del Consejo de Seguridad Nacional en enero de 1962, por el General de Brigada Edward G. Lansdale, jefe de las operaciones.

En reunión presidida por el Fiscal General, Robert Kennedy, hizo un llamado para no fracasar en el cumplimiento de esas tareas y aseguró:

“La solución del problema cubano tiene en este momento una alta prioridad del gobierno de Estados Unidos, todo lo demás es secundario. No se escatimarán tiempo, dinero, esfuerzos o recursos humanos, porque el Presidente de Estados Unidos me indicó que el último capítulo sobre Cuba todavía no se ha escrito y por lo tanto hay que hacerlo y así se hará”.

Evidentemente desempolvaron aquella Operación y la aplican hoy a Venezuela con el mismo objetivo de:

“…ejecutar una guerra económica que induzca al régimen comunista a fracasar en su esfuerzo por satisfacer las necesidades del país, las operaciones psicológicas acrecentarán el resentimiento de la población contra el régimen, y las de tipo militar darán al movimiento popular un arma de acción para el sabotaje y la resistencia armada en apoyo a los objetivos políticos”.

Otras de aquellas tareas reproducidas ahora contra Venezuela decían:

El Departamento de Estado está concentrando sus esfuerzos en la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, la cual comenzará el 22 de enero 1964, esperando obtener amplio respaldo del Hemisferio Occidental para las resoluciones de la OEA que condenen a Cuba y la aíslen del resto del Hemisferio…”

“La reunión de la OEA será apoyada por demostraciones públicas en América Latina, generadas por la CIA y las campañas psicológicas asistidas por USIA. La mayor tarea para nuestra hábil diplomacia es alentar a los líderes latinoamericanos a desarrollar operaciones independientes similares a este Proyecto, buscando una rebelión interna del pueblo cubano contra el régimen comunista”.

Sin dudas trajeron aquel pasado al 2018.

Entre los puntos del Plan Magosta reproducidos contra Venezuela están:

-Guerra económica.

En este aspecto Mangosta exponía:

“Es la clave principal de nuestro Proyecto de acción política, bajo la dirección del Departamento de Estado. El mismo está estableciendo las acciones económicas futuras, incluso los planes para un embargo al comercio cubano, al resultado de la venidera reunión de la OEA. Mientras tanto, el Departamento de Estado ha creado un grupo de acción económica…”

Elementos mayores de la población. 

“El Departamento de Estado y la CIA continúan explorando sus capacidades para montar operaciones especiales dentro de Cuba, centradas sobre elementos activos de la población, específicamente operaciones a través de la Iglesia católica para llegar a las mujeres y sus familiares, así como mediante contactos laborales para alcanzar a los trabajadores. Otros elementos alistados incluyen las agrupaciones de jóvenes y profesionales. Consideración especial se le dará a esto por medio de los contactos operacionales latinoamericanos. Esto es vital para el éxito de nuestros núcleos de acción política cuando la CIA los pueda poner en su lugar”.

-Perspectivas.

“Después de un estudio, la CIA ha concluido que su papel real será la de crear la ilusión de un movimiento popular que gana apoyo exterior y ayudar a establecer un clima que permitirá actos provocativos en apoyo a un cambio hacia una acción abierta, al aumentar su capacidad operacional”.

-Política.

“El Departamento de Estado insistirá, a través de las embajadas estadounidenses en América Latina en la reunión de la OEA, con el fin de explotar todas las oportunidades de ganar la simpatía local para el pueblo cubano e incrementar la hostilidad hacia el régimen comunista en Cuba…”

– Psicológicas.  

“La USIA propondrá el 15 de febrero un plan para llevar a cabo la explotación de acciones altamente psicológicas en el Proyecto, encaminadas a despertar la simpatía mundial en favor del pueblo cubano (al igual que un David) que combate al régimen comunista (como Goliat) y que tendría como objetivo estimular a los cubanos en la Isla para que se unan a la causa”.

No cabe la menor duda, es el mismo programa subversivo, solo cambiaron el país, algo demostrado en esta Asamblea de mayo 2018, entre otras por la virulenta intervención del canciller chileno Roberto Ampuero.

Ampuero tiene un pasado algo oscuro. En medio del golpe militar diseñado por la CIA para derrocar a Salvador Allende, logró salir de Chile en diciembre de 1973 hacia la República Democrática Alemana, no como exiliado político sino como becario en la Universidad de Leipzig.

En 1977 viaja a La Habana por su matrimonio con una hija del embajador cubano y trabaja en el MINREX como profesor de alemán. Estudió en la Universidad de La Habana e ingresa a la Unión de Jóvenes Comunistas. En 1979 regresa a Berlín, vinculándose a chilenos comunistas, incorporándose con ellos durante un año a la Escuela Juvenil Superior Wilhelm Pieck, para estudiar marxismo leninismo.

En 1983 cruza la frontera hacia Alemania Occidental, y a pesar de su pasado comunista, obtiene la plaza de corresponsal para la agencia IPS, y de editor de Desarrollo y Cooperación de la Fundación Alemana para la Cooperación Internacional, así como moderador de la revista Europa Semanal de DW-TV para América Latina. En 1993 retorna a Chile.

El único cambio en el escenario de esta Asamblea de la OEA es que México no repitió su papel de aparente rebeldía, como hizo cuando Cuba fue expulsada.

Documentos desclasificados revelan que fue un pacto secreto con los yanquis, a quienes convenía tener una embajada latinoamericana en La Habana, y México aceptó gustosamente.

Por eso José Martí afirmó:

“Recuerdos hay que queman la memoria”

 

 

Universidad de Michigan revela masiva presencia de inteligencia yanqui en La Habana.


Por Arthur González.

El 02.03.2018 la prensa de Estados Unidos publicó un artículo, donde se asegura que el profesor Kevin Fu y sus colaboradores del equipo Investigativo de Privacidad y Seguridad de la Universidad de Michigan, afirmaron tener una explicación para lo que pudo ocurrir en La Habana, sobre el misterio de los “extraños sonidos” escuchados por diplomáticos estadounidenses.

La acusación del Departamento de Estado sobre los inventados “ataques”, forma parte de una Operación de inteligencia fabricada para afectar las frágiles relaciones diplomáticas establecidas por Barack Obama, cuando aprobó una nueva táctica para destruir el socialismo cubano, mediante el abrazo de la muerte, lo cual especificó bien al afirmar:

“…décadas de aislamiento de Cuba por parte de EE.UU. no han conseguido nuestro perdurable objetivo de promover el surgimiento de una Cuba estable, próspera y democrática…”

El pasado 2017 Estados Unidos informó públicamente el tema de los “ruidos” y las “enfermedades” causadas a sus funcionarios en La Habana.

Ante la acuciosa y profesional investigación de Cuba, donde quedaron demostradas las mentiras construidas intencionalmente, el Departamento de Estado inició una serie de argumentaciones, en las que todas semanas inventa nuevas hipótesis, cada una más risible de la anterior, porque el verdadero objetivo es afectar el turismo a la Isla y reforzar su guerra económica que pretende ahogar financieramente al gobierno cubano.

Ni fueron ciertos los “ataques”, ni tampoco las enfermedades, algo puesto de manifiesto en la carta que hicieron los mismos diplomáticos evacuados de La Habana, donde solicitan al Departamento de Estado permanecer en sus puestos de trabajo dentro de la Misión diplomática.

Si realmente hubiese existido peligro para la salud, tal y como asegura el gobierno yanqui, ellos no se quedarían en La Habana y menos con sus familiares.

Lo sorprendente ahora es que el equipo de la Universidad de Michigan, afirma que las víctimas fueron 24 oficiales de inteligencia, algo que demuestra que los servicios de inteligencia de Estados Unidos utilizan su embajada para realizar actividades ilegales contra Cuba, entre ellas el espionaje y la subversión.

Entre esos oficiales de inteligencia existe personal de la CIA, especialistas en el reclutamiento y atención de agentes cubanos, otros que monitorean las telecomunicaciones del país y buscan información militar, y el resto, especialistas en medidas subversivas y variadas acciones encubiertas.

No por gusto Obama al informar la apertura de su embajada aseguró sin recatos:

Tendremos más personal en la embajada, y nuestros diplomáticos podrán participar de manera más extensa en toda la isla…incluida la sociedad civil y con los cubanos que buscan alcanzar una vida mejor”.

La revelación del equipo universitario llama la atención, primero por ser una nueva hipótesis que se suma a las anteriores, y también porque afirman que las causas de los síntomas que supuestamente tienen los “afectados”, son resultado “del trabajo de dos dispositivos de escucha, que generaron interferencia y provocaron los intensos sonidos descritos por las víctimas”.

La grabación que oficialmente entregó Estados Unidos a Cuba, fue trabajada técnicamente y demostró que eran cigarras comunes y nada de lo que ahora inventan los miembros del equipo de la mencionada universidad; sin embargo, ponen al descubierto las acciones ilegales que ejecuta la estación de la CIA y la NSA, contra Cuba en su puesto de avanzada ubicado en el edificio de 7 pisos de granito, situado frente al malecón habanero.

Para hacer la historieta más ridícula, agregan que “su origen puede ser la existencia de micrófonos instalados por la seguridad cubana en las residencias y habitaciones de los hoteles”, algo insólito de creer pues, como se conoce, esas residencias están ocupadas por los diplomáticos yanquis desde 1977, cuando se abrieron las Secciones de Intereses en los dos países.

Se sabe que el FBI realiza inspecciones técnicas en todas sus instalaciones en el mundo y de haber micrófonos instalados, los hubieran detectado de inmediato, porque les sobra capacidad técnica y experiencia.

Es difícil poder inventar tantas versiones sin elementos probatorios, ni basamento profesional.

Lo real que es que la Operación solo busca afectar el turismo y ante la presencia de millones de visitantes a la Isla que comprueban la seguridad existente en Cuba, incluidos aquellos estadounidenses que arriban en los cruceros y sus diplomáticos que aún permanecen en sus puestos de trabajo, el Departamento de Estado, desconcertado por no haber alcanzado sus propósitos de atemorizar a los turistas, continua su retórica en la prensa oficialista con nuevas alertas de seguridad, como intento desesperado por alcanzad algún resultado.

La filtración de que entre el personal evacuado había 24 oficiales de inteligencia, trae al presente el recuerdo de la contundente denuncia efectuada por la Seguridad cubana en 1987, cuando trasmitió en la TV, como la CIA desde la Sección de Intereses desarrollaba acciones ilegales para atender a varios de los 27 agentes cubanos, que supuestamente trabajaban para la inteligencia de EU, en la búsqueda de información secreta, en casi todas las esferas importantes de Cuba de interés para la CIA.

En aquella denuncia se conoció que por la Sección de Intereses pasaron más de 100 oficiales y técnicos de la CIA, situación violatoria de las regulaciones internacionales.

Cuba debe agradecerle al equipo de investigadores de la Universidad de Michigan, la información de la presencia de tantos oficiales de la CIA en La Habana, los que no serán reincorporados a la embajada, según la decisión del Departamento de Estado del pasado 02.03.2018, cuando informaron que la reducción de su personal en Cuba es definitiva.

Habrá que esperar por la próxima versión de la historieta, pero al menos ya se conoce quienes eran los oficiales de la inteligencia yanqui y que entre sus misiones estaba escuchar las comunicaciones cubanas.

Sería beneficioso que inventaran una mentira similar y cerraran la base naval en Guantánamo, eso si los cubanos lo agradecerían.

Siempre tendremos presente a José Martí cuando alertaba:

“De ese pueblo del Norte hay mucho que temer”