«Asombrada” la representante estadounidense en el Consejo de Económico y Social de las Naciones Unidas.


Por Arthur González.

Kelley E. Currie, representante estadounidense en el Consejo de Económico y Social de las Naciones Unidas, dijo estar “asombrada” por la enérgica y patriótica respuesta de la representación cubana, ante la manipulación mediática ejecutada por Estados Unidos contra Cuba, el pasado 16.10.2018, con la etiqueta: “¿Jailed for What?”, con el propósito de desviar la atención de los países que apoyarán, una vez más, el informe cubano contra el Bloqueo, a presentarse en las próximas semanas.

Evidentemente la Sra. Currie no conoce la historia del pueblo cubano, sometido a viles acciones por parte del gobierno de Estados Unidos, la que, si ella estudiara, quedaría asombrada de la crueldad de sus 11 Presidentes, los que desde 1959 hasta la fecha, pretenden matar por hambre y enfermedades a todo un pueblo por el solo hecho de decidir ser soberano e independiente.

¿No sabe Kelley E. Currie que, en 1958, un mes antes del triunfo de la Revolución encabezada por Fidel Castro Ruz, el entonces presidente Dwight Eisenhower y el director de la CIA Allen Dulles, afirmaron en la reunión del Consejo de Seguridad Nacional, que había que impedir la victoria de Castro?

Pero se asombraría mucho más si leyera el informe confeccionado en abril de 1959 denominado “Plan de influencia subversiva y reclutamiento en sectores priorizados de la sociedad cubana”, a solo 4 meses del triunfo revolucionario, publicado por el Departamento de Estados en el Consejo de Seguridad Nacional,, volumen VI, Cuba, 1958-1959, editado en 1991, páginas 458-466. O, el Memorando para el director de la CIA fechado el 11 de diciembre 1959, en el cual se propone […] “dar una cuidadosa atención a la eliminación de Fidel Castro”.

¿Eso es democracia y respeto a los derechos de otro país que pretende decidir su rumbo político y económico?

Asombrada es poco, sí la funcionaria norteamericana conociera los planes de Acciones Encubiertas de la CIA, aprobados en marzo de 1960 y enero de 1962, para destruir al gobierno cubano, donde el primero organizó la invasión mercenaria por Bahía de Cochinos y en el otro se diseñó la guerra económica total, para evitar que el gobierno revolucionario pudiera satisfacer las necesidades de su población y después mediante campañas engañosas culparlo de ser incapaz de hacerlo. Ese segundo plan perseguía el fin de justificar la invasión a Cuba por parte del ejercito yanqui, ante el rotundo fracaso de su brigada mercenaria derrotada en solo 66 horas.

La verdad histórica dejaría con la boca abierta a esa señora, si leyera el documento preparado por la CIA para el Grupo permanente del Consejo Nacional de Seguridad, en junio de 1963, donde se plasman las acciones de terrorismo de estado que ejecutó Estados Unidos contra el valeroso pueblo de Cuba.

Solo este plan, serviría para sentar el gobierno yanqui ante cualquier tribunal internacional, al exponer desvergonzadamente un conjunto de tareas ejecutadas por la CIA, con el fin de alcanzar el desencanto y desaliento del pueblo cubano, a través de los efectos de la represalia económica y de las acciones de sabotaje, los que pretendían crear el rechazo hacia el gobierno encabezado por Fidel Castro y lograr la desafección en las fuerzas armadas y otros centros de poder del régimen, con revueltas populares contra él.

Solo después de conocer los actos criminales que ejecuta su gobierno contra Cuba, la señora Currie, entendería la reacción airada de los diplomáticos cubanos, presentes en el show que el Departamento de Estado diseñó para tratar de desviar la atención de la Asamblea General de la ONU contra los Estados Unidos por su Bloqueo Económico, Comercial y Financiero, que dura más de medio siglo sin obtener los resultados que ansían.

Si ella estudiara las acciones de guerra biológica que Estados Unidos perpetra contra los cubanos, su flora y su fauna, entonces si se avergonzaría de pertenecer a un gobierno que no tiene parangón en la historia de la humanidad. Basta recordarle las epidemias introducidas, como la meningoencefalitis contra los niños, el dengue hemorrágico, la fiebre porcina africana, el moho azul del tabaco, la roya de la caña, la tristeza del cítrico y muchas enfermedades más, que buscan afectar la economía de la Isla.

Kelley Currie debería saber que Estados Unidos fabricó la “disidencia en Cuba” y la CIA organizó desde 1959 una amplia red de agentes encargados de cumplir sus planes terroristas, para incendiar todos los centros comerciales, cines, teatros, escuelas, centros industriales y de producción. Eso si la dejaría asombrada, especialmente cuando constatara que solo el presidente Barack Obama destinó 160 millones de dólares para acciones subversivas en Cuba y con parte de ese dinero pagan mensualmente a sus “disidentes”, a fin de realizar provocaciones callejeras, queriendo convertir en “presos políticos” a quienes violan las leyes por delitos comunes, muy alejados de conciencia política alguna.

Presos políticos son los que llevan una docena de años encarcelados en su Base Naval en Guantánamo, sin un proceso jurídico, ni visitas familiares, sometidos a torturas físicas y psicológicas, por lo que Estados Unidos ha tenido que responder ante el Comité de la ONU contra la tortura, métodos aplaudidos por la nueva jefa de la CIA, Gina Cheri Haspel, quien calificó las torturas ejecutadas en la BNG, como “simples métodos mejorados de interrogatorio”.

No hay país en el mundo que haya resistido tantos ataques de Estados Unidos. Por eso la tenacidad y estoicismo de los cubanos son causas de asombro y desconcierto de los ideólogos yanquis, quienes ya no saben que inventar para destruir la unidad, dignidad y amor por su patria en la lucha por mantener su soberanía.

Que no se sorprenda la delegada yanqui, porque como dijo José Martí:

“La patria requiere más actos que palabras”

¿Por qué se mantiene el bloqueo contra Cuba?


Por Arthur González.

Han pasado casi 60 años cuando Lester D. Mallory, Subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental de Estados Unidos, le enviaba a su jefe un memorando donde aseguraba entre otras cuestiones:

“No existe una oposición política efectiva en Cuba; por tanto, el único medio previsible que tenemos hoy para enajenar el apoyo interno a la Revolución es a través del desencanto y el desaliento basado en la insatisfacción y las dificultades económicas«.

«Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba. Negarle dinero y suministros para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.

bloqueoAsí se iniciaba la más cruel medida de Estados Unidos contra la triunfante Revolución cubana, solo por el hecho de escoger un camino diferente al impuesto por ellos desde su primera intervención en la Isla en 1898.

Para darle un carácter legal a sus actos criminales, el presidente J. F. Kennedy, aprobaba el 06.02.1962, la 27 Resolución Federal No. 1085, Embargo sobre el Comercio con Cuba, aunque desde hacía dos años el cerco se había iniciado para estrangular la economía cubana.

Sin tapujos, esa Resolución Presidencial consideraba:

“…el actual Gobierno de Cuba es incompatible con los principios y objetivos del Sistema Interamericano; y, a la luz de la ofensiva subversiva del comunismo chino-soviético con la cual el Gobierno de Cuba está públicamente alineado, urgió a los estados miembros de la OEA a tomar pasos que ellos puedan considerar apropiados para su autodefensa individual y colectiva…”

En otros de sus considerandos Kennedy expresaba:

“Los Estados Unidos, de acuerdo con sus obligaciones necesarias para promover la seguridad nacional y hemisférica mediante el aislamiento del actual Gobierno de Cuba, y, por lo tanto, reducir la deriva de su alineamiento con las potencias comunistas:

Por cuanto: Yo, John F. Kennedy, Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, actuando bajo la autoridad de la sección 620 (a) del Acta de Asistencia Extranjera de 1961 (75 Estatuto 445) que fue enmendada, subsección (a) de esta sección.

1) Proclamo el embargo sobre el comercio entre los Estados Unidos y Cuba de acuerdo con los párrafos 2 y 3 de este decreto;

2) Por lo tanto, prohíbo, para hacerse efectivo a las 12:01 a.m. hora standard del este, de febrero 7 de 1962, la importación a los Estados Unidos de todos los productos de origen cubano, además de todos los productos importados desde o a través de Cuba; y por lo tanto, autorizo y ordeno al Secretario del Tesoro, el cumplimiento de dicha prohibición, y para que exista una excepción para ello, sea a través de una licencia u otra forma, que él determine conveniente con la operación efectiva del embargo que por este medio se proclama, y de promulgar dichas medidas y regulaciones como sea necesario para ejercer tales funciones.

Todo estaba analizado y discutido con anterioridad, por eso el Decreto N0 3447, contentivo de la Resolución Federal del Embargo, era parte del show propagandístico para confundir y manipular a la opinión pública mundial.

En el mes de noviembre de 1961, Kennedy había recibido del Grupo Especial Ampliado del Consejo de Seguridad Nacional, organizado por él después del fracaso de la invasión a Cuba por Bahía de Cochinos, el proyecto del Programa Cuba, conocido por el nombre código de Operación Mangosta, el cual firmó el 18 de enero de 1962, convirtiéndose en el plan subversivo más completo hasta ese momento. Sigue leyendo

Espejismo de mejoras en la nueva directiva de Obama


Por Arthur González.

Nadie dude de la habilidad política del Gobierno de Estados Unidos y su amplia experiencia en manipular a la opinión pública, un vivo ejemplo son sus campañas electorales y para reafirmarlo, la Casa Blanca informó el 14 de octubre del 2016 la Directiva Presidencial de Políticas PPD-43, sobre la  obama-firmando

Normalización de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba.

Aparentemente el Presidente de Estados Unidos flexibilizó algunos aspectos de la guerra económica que mantienen contra el pueblo cubano desde hace casi 60 años, pero en la práctica nada ha cambiado.

Todo indica que ese anuncio es parte de un rejuego publicitario para evitar la condena de la Asamblea General de Naciones Unidas, cuando en las semanas venideras Cuba vuelva a presentar su informe contra el bloqueo económico, comercial y financiero, que sufre desde 1962 por parte del Gobierno de los Estados Unidos, diseñado con el propósito de que la Revolución no pueda satisfacer las necesidades del pueblo y que este rechace el sistema socialista.

Así está recogido en los documentos desclasificados de la CIA, donde se puede leer:

“La acción política será apoyada por una guerra económica que induzca al régimen comunista a fracasar en su esfuerzo por satisfacer las necesidades del país, las operaciones psicológicas acrecentarán el resentimiento de la población contra el régimen…”

Los resultados de esta criminal acción fueron analizados por especialistas del Council on Foreign Relations, cuando en 1999 propusieron a la Casa Blanca una nueva política para alcanzar la deseada Transición hacia el capitalismo en Cuba, al señalar sin tapujos:

“La oposición de EE.UU. a la Revolución cubana y el apoyo a la democracia y al desarrollo en este hemisferio, lograron frustrar las ambiciones cubanas de expandir su modelo económico e influencia política”.

La Directiva PPD-43 tiene matices para hacerla más dulce y cargada de “buenas intenciones”, pero cuando se analiza en detalles surge la verdad.

Una de sus mentiras aparece cuando se afirma:

“…no estamos tratando de imponer un cambio de régimen en Cuba, estamos promocionando valores…pero corresponde al pueblo cubano tomar sus propias decisiones sobre su futuro…”

Hipocresía al por mayor, porque en todos sus documentos oficiales e incluso en el Comunicado de la Casa Blanca del 17.12.2014 se afirma:

“Hoy, el Presidente anunció medidas adicionales para poner fin a nuestro enfoque obsoleto y promover de manera más eficaz la implantación de cambios en Cuba, dentro de un marco acorde con el apoyo de EE.UU. al pueblo cubano y en consonancia con los intereses de seguridad nacional de EE.UU.”

Estados Unidos desea desmontar el socialismo a toda costa y costo, lo que no ha dejado de hacer ni un minuto en los últimos 60 años, e incluso la candidata presidencial Hillary Clinton, lo afirmó en Miami en agosto 2015 al asegurar:

[…] “Si alguien piensa que podemos fiarnos de ese Gobierno, es que no ha aprendido la lección de la historia. […] pude comprender que nuestra política de aislar a Cuba estaba fortaleciendo las garras de Castro en el poder, en vez de debilitarlas, lo cual perjudicaba nuestros esfuerzos para restablecer el liderazgo de Estados Unidos en todo el hemisferio…”
[…] estábamos ayudando al régimen para que mantuviera a Cuba como una sociedad cerrada y controlada, en vez de promover la apertura positiva a la influencia externa en la misma forma que lo hicimos de forma tan efectiva con el antiguo bloque Soviético y en otros lugares…”

Las nuevas “flexibilizaciones” pretenden seguir tratando de fomentar una sociedad civil que responda a sus intereses políticos, para que paulatinamente lleguen a desmontar el socialismo desde adentro, con hicieron bajo el Programa Democracia, aprobado por Ronald Reagan contra Europa del Este. Sigue leyendo

El Bloqueo es la última carta que le queda a Estados Unidos para presionar a Cuba.


Por Arthur González.

Con total desfachatez el Miami Herald afirmó el pasado 17 de septiembre 2016: porque el embargo es la última carta que le queda a Estados Unidos para presionar por un cambio en la isla”.

Sin disimulos y ocultamiami_herald_buildingndo la verdad del por qué mantienen su guerra económica contra el pueblo cubano, el editorial del Miami Herald expone los mismos argumentos que desde hace años han planteado la CIA y el Departamento de Estado.

Aunque públicamente insisten en denominar el cerco económico, comercial y financiero contra Cuba como “embargo”, los documentos oficiales del Gobierno y de la CIA, afirman que es una guerra económica para “inducir al régimen comunista a fracasar en su esfuerzo por satisfacer las necesidades del país, unida a operaciones psicológicas que acrecentarán el resentimiento de la población contra el régimen”.

¿Por qué el Miami Herald no hace referencia a dichos documentos para que la opinión pública conozca la verdad?
Sería muy conveniente que ese diario reflejara en algún editorial lo que la CIA insiste en ejecutar contra Cuba, como lo expuesto en uno de sus documentos que dicen textualmente:

“Se debe analizar la posibilidad de ampliar e intensificar la categoría de sabotajes y la hostilidad…”

“Algunos daños económicos contra Cuba, obligarían al Gobierno cubano a desviar su fuerza de trabajo y otros recursos de los acuciantes problemas económicos”.

“Estas medidas han sido en buena parte responsables de las actuales dificultades económicas de Castro, pero pudieran adoptarse nuevas y eficaces medidas de guerra económica”.

Sin embargo, a pesar de que fueron los Estados Unidos los iniciadores de las agresiones contra el Gobierno revolucionario, insisten en que es el presidente Raúl Castro quien tiene que hacer mucho más para ganarse el levantamiento del “embargo”.

¿Tendrán mala memoria los funcionarios que redactaron el editorial aparecido en el Miami Herald?

Para comenzar la verdadera historia escrita por los propios Estados Unidos, hay que releer el acta de la reunión del Consejo de Seguridad Nacional de fecha 23 de diciembre de 1958, cuando aún Fidel Castro no había vencido al ejercito del dictador Fulgencio Batistas, apoyado y asesorado por militares estadounidenses, ni mucho menos nacionalizado las propiedades norteamericanas.

De acuerdo con esa acta, el entonces director de la CIA, Allen Dulles, afirmó sin cortapisas: “Hay que evitar la victoria de Castro…”

En diciembre de 1959, cuando Cuba no se había declarado socialista, ni se habían acometido las radicales leyes revolucionarias que afectaron los intereses políticos y económicos yaquis, el Jefe de la División del Hemisferio Occidental de la CIA, J.C. King, envió el 11.012.1959, un memorando al propio Allen Dulles, en el cual propuso un grupo de acciones para derrocar a la naciente Revolución.

Entre esas acciones se recomendaba:

-Ataques de una radio clandestina desde países del Caribe.
-Operaciones de interferencia contra la radio y la televisión de Castro.
-Alentar a grupos opositores a favor de Estados Unidos.

Como colofón de esas medidas a solo 11 meses del triunfo revolucionario, J.C. King señalaba:

-Se le debe dar una cuidadosa atención a la eliminación de Fidel Castro

Esta última medida fue aprobada por el Director de la CIA al día siguiente.

¿Con estos elementos puede el Miami Herald asegurar que “…Raúl Castro tiene que hacer mucho más para ganarse el levantamiento del embargo, debido a las violaciones de los derechos humanos y la falta de elecciones democráticas”?

Las verdaderas y flagrantes violaciones de los derechos humanos son cometidas de forma sostenida e ininterrumpida por Estados Unidos contra el pueblo cubano, al no soportar la decisión soberana de Cuba de tomar un rumbo diferente al que ellos le impusieron desde 1898, cuando hundieron al acorazado Maine en la bahía de La Habana, como pretexto para ingresar en la guerra hispano-cubana, según afirmaciones del General L.L. Lemnitzer, Jefe de la Junta de Jefes del Estado Mayor, en documento remitido el 13.03.1962 al secretario de Defensa, con la propuesta de 9 tareas para justificar una intervención militar a Cuba.

La verdadera causa para no levantar el Bloqueo está reflejada en un informe enviado el 16.08.1968 por John W. Ford, Deputy for Coordination of the Bureau of inteligence and Research, donde afirma:

[…] “no es el momento más propicio para embarcarse en un programa de cambio de política hacia Cuba, ya que sus dificultades económicas actuales y las señales de un creciente descontento, indican que las penurias causadas por el aislamiento están teniendo un efecto real; por lo tanto, debemos mantener toda la presión sobre nuestra política de cuarentena” […]

Está tan enraizado el interés de Estados Unidos por entorpecer el desarrollo económico de Cuba que, en 1999, especialistas del Council on Foreign Relations, propusieron un conjunto de medidas para cambiar la política hacia la isla.

Entre los tres objetivos que se propusieron alcanzar para acabar con el socialismo, exponen sin el menor pudor:
“Promover la Transición. La oposición de EE.UU. a la Revolución cubana y el apoyo a la democracia y al desarrollo en este hemisferio, lograron frustrar las ambiciones cubanas de expandir su modelo económico e influencia política”.

Si Estados Unidos tienen tanta democracia y libertad de prensa, el Miami Herald tiene la obligación de divulgar estas informaciones y cesar la manipulación a sus lectores, porque esas son las únicas y verdaderas razones por las que se niegan a eliminar su guerra económica contra Cuba.

Ante situaciones muy similares expresó José Martí:

“…se considera criminal el querer forzar a la opinión pública”.

Los problemas de la economía


Por Arthur González.

Ciertos economistas que proponen fórmulas en la revista Cuba Posible para cambiar la situación que hoy presenta Cuba, como la de “estructurar una estrategia para sentar las bases que exorcicen los actuales escenarios de la Isla; reconstruir la relación bilateral con Estados Unidos; facilitar la rearticulación del consenso político interno, y una reconstrucción de la arquitectura institucional del país”, deberían primeramente mirar la realidad mundial.

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No existe en el mundo algo similar a lo que padece Cuba, donde su economía está sometida desde hace 56 años a un férreo Bloqueo Económico y Comercial, junto a una Guerra financiera, escenario que cualquier país del primer mundo no hubiese resistido por mucho tiempo.

Esas acciones subversivas tienen como objetivo desgastar la resistencia del pueblo cubano, para sea este el que se lance a las calles a exigir un cambio de sistema o decida emigrar, “huyéndole al comunismo”, algo replicado contra Venezuela y ahora en Brasil, como vieja fórmula que no les dio resultados con Cuba y de ahí los cambios tácticos que el 17.12. 2014 aprobó ejecutar el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.

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