Filmará Hollywood accionar terrorista de la mafia anticubana en Miami.


Por Arthur González.

La verdad siempre se abre camino, aunque demore, y ahora Hollywood aceptó llevar a la gran pantalla la historia de una parte de las acciones terroristas ejecutadas por la mafia terrorista anticubana de Miami, que tanto el pueblo cubano ha denunciado.

La totalidad de las denuncias de esas acciones terroristas contra Cuba, tendrán que esperar para que Hollywood se decida a contarlas, pues muchos de sus ejecutores aún viven plácidamente en Estados Unidos, apoyados por Congresistas renombrados como Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart, Bob Menéndez, Marco Rubio, Ted Cruz y otros más.

El filme basado en el reciente libro titulado The Corporation, intenta relatar los hechos acontecidos durante 30 años, ejecutados por mafiosos cubanos, todos con estatus de “refugiados políticos” otorgado por las autoridades estadounidenses, aunque en el libro son catalogados como “aventuras reales”, evitando llamarlos actos terroristas para no buscarse conflictos con los máximos responsables de esos planes.

Esa mafia fue formada, entrenada y financiada por la CIA para actuar en Cuba contra la Revolución, muchos de sus miembros formaron parte de la Brigada mercenaria que invadió la Isla en 1961 y después de ser liberados por el Gobierno cubano regresaron a Estados Unidos, entrenándose para actos terroristas, donde la lucha por el dinero y el poder político trajo como consecuencia una guerra entre ellos.

The Corporation, relata parte de la vida de un solo grupo de esos “refugiados políticos” cubanos, dirigido por José Miguel Battle, mercenario de la invasión por Bahía de Cochinos, devenido en capo del juego ilegal y las drogas, desde Miami hasta New York, algo que todavía se materializa en el bajo mundo de esos anticubanos, muchos de los cuales amasan poderosas fortunas con la que apoyan a políticos de origen cubano y estadounidense, para que se opongan a la mejoría de relaciones entre Estados Unidos y Cuba.

José Miguel Battle, es uno de los cientos de esbirros del dictador Fulgencio Batista, que lograron escapar de la justicia revolucionaria y encontraron apoyo y refugio seguro de las autoridades yanquis, las que se negaron a cumplir con el acuerdo de extradición firmado con Cuba y vigente hasta 1961, a pesar del reclamo oficial que las autoridades cubanas hicieron durante años.

Asesinos, torturadores y ex miembros de los órganos represivos del dictador Batista, como Battle, conforman esa mafia descrita a medias en el libro, porque otros como Rafael Díaz-Balart, ex ministro del interior, también refugiado en Miami; Rolando Masferrer, asesino jefe de un órgano paramilitar conocido como Los tigres; el Coronel Esteban Ventura, asesino de cientos de jóvenes; Conrado Carratalá Ugalde, ex jefe del Departamento de la Dirección de la policía batistiana; Luis Alberto del Rio Chaviano, General de Brigada del ejército batistiano; los Coroneles Orlando Piedra Negueruela, Mariano Faget Díaz y Rafael M. A. Gutiérrez Martínez; Pilar Danilo García y García, General de Brigada jefe de la policía del tirano; Teniente Coronel Irenaldo Remigio García Báez ex jefe del Servicio de Inteligencia Militar de Batista, entre otros, no son mencionados en dicho libro a pesar del volumen de crímenes que acumulan.

El texto tampoco narra la Operación Cóndor, ejecutada por la CIA en América Latina, donde muchos de esos mafiosos cubanos se encargaron de asesinar y torturar a miles de jóvenes; ni los actos terroristas que sufrió el pueblo cubano a manos de agentes de la CIA, como Carlos Alberto Montaner, detenido y sancionado por colocar una petaca incendiaria en un centro comercial en La Habana, fugado de la cárcel y refugiado hoy en Estados Unidos.

Igualmente, omiten mencionar al asesino múltiple Luis Posada Carriles, “refugiado político” en Miami a pesar de ser el autor confeso de la voladura de un avión civil cubano en pleno vuelo, donde murieron 73 inocentes.

Los actos terroristas planificados y ejecutados por decenas de organizaciones contrarrevolucionarias financiadas por la CIA, como los Comandos L, Alfa 66 y Omega 7, necesitan de una serie con muchas temporadas, para que el mundo conozca la verdad del por qué Cuba lleva 60 años denunciándolos.

Miles son los muertos y asesinados por esos mafiosos, entre ellos diplomáticos cubanos, la detonación de bombas en embajadas, consulados y oficinas comerciales de Cuba en el exterior, buques dinamitados, la introducción de gérmenes patógenos para enfermar a personas, animales y la flora de la Isla, y muchos crímenes más. 

The Corporation es una mínima parte la historia de esa mafia anticubana, toda con estatus de “refugiados políticos”, gracias a la manipulación subversiva de la política migratoria de Estados Unidos contra Cuba, encabezada por la Ley de Ajuste Cubano.

Los relatos de enfrentamientos a tiros a plena luz del día en las calles de La Pequeña Habana y los golpes exitosos celebrados con fiestas donde regalaban bolsas de cocaína, son casi juegos de niños comparado con las tenebrosas acciones de esa mafia, como fue la colocación de una bomba bajo el asiento del ex canciller chileno Orlando Letelier en Washington, donde murieron despedazados él, su esposa y el chofer.

Sus autores, entre ellos Guillermo Novo Sampol, viven tranquilamente en Miami como “refugiados políticos”, gracias a las gestiones realizadas por la congresista Ileana Ros-Lehtinen.

El libro, aunque no abarca todas las acciones terroristas, es una muestra de quienes son esos asesinos a los que Estados Unidos acogió como” refugiados”, ocultándole la verdad a sus ciudadanos que con parte de sus impuestos han mantenido a esa crápula que conforma parte del mal llamado “exilio cubano”.

Por eso recordamos a José Martí cuando expresó:

“Se sonríe ante la aparición de la verdad”.

 

 

 

Venta de sentimientos


Por Arthur González

Esos que acusan a Cuba de violar los derechos humanos, siguiendo órdenes de la mafia anticubana de Miami, demuestran que son capaces de vender hasta sus sentimientos por obtener unos dólares más.

Uno de los casos más execrables es el de Rosa María Payá Acevedo y su madre Ofelia Acevedo, hija y viuda del asalariado Oswaldo Payá Sardiñas, muerto en un accidente de tránsito en una carretera del oriente cubano, en el año 2012.

rosa maria y su madre

Entrevista de prensa en Madrid

Rosa María y su madre, en entrevista sostenida con diplomáticos estadounidenses acreditados en La Habana, (según amigos de la familia se efectuó fuera de los locales oficiales), aceptaron obtener un visado como refugiados políticos para todo el nucleó familiar, a cambio de iniciar una campaña internacional contra el gobierno cubano, responsabilizándolo de la muerte de Payá Sardiñas.

Sin pensarlo dos veces ambas aceptaron, y la prueba irrefutable de ese acuerdo fue la inmediatez con que le fueron entregadas las visas, sin tener antecedentes de persecución política, pues Rosa María y sus hermanos culminaron sus estudios universitarios sin ser molestados, mientras connotados ex reclusos contrarrevolucionarios tienen que esperar años para obtenerlas.

Desde su llegada a Miami, Rosa María fue montada en un avión para recorrer Europa y contar su historia, con una preparación teatral que demuestra su ausencia de sentimientos, al afirmar con alevosía que el verdadero autor de la muerte de su padre era inocente, a pesar de que el embajador de España y el cónsul general en la Isla, presenciaron el juicio seguido contra el homicida Ángel Carromero, miembro de la juventud del Partido Popular.

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Ofelia y el homicida de su esposo

Carromero arribó a Cuba enviado por Esperanza Aguirre, alta dirigente del Partido Popular español en Madrid, para entregarle un alta suma de dinero a la contrarrevolución interna cubana y fue Oswaldo Payá, junto a otro asalariado nombrado Harold Cepero, quienes se dispusieron a repartir el dinero por todo el país, hecho que prueba el carácter asalariado de los llamados “disidentes”. Sigue leyendo

El fantasma del comunismo


Por Arthur González

Para seguir intentando ahogar al pueblo cubano y que este se rebele contra el gobierno socialista debido a las penurias que padece, el gobierno de los Estados Unidos y sus agencias de inteligencia insisten en hacerle creer en la opinión pública que poner fin al Bloqueo comercial, económico y financiero, “solo permitirá que la vieja élite transfiera el poder a sus herederos”, es decir que permanezca el sistema socialista.

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Vieja razón para negarse a ejecutar acciones medulares que permitirían que la económica cubana prospere, algo que resultaría peligroso por el ejemplo que irradiaría a otros países de la región. Ese el mismo argumento utilizado para declararle a Venezuela una copia de la guerra económica impuesta contra Cuba desde 1960.

Ante la corriente que surge en el seno del Congreso contra el Bloqueo, condenado desde hace 20 años por la comunidad internacional, los que se niegan al cambio de la política anticubana intentan desesperadamente retardar la eliminación del llamado “Embrago”, en espera de que los jóvenes cubanos se unan a la contrarrevolución asalariada de Washington y se lancen a las calles a pedir un cambio de gobierno.

Esa táctica la emplearon en Europa del Este y el Medio Oriente con buenos resultados y por tanto tratan de trasladarla a Cuba, aunque los procesos históricos sean diferentes.

Ese es el motivo por el cual el engendro fabricado desde Miami, bajo el nombre de “Foro por los Derechos y Libertades”, alimentado con parte de los 20 millones de dólares que aprueba anualmente la Casa Blanca para acciones subversivas contra la Isla, e integrado por la inculta y grosera Berta Soler, Guillermo Fariñas, Antonio Enrique González-Rodiles y unas cinco personas más, envió el 24.09.2015 en una carta al Congreso estadounidense, en la que afirman “que el levantamiento del embargo, permitirá que la vieja élite transfiera el poder a sus herederos políticos y familiares, brindando muy pocas oportunidades al pueblo de enfrentar este poder despótico”.

Con su añeja retorica exponen que “el totalitarismo comunista mutará a un totalitarismo con algunas medidas de mercado, que acentuarán la fractura social en medio de un escenario cada vez más incierto”.

Los que exigen cambios a Cuba no predican con el ejemplo y solo repiten el mismo cuento de que el fantasma del comunismo “se traga a los cubanos”, como si la mayoría no apoyara al presidente Castro, pues no desean regresar al sistema capitalista que nunca les resolvió la pobreza, el analfabetismo, la discriminación racial y de la mujer, y los graves problemas de salud que sí eliminó la Revolución.

En su obtusa posición y bajo instrucciones de la mafia anticubana de Miami, los autos calificados “opositores” del llamado «ForoDyL», arremeten contra la Iglesia Católica de la Isla, especialmente hacia la figura del cardenal Jaime Ortega y contra el Papa Francisco, a quien acusan de “mostrarse a favor de esa política y por haber sido un elemento clave en el proceso de acercamiento entre Estados Unidos y Cuba.

Los escasos integrantes de ese grupúsculo desarrollaron las provocaciones dominicales frente a la iglesia habanera de Santa Rita de Casia, semanas previas a la visita del Papa a Cuba, con el propósito de hacerle creer al Santo Padre que existía una fuerte represión contra los llamados “disidentes”, actos que estuvieron sufragados con miles de dólares enviados mensualmente por la mafia terrorista anticubana de la Florida, sin obtener los fines deseados.

El tiempo se les acaba y deberían ir pensando cómo ganarse la vida de otra forma, porque como “disidentes” no les queda mucho, porque sus integrantes no tienen prestigio ni seguidores en la sociedad cubana.

Este grupito de vividores debería tener presente a José Martí cuando expresó:

“No debe perderse el tiempo en intentar lo que hay fundamentos sobrados para creer que no ha de lograrse”.

Palabras del Papa disgustan a mafiosa


Por Arthur González

Era de esperar que las palabras del Papa Francisco ante el Congreso de Estados Unidos, no gustaran entre los integrantes de la mafia terrorista anticubana, la que ve acercarse el fin de su reinado de medio siglo y por tanto la pérdida de los presupuestos millonarios que le han permitido sobornar y presionar a representantes y senadores, subvencionándole sus campañas políticas a cambio de oponerse a las relaciones con Cuba.

El rechazo de los anticubanos miamenses a las posiciones del Santo Padre, se inició desde que este aceptó mediar entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba, sentimiento incrementado después de su exitosa visita a la Isla del 19 al 22 de septiembre, y el desconocimiento que hizo de los asalariados de Washington, denominados “disidentes” por la propaganda mediática.

La que manifestó su malestar de forma más evidente fue la Ileana Ros-Lehtinen, esa que pidió a Ronald Reagan un indulto para los terroristas de origen cubano, asesinos del ex canciller chileno, Orlando Letelier, su secretaria estadunidense y el chofer, al colocarle una bomba que los despedazó al instante.

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La injusticia tiembla


Arthur González

Bloque económicoNo caben dudas, la mafia terrorista anticubana radicada en Miami está al borde del infarto, debido a la corriente anti Bloqueo que se ha incrementado en Estados Unidos durante las últimas semanas. Sigue leyendo