Continua la manipulación mediática de la Iglesia Católica contra Nicaragua.


Por Arthur González.

Las revueltas en Nicaragua empezaron hace tres meses, supuestamente tras el anuncio del gobierno sandinista de Daniel Ortega, de recortes al Seguro Social. Los mismos se revirtieron poco después, pero los estudiantes salieron a las calles y ocuparon plazas, calles y la principal universidad del país, para pedir la renuncia del presidente, algo que era el objetivo real y solapado.

Para alcanzarlo, ejecutan desde hace 90 días actos de violencia con armas de fuego, que han dejado más de 270 muertos y unos 2 mil 100 heridos.

Pero ¿quién le propuso al gobierno sandinista que hiciera tales recortes? Nada menos que el Fondo Monetario, institución que impone sus criterios y provoca la disminución de la capacidad adquisitiva de los pueblos. Lo mismo hacen en Argentina y en días recientes en Haití, con el aumento de los precios del combustible, que provocaron revueltas populares.

En Nicaragua todo estaba premeditado. La embajada yanqui en Managua venía impartiendo cursos a los estudiantes dentro de los locales de esa misión diplomática, de cómo había que luchar por los derechos civiles, los derechos humanos y toda la lista de acciones que no cumplen en su propio país.

Por eso es que una vez derogado el anunciado recorte al seguro social, los estudiantes incrementaron sus protestas y actos vandálicos, adquirieron y fabricaron armas de fuego, unido a bobas caseras y cocteles molotov.

¿Eso era necesario para revertir un recorte del presupuesto al Seguro Social, o había algo oculto tras esos reclamos, impulsado desde el exterior?

De nada han servido las sesiones de diálogo que el gobierno convocó, nada menos que con la Iglesia Católica, a pesar de ser parte bien activa de esa oposición al movimiento sandinista desde siempre y por su puesto al servicio de Washington.

Al no tener los resultados esperados de derrumbar al gobierno, ni lograr acciones internacionales contra Ortega, ahora recurren a mezclar más a la Iglesia Católica, con el marcado propósito de buscar una imagen prefabricada de represión gubernamental y pasar de “victimarios a víctimas”, vieja estratagema para confundir y manipular a la opinión pública internacional.

Basta con mirar y estudiar algunas imágenes que la prensa no ha podido ocultar, para percatarse de cuanta violencia hay en los manifestantes, los cuales portan armas de fuego para matar y herir a policías y al pueblo que apoya mayoritariamente al sandinismo, demostrado en las elecciones democráticas de noviembre 2017.

Los estudiantes orientados por la embajada yanqui, ocuparon la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), ubicada al lado de la parroquia Divina Misericordia, desde donde dirigían las acciones violentas contra la población y almacenaban un arsenal de armas, municiones y bombas, levantando barricadas para hacer intransitables las vías principales de Managua y otras ciudades como Masaya, creando el caos y el terror.

Los actos no tienen nada de pacíficos, queman, matan y hieren a todo el que se les ponga delante, los delincuentes organizan el pago de peajes ilegales para extorsionar a los que necesiten transitar por esas calles tomadas por la llamada “oposición”, algo que la curia católica no menciona.

Todo el teatro mediático está estudiado para trasladar la imagen de un gobierno represivo, a pesar de que las agresiones con armas y cocteles molotov fueron iniciadas por los “opositores pacíficos”, pero ante esa realidad que tratan de deformar, el clero católico calla en total complicidad con las acciones terroristas.

La violencia, el asesinato y la mentira no están contempladas dentro de la ley de Dios y debe ser condenada, no apoyada y respaldada por una curia reaccionaria, esa que estuvo al lado de la contrarrevolución armada, entrenada y financiada por la CIA contra Nicaragua en la década de los años 80.

Basta de hacer propaganda contra los gobiernos de izquierda de la región, a la vez que no condenan los abusos de gobiernos pro yanquis que ahogan a los pueblos, con medidas neoliberales y represiones salvajes como las que se producen en Argentina y Brasil, los asesinatos selectivos de líderes sociales en Guatemala, Honduras, Colombia y los cientos de miles en México, sin que la Iglesia los condene.

No se puede querer ser juez y parte para después hacerse el mea culpa hipócritamente.

Los jóvenes que mueren en Nicaragua son responsabilidad de los que salieron a las calles armados; tal situación de pacífica no tiene ni la más mínima pinta, a otro con eso cuento.

La propia Asociación Nicaragüense pro Derechos Humanos, asegura que los paramilitares usan armas de alto calibre y los manifestantes “opositores” portan armas y bombas artesanales.

¿No ven esos actos los obispos y sacerdotes nicaragüenses? ¿Por qué no hay una condena contra los que asesinan a policías y seguidores de Ortega?

Para sellar su complicidad con quienes organizaron e iniciaron la violencia y la muerte, el Cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, declaró hace unas horas: “urge la intervención de los organismos internacionales para evitar la repetición de esa noche de temor y balas”, después que lael Cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes acogiera a los opositores que tenían tomada la Universidad. Sin embargo, el prelado no hace un llamado a los manifestantes a terminar con sus actos terroristas.

Dios los condenará a todos, pues siempre dijo: amaos los unos a los otros.

Cada cual cargará con su responsabilidad histórica y todos serán analizados en el juicio final, pero como sentenció José Martí:

“Hay hombres que viven contentos, aunque vivan sin decoro… y cuando hay muchos sin decoro, hay siempre otros que en sí tienen el decoro de muchos hombres”.

 

 

 

 

 

Intensifica Estados Unidos su accionar subversivo en Cuba


Por Arthur González

Cuando Barack Obama anunció el 17.12.2014 el restablecimiento de relaciones diplomática con Cuba, cortadas por Estados Unidos en enero de 1961, hubo quienes aseguraron que las medias tomadas iban en el camino correcto pero muy limitadas.

No se puede calificar de camino correcto esas acciones acordadas por su Consejo de Seguridad Nacional, pues en su discurso Obama puntualizó con claridad que la nueva política reemplazaba una vieja, que no logró en 58 años derrumbar el socialismo cubano y por tanto había que cambiar de estrategia si se querían alcanzar los resultados deseados.

Una de las nuevas líneas de trabajo diseñadas contra la Revolución es su accionar subversivo sobre el sector no estatal, aprovechando la ampliación que hizo el Gobierno cubano en ese sentido, de ahí que Obama fue enfático al exponer en sus discursos que:

“Estas medidas servirán para fomentar aún más los contactos personales, respaldar con mayor fuerza a la sociedad civil en Cuba. Nuestros esfuerzos se enfocan en promocionar la independencia de los cubanos para que no tengan que depender del estado cubano. Los cambios introducidos en nuestra nueva política potenciarán aún más nuestro objetivo de empoderar al pueblo cubano”.

Al aprobar un paquete de medidas relacionadas con el comercio con la Isla, no hubo subterfugios y se explicó notoriamente que solo eran para el sector privado cubano, algo que Penny Pritzker, Secretaria del Departamento de Comercio se encargó de exponer el 26 de enero del 2015 en su cuenta de Twitter:

Las provisiones están diseñadas para apoyar al sector privado emergente en Cuba y colocarnos más cerca de alcanzar las metas históricas de política exterior del presidente Obama y fortalecer la sociedad civil cubana”.

De ahí que se iniciaran diferentes cursos de preparación para los denominados “jóvenes emprendedores”, como los impartidos por la Iglesia Católica, denominados Cuba Emprende y InCubaEmpresas, el primero en casas sacerdotales de la capital y en otras varias provincias del país, y el segundo en el católico Centro Fe y Cultura Loyola, ubicado en la iglesia del Sagrado Corazón, para lo cual han recibido un fuerte presupuesto del exterior, con el propósito de formar y asesorar, principalmente a los jóvenes, a que impulsen sus negocios privados y cooperativas.

Según la propia iglesia ha dicho, esos empeños persiguen “respaldar al emergente sector privado, fundamentados en la Doctrina Social de la Iglesia Católica y la necesidad de contribuir a su preparación, en espera de la legalización de las pequeñas y medianas empresas privadas”.

No hay dudas de lo que se pretende con esas  «buenas intenciones, pues según declaró el propio Obama, el 17.12.2014:

“…Continuamos pensando que los trabajadores cubanos deben tener la libertad de crear sus sindicatos, así como los ciudadanos deben tener la libertad de participar en los procesos políticos…insistiremos en que la sociedad civil se nos una para que sean los ciudadanos, y no solo los líderes, los que conformen nuestro futuro”.

En esa misma línea y a pesar del discurso provocativo del presidente Donald Trump en Miami el pasado mes de junio, la embajada yanqui en la Habana ha transformado los tres centros ilegales, creados dentro de su recinto para la preparación de la contrarrevolución interna, en aulas para impartirle clases a los jóvenes cubanos.

Para consolidar sus pretensiones de “empoderar al pueblo”, el 6 de junio del 2017 esa misión diplomática informó que su Gobierno decidió ofrecer subvenciones de hasta 100 mil dólares al sector privado cubano, para fortalecer las pequeñas empresas en Cuba, dinero destinado a individuos u organizaciones sin fines de lucro, con el objetivo de preparar a los propietarios no estatales, para que crezcan y puedan tener sostenibilidad, eficiencia, creatividad, servicio al cliente, e innovación.

Las áreas beneficiadas por Washington son la agricultura, el medioambiente, meteorología, salud y cultura.

En cuanto al medioambiente, se valorarán las solicitudes que aborden la pesca sostenible, la contaminación marina, la vida marina en peligro de extinción, la conservación de los arrecifes de coral, de la vida silvestre y de las áreas protegidas.

En materia de salud, los proyectos deberán centrarse en la cooperación en la lucha contra las enfermedades transmisibles y no transmisibles que afectan a las poblaciones de los Estados Unidos y de Cuba, en específico centradas en el Zika, el cáncer y la diabetes. También serán evaluadas las propuestas que promuevan el intercambio cultural, mejoren la comprensión mutua, contribuyan a una mayor capacidad técnica en las profesiones culturales y las artes.

Todo está esbozado con mucha “nobleza”, como si los cubanos no tuvieran memoria de la guerra biológica a la que es sometida Cuba, como fue la Fiebre Porcina Africana, la Roya de la caña de azúcar, el Moho Azul del Tabaco, la Tristeza del Cítrico, la Broca del Café, el Dengue Hemorrágico, causante de cientos de muertos en su primera aparición en la Isla en 1981, entre muchas otras plagas y enfermedades inexistentes en Cuba.

Bien se conoce que en el llamado Fort Detrick, en Maryland, existe un centro de investigación biológica y de desarrollo de armas químicas, dedicado desde hace más de 50 años a detectar enfermedades mediante una “manipulada ingeniería de la infección”.

Hace unas décadas cambió de nombre, denominándose ahora , supervisado por Departamento de Defensa, el Departamento de Seguridad Interna, la CIA y el Instituto Nacional del Cáncer.

Como reconoció el canciller cubano Bruno Rodríguez, el 19.06.2017 en conferencia de prensa en Viena, Austria:

“…es falso afirmar que el presidente Obama hizo concesiones a Cuba, mantuvo en lo fundamental el Bloqueo y trató de avanzar los intereses norteamericanos, e incluso de subvertir el orden constitucional en nuestro país…”

Aunque edulcoren la estrategia todo va encaminado a minar las bases de la sociedad cubana para lograr su deseado “Transito pacífico hacia el capitalismo”.

Que los compren quienes no los conocen, porque como aseguró José Martí:

“…de esa tierra no espero nada más que males”

Iglesia Católica cumple su parte en la política de Estados Unidos contra la Revolución.


Por Arthur González.

No por ser conocidas las posiciones históricas de la Iglesia Católica cubana respecto a la Revolución cubana, deja de llamar la atención su participación en los planes trazados dentro de la nueva Directiva Presidencial PPD-43, del presidente Barack Obama hacia la Isla, por su forma tan abierta y pública.

Un artículo del folletín anticubano Diario De Cuba, DDC, sufragado con dinero de la Casa Blanca como parte de su guerra psicológica contra el pueblo cubano, dio a conocer los “avances” de la Iglesia en el pretendido empoderamiento que tanto desea ejecutar Estados Unidos, especialmente con los jóvenes.

De acuerdo con lo comentado por DDC:

«Muchos de los ncubaemprendeegocios privados exitosos de La Habana y otras ciudades del país tienen la huella del Proyecto Cuba Emprende (PCE), una iniciativa de la Iglesia Católica en Cuba que ofrece formación y asesoramiento a emprendedores privados”.

En el año 2012 el Arzobispado de La Habana comenzó esa acción dirigida a los jóvenes que deseaban iniciarse como trabajadores privados, utilizando locales en sus parroquias, a pesar de que entre sus misiones en la Isla no se contempla la formación, ni educación de la población, excepto la evangélica. Se desconoce quien aporta el amplio financiamiento que poseen.

No hay dudas que lo ejecutado por la Iglesia Católica cumple al pie de la letra, lo señalado el 17.12.2014 en el Comunicado Oficial de la Casa Blanca, al informar el restablecimiento de relaciones diplomáticas con el gobierno de Cuba, donde se afirma sin tapujos:

“Los cambios introducidos en nuestra nueva política potenciarán aún más nuestro objetivo de empoderar al pueblo cubano”.
“Nuestros esfuerzos se enfocan en promocionar la independencia de los cubanos para que no tengan que depender del estado cubano”.
“La administración continuará implementando programas de EE.UU. enfocados en promover el cambio positivo en Cuba…”.
“Al final, los cubanos conducirán las reformas económicas y políticas”.

Reafirmando el diseño de su nueva estrategia para desmontar el socialismo cubano desde adentro, el 26 de enero del 2016 fueron publicadas nuevas medias que flexibilizan el control y las regulaciones impuestas por Estados Unidos, pero al respecto, la Secretaria de Comercio, Penny Pritzker, aseguró en su cuenta Twitter:

“Las provisiones están diseñadas para apoyar al sector privado emergente en Cuba y colocarnos más cerca de alcanzar las metas históricas de política exterior del presidente Obama y fortalecer la sociedad civil cubana”.

Estos elementos prueban que el Proyecto Cuba Emprende, iniciado por la Iglesia en mayo del año 2012, está dentro de los planes yanquis de inculcarle a la juventud cubana que el trabajo privado, independiente del Estado, le reportará mayores beneficios, al considerar que “la economía socialista es un fracaso”.

Para introducir esa línea de pensamiento cuentan con tres sedes en el país, la primera abierta en el Centro Cultural Padre Félix Varela, ubicado en el edificio que antes ocupó el Seminario de formación de sacerdotes católicos San Carlos y San Ambrosio, en la Habana Vieja.

Los otros dos fueron abiertos en parroquias católicas en las provincias de Cienfuegos y Camagüey, todos tolerados por las autoridades estatales cubanas a pesar de no contar con respaldo legal para tales actividades.

Según las bases del Proyecto Cuba Emprende, está dedicando a “entrenar a los jóvenes en temas que les permitirán desarrollar una empresa privada próspera”, con el apoyo de profesores cubanos y extranjeros procedentes de universidades españolas y de otros países.

Desde hace cuatro años Cuba Emprende ha desarrollado cursos de larga duración, talleres, encuentros, expo-ferias y otras variantes formativas y de asesoría.

La actuación de la Iglesia Católica no deja lugar a dudas y para aclararle a los incrédulos, solo deberán leer lo expresado en la actual Directiva Presidencial de Obama, la cual señala:

Estados Unidos desea “Una Cuba próspera y estable que brinde oportunidades económicas a su pueblo. […] así como el desarrollo de un sector privado que ofrezca mayores oportunidades económicas para el pueblo cubano. […]”

“Los esfuerzos de normalización han aumentado las expectativas de los cubanos, de mayores oportunidades económicas. Se calcula que 1 de cada 4 cubanos empleados participa en un sector de emprendedores, un sector privado emergente, dinámico e independiente. La expansión del sector privado ha aumentado los recursos para las personas cubanas y ha creado aperturas incipientes para que los emprendedores cubanos participen con empresas y organizaciones no gubernamentales de los Estados Unidos […]

[…] “Los Estados Unidos continuarán apoyando vínculos entre personas por medio de intercambios del gobierno o patrocinado al nivel privado, incluyendo los temas de educación, cultura, negocios, ciencias, medioambiente, tecnología y deportes”.

La respuesta del por qué Obama autorizó la participación de las empresas de telecomunicaciones estadounidense en el mercado cubano, está recogida explícitamente en la mencionada directiva, al exponer:

“…el aumento del acceso a Internet está impulsando la conectividad de los cubanos con el mundo y expandiendo las capacidades del pueblo cubano, especialmente de los jóvenes, para intercambiar información e ideas. Los Estados Unidos están preparados para apoyar políticas del gobierno cubano que promuevan la igualdad social y la actividad económica independiente”.

Los yanquis no hacen nada por gusto y ahí están sus dobles intenciones.

Sus propósitos ya no se clasifican como Top Secret; su nueva política expone abiertamente los objetivos a alcanzar y lo mismo hacen aquellos que como la Iglesia Católica participan en el intento por desmontar el socialismo cubano desde adentro.

No en balde la candidata presidencial Hillary Clinton apoya la línea de Obama, algo que recalcó en Miami el mes de agosto del 2015, cuando expresó:

[…] “pude comprender que nuestra política de aislar a Cuba estaba fortaleciendo las garras de Castro en el poder en vez de debilitarlas, […] estábamos ayudando al régimen para que mantuviera a Cuba como una sociedad cerrada y controlada, en vez de promover la apertura positiva a la influencia externa en la misma forma que lo hicimos de forma tan efectiva con el antiguo bloque Soviético y en otros lugares…”

La posición de la Iglesia Católica cubana recuerda obligatoriamente la llamada Santa Alianza, establecida entre el presidente Ronald Reagan y el Papa Juan Pablo II, para derrotar el socialismo en Europa del Este, tomando a Polonia como punta de lanza.
De ahí que la propia Directiva PPD-43 reconoce que:

“Consultaremos con actores no gubernamentales, como la Iglesia Católica y otras entidades religiosas…”
La historia se encargará de juzgarla por su participación en la criminal Operación Peter Pan, en el apoyo y estimulación a las organizaciones contrarrevolucionarias de corte terrorista de los años 60 del siglo XX y sus pastorales oportunistas de los años 90, cuando pensaban que la Revolución caiga cual ficha de dominó, junto al resto de los países socialistas europeos.

No hay nada contra la religiosidad, sino frente a las posiciones pro yanquis que persiguen el cambio de sistema en una Isla que logró romper las cadenas de la desigualdad, el desempleo, el analfabetismo y las inmensas diferencias sociales, con las que convivió la Iglesia Católica cubana sin exigir nunca la desaparición de aquel sistema capitalista.

Una vez más tendremos que recordar a José Martí cuando dijo:

“¡Ah! La religión, falsa siempre como dogma a la luz de un alto juicio…”

Las proyecciones de Cuba Posible


Por Arthur González

Desde hace algunos meses la revista “Cuba Posible” muestra proyecciones y pretensiones para lograr un cambio en Cuba, y muchas de sus propuestas tienen coincidencias con la nueva táctica del Gobierno de Barack Obama, para alcanzar la deseada Transición hacia el capitalismo, o sea destrlogouir a la Revolución socialista.

Sus editores proceden de la revista del arzobispado de la Habana denominada “Espacio Laical”, donde aseguran haber tenido que renunciar “al no ser comprendidos por sectores importantes de la estructura eclesial, cuando reclamaba un quehacer político leal a la nación; pedían ser constructivos, y nunca dañar al pueblo al implementar políticas favorables al Gobierno o en contra del mismo”.

Esta afirmación esclarece las posiciones políticas de los editores de la actual publicación “Cuba Posible”, la cual vio la luz coincidentemente al regreso de un viaje por España.

Empleando un lenguaje rebuscado para aparentar un alto vuelo académico y quizás intentar encubrir posiciones contrarias al sistema socialismo cubano, ambos laicos desarrollan teorías en ocasiones alejadas de la historia de la Isla y sus luchas por lograr la emancipación de España y después de los Estados Unidos.

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Presiones sobre cardenal cubano


Por Arthur González

Una de las contrarrevolucionarias mejor pagadas por Estados Unidos, la inculta y grosera Berta Soler, desde hace años insiste en su enfrentamiento con el cardenal cubano Jaime Ortega Alamino, porque este no apoya su juego sucio de querer utilizar a la Iglesia Berta Soler22Católica, como pantalla protectora para sus provocaciones orientadas desde Miami.

No por gusto lo acusa constantemente de “complicidad” con el Gobierno cubano y poco le falta para catalogarlo de comunista, al negarse a reconocer sus inventadas represiones y listas de supuestos presos políticos, cuando en realidad han cometido delitos de otra índole.

Como prueba de que ella estaba detrás de la provocación efectuada durante la misa del Papa Francisco en la Habana, cometida por tres elementos sin historial político, ahora le reclama al cardenal Ortega que interceda por ellos, los cuales fueron detenidos por poner en peligro la seguridad del Santo Padre, motivo por el cual la guardia suiza que le da protección, actuó rápidamente entregándolos a las autoridades cubanas.

Es evidente que la grosera Berta Soler participó en la preparación dcr plazae ese acto, con el objetivo de buscar visibilidad en los medios de prensa, pero no le salió bien, al ser la seguridad personal del Papa quien lo impidiera y el mundo pudo observar cómo eran aguantados por gente del pueblo, incluso de la tercera edad, accionar bien diferente a lo que ocurre en el mundo pues es otros países policías armados con cascos, escudos y chalecos antibalas, los hubiesen apaleados de inmediato.

Ella parece que no quiere recordar como en la ciudad estadounidense de Ferguson, la policía mató a tiros a un joven negro ante la presunción de que portaba un arma de fuego. Sin embargo, ni ella ni los que acusan a Cuba de racismo, levantaron sus voces para condenar tales crímenes y atropellos contra sus hermanos de raza.

Ahora los tres provocadores se encuentran detenidos en el centro de procesamiento e instrucción penal de la policía, hasta tanto culminen las investigaciones, pero la asalariada desea conformar una campaña de prensa a su favor, como si las acciones ejecutadas no fuesen constitutivas de delito.

Para no dejar dudas de que todo fue premeditado con alevosía, la inculta y grosera Soler, hizo declaraciones al libelo financiado para las campañas mediáticas contra la Revolución, “DIARIO DE CUBA” en las que aseguró que “había solicitado una cita con el cardenal, pero fue imposible fijar un día porque este debe viajar esta semana a Roma y no regresará a Cuba hasta mediados del mes de noviembre”.
Ahora empieza una nueva etapa de acusaciones falsas y suplicas por tres personas que en Europa o Estados Unidos nadie intercede, al conocer que su accionar es sancionado fuertemente por las leyes, más aún con los antecedentes de la agresión física que sufriera San Juan Pablo II en Roma.

Realmente la inculta se ha creído la historia de que ella es una “gran personalidad”, porque fue recibida por Barack Obama hace dos años, en casa del presidente de la Fundación Nacional Cubano Americana, sin percatarse que ella no es más que una ficha de la política anticubana de Estados Unidos y sus días están contados, por lo que cual Cenicienta volverá a ocupar el lugar que tenía antes de ser utilizada para encabezar las provocaciones con las llamadas “Damas” de Blanco.

Berta debería leer y especialmente a José Martí, para interpretar sus palabras cuando aseguró:

“Más culpables son los delitos por la intención que los engendra, que por el modo con que se cometen”.