A Cuba elogiando, pero con el mazo dando.

Por Arthur González.

El presidente de los Estados Unidos acaba de hacer declaraciones sobre las conversaciones que se llevan a cabo en La Habana entre las partes integrantes del conflicto colombiano que buscan afanosamente la paz en ese país.

Según divulgó Telesurtv el 24.01.2016, Barack Obama reconoció el papel positivo de Cuba como garante de esas negociaciones y dijo textualmente durante una entrevista concedida al diario colombiano El Tiempo:

“Agradezco al Gobierno de Cuba por acoger las negociaciones de paz, las cuales se han adelantado durante el restablecimiento de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba”.

Contradictoriamente, Estados Unidos mantiene siete bases militares en Colombia por un acuerdo autorizado en el 2009 por el entonces presidente Álvaro Uribe, y firmado el 30 de octubre de 2009 por el canciller colombiano Jaime Bermúdez y el embajador de Estados Unidos, William Brownfield, con el pretexto de enfrentar el narcotráfico, pero realmente era para apoyar al Gobierno en su guerra de 50 años contra los guerrilleros.

Es bien conocido que Uribe se opone a una solución pacífica del conflicto y ha intentado torpedearlo por todos los medios a su alcance, en consonancia con los intereses de Estados Unidos en la zona.

Pero, a pesar de las acciones positivas de Cuba en la región, la Casa Blanca continua con su política hostil sin cambios significativos, solo algún que otro maquillaje para dar la imagen de que tiene buenas intenciones, pero en la práctica hace todo lo contrario.

La prueba de lo antes expuesto es la nueva multa impuesta, hace solo unos días, por la Oficina de Control de Activos Extranjeros, OFAC, a la WATG Holdings Inc., de Irvine, California, debido a que su subsidiaria británica, la compañía Wimberly Allison Tong and Goo, Limited, llevó a cabo un proyecto arquitectónico por encargo de una empresa de Qatar, para un hotel que deseaban construir en la Habana, en la esquina del Paseo del Prado y Malecón.

Por dicho proyecto la compañía de Gran Bretaña recibió en el mes de mayo del 2010, un pago total de 284 mil 515 dólares.

Al enterarse los investigadores de la OFAC, dedicados a la percusión de todas las transacciones bancarias en dólares que se ejecutan mundialmente hacia y desde Cuba, le comunicaron a la casa matriz WATG Holdings Inc., que se le había impuesto una multa ascendente a 260 mil dólares, por haber violado las regulaciones vigentes contra Cuba.

Según la comunicación de la OFAC, la entidad en cuestión violó las regulaciones establecidas en el 31 CFR del epígrafe 501.201, apéndice A, que contempla las medidas concretas para el control de los activos cubanos, divulgadas el 9 de noviembre del año 2009 bajo la administración del propio presidente Obama.

La compañía estableció rápidamente negociaciones con la OFAC, y esta aceptó rebajarle la multa a 140 mil 400 dólares, bajo el compromiso de no ejecutar ningún contrato relacionado con Cuba.

Al constatar esas acciones se aprecia realmente que Obama no tiene la menor intención de aflojar el nudo alrededor del cuello de los cubanos y solo pretende aprobar aquellos aspectos que son de su interés, con vistas a ejecutar acciones subversivas que persiguen como objetivo el desmontaje del socialismo.

Hasta la fecha, Obama no ha aprobado ninguna medida que sea del interés de Cuba para alcanzar su desarrollo.

Empleando un lenguaje respetuoso, el Presidente mantiene el mismo camino que sus antecesores, porque como explicó en su discurso del 17.12.2014:

“La administración continuará implementando programas de Estados Unidos enfocados en promover el cambio positivo en Cuba…”

Así no se podrán normalizar las relaciones porque los Estados Unidos solo tienen el interés de cambiar el rumbo socialista de Cuba, con el fin de anexársela ideológicamente.

Por esas razones José Martí afirmó:

“…la intriga de la anexión será el recurso continuo de los que prefieran la unión desigual con un vecino que no cesará de codiciarnos, al riesgo de su propiedad o a la mortificación de su soberbia”.