Por Arthur González.
Documentos oficiales confirman que Lech Walesa, fue confidente de la Seguridad polaca durante el gobierno socialista, según divulgó hace pocos días la agencia de prensa española EFE.
Ante tales revelaciones, el ex presidente y líder del Sindicato de Solidaridad, creado y financiado por la CIA, con total colaboración y apoyo del Vaticano bajo la tutela de San Juan Pablo II (según documentos publicados en la prensa estadounidense), ha negado rotundamente que fuera un espía de los órganos de la seguridad polaca.
Realmente el tema no es una sorpresa, porque de haberlo sido sería uno más de los cientos de “disidentes” que trabajaron para la Seguridad, como también lo fue el ex presidente de Checoeslovaquia Vacla Havel.
Es sabido que los llamados “disidentes” buscan dinero a toda costa, tener libertad de actuación bajo la protección de los oficiales de la Seguridad que los dirigen y a la vez recibir financiamiento del exterior, pero sobre todo mucha divulgación, para ser fabricados de la noche a la mañana en figuras internacionales, premiadas constantemente.
Cuba es un vivo ejemplo de casos similares.