Los yanquis ordenan y sus lacayos cumplen.


Por Arthur González.

Desde 1959 el gobierno de Estados Unidos y la CIA, iniciaron una guerra psicológica contra la naciente Revolución cubana, encabezada por Fidel Castro, a quien el presidente D. Eisenhower y el director de la CIA, Allen Dulles, no querían para dirigir a Cuba, como expresaron en la reunión del Consejo de Seguridad, celebrada el 23 de diciembre de 1958: “Debemos evitar la victoria de Castro”.

Por la animadversión hacia el líder cubano, la CIA desató una amplia campaña de mentiras, con el objetivo de desacreditarlo ante la opinión pública, algo que el propio Fidel Castro denunció en 1959 durante la conocida Operación Verdad.

Se iniciaba así la cruzada mediática contra la naciente Revolución, que aun 60 años después se mantiene e intensifica.

Muchas han sido las mentiras elaboradas por especialistas en guerra psicológicas de la CIA, consumiendo presupuestos millonarios que no le han servido para nada.

Documentos desclasificados de la CIA confirman su participación, como se expone en el Proyecto Cuba:

[…] “La reunión de la OEA (nota: contra Cuba) será apoyada por demostraciones públicas en América Latina, generadas por la CIA y las campañas psicológicas asistidas por USIA”.

En los años más recientes esa guerra se centró en varios temas: los inventos de las “violaciones de los derechos humanos”, “falta de libertades”, incluida la religiosa, “esclavitud de los médicos” y todo lo pueda crear una matriz de opinión negativa contra Cuba.

Para ejecutarlo, fabrican “disidentes” que se encargan de divulgar sus falsedades, como el caso de José Daniel Ferrer, quien intentó acusar a un policía cuando estaba detenido, de que lo había golpeado, sin saber que una cámara oculta filmaba su auto agresión, pero aun viendo ese espectáculo el Parlamento Europeo, bajo las presiones yanquis, se hacía eco de la denuncia del mercenario.

La más reciente campaña es contra el Decreto Ley 370 “Sobre la informatización de la sociedad cubana”, en el cual se establece como una contravención: “Difundir, a través de las redes públicas de transmisión de datos, información contraria al interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas”.

Ante esto, los yanquis se asustaron porque les impide hacer campañas subversivas a través de las redes, algo que soñaron desde 1996 cuando la Rand Corporation, del Instituto de Investigaciones para la Defensa Nacional, preparó un estudio para el Departamento de Defensa, que expresa:

“Es nuestro interés ayudar a la apertura y forzar el surgimiento de una sociedad civil independiente, mediante el empleo del enlace de Cuba a Internet, utilizándola para transmitir noticias y análisis balanceados, promover su uso por ONG cubanas, universidades y otros destinatarios”.

Similar interés se aprecia en las declaraciones del senador Marco Rubio, durante evento celebrado el 2012, en la Fundación Heritage, de conjunto con Google Ideas:

“El sistema totalitario cubano podría derrumbarse si todos los cubanos tuvieran libre acceso a Internet, porque Cuba seguiría la misma suerte de aquellos países que pasaron la Primavera Árabe”.

Basado en ese propósito, el presidente Barack Obama, aprobó, durante su segundo mandato, la licencia a Google para entrar en Cuba, con el fin de llegar con sus informaciones distorsionadas, sus símbolos y sus valores, a la juventud cubana, por eso al hacerlo afirmó:

Podemos hacer más para apoyar al pueblo cubano y promover nuestros valores a través del compromiso”. “Los cambios introducidos en nuestra nueva política potenciarán aún más nuestro objetivo de empoderar al pueblo cubano. […] y brindarles nuevas fuentes de información…”

Ante esos planes subversivos, la Revolución cubana tiene el derecho de defenderse legalmente, aunque ladren los lacayos dirigidos y financiados con los dólares norteamericanos.

No importa el partido que esté en el poder, ambos persiguen el mismo fin, destruir el proceso revolucionario de Cuba a como dé lugar y para eso destinan millones de dólares.

El actual mandatario Donald Trump, dijo durante su campaña electoral en 2016:

Reclamamos una plataforma aérea para las transmisiones de Radio y TV Martí, y la promoción del acceso a Internet como herramienta tecnológica para fortalecer el movimiento pro democracia en Cuba.”

Por estas razones hoy observamos como los principales lacayos financiados por los yanquis, se lanzan contra el Decreto Ley 370, como si fuese algo extraterrestre y que ningún otro país tuviera leyes semejantes.

¿Por qué no condenan la plataforma Twitter o a Facebook, cuando cancelan cuentas de usuarios que defienden a la Revolución y combaten las calumnias de aquellos financiados por los yanquis para mentir contra Cuba?

Eso sí impide la libre expresión y el pensamiento, pero como es a favor de Cuba no les importa.

¿Qué derecho tiene el construido Observatorio Cubano de Derechos Humanos, pagado con dinero yanqui, de acusar a Cuba? Sigue leyendo

Encargada de Negocios de la embajada yanqui en Cuba se reunió con elementos contrarrevolucionarios.


Por Arthur González.

En franca actitud provocativa para que las autoridades cubanas la expulsen y justificar así medidas de respuestas del gobierno de Estados Unidos, Mara Tekach, Encargada de Negocios de la Embajada yanqui en La Habana, se reunió el martes 10 de diciembre 2019, con varios de los contrarrevolucionarios financiados por la Casa Blanca desde hace 60 años.

En su fallido intento por fabricar una oposición a la Revolución, la diplomática yanqui conversó con un reducido grupo de esos subordinados a los dictados de Estados Unidos, entre ellos la desprestigiada Martha Beatriz Roque Cabello, la misma que hace pocos años los engañó diciendo que estaba en huelga de hambre y casi moribunda, hasta que la Tv cubana divulgó las filmaciones de como recibía por una ventana de su vivienda, aguacates, calabazas y habichuelas, para alimentarse, unido a vigorosas sopas de pollo.

Triste papel tiene que jugar la diplomática, quien conoce perfectamente que todos esos “opositores” solo buscan dinero y visas del programa de refugiados, para emigrar a Miami sufragados con los impuestos que anualmente desembolsan los ciudadanos norteamericanos, para mantener a esos cubanos que ni trabajan ni producen.

Ninguno de ellos representa a la sociedad cubana de trabajadores, campesinos, estudiantes, artistas, intelectuales, deportistas y profesionales, que resisten unidos los 60 años de guerras económica comercial, financiera y biológica impuesta por Estados Unidos contra el pueblo cubano.

Los que dicen ser “reprimidos” por las autoridades cubanas, se presentaron bien vestidos, gordos y relucientes, ante la representante del presidente Donald Trump, ese que se ensaña contra el pueblo cubano con la pretensión de matarlo por hambre y enfermedades, como propuso en abril de 1960 el entonces subsecretario de Estado Lester Mallory, para congraciarse con la mafia terrorista anticubana de Miami, en sus aspiraciones electorales.

La nueva campaña mediática intenta crear la matriz de opinión de que la Revolución “arremete contra los opositores”, mediante “arrestos domiciliarios”, algo que nadie ve, ni es comprobado por la Iglesia Católica, ni las cristianas, la prensa extranjera e incluso por las embajadas de cientos de países acreditadas en La Habana.

Ya la vieja y gastada información de la “represión” contra los contrarrevolucionarios y las mentiras sobre los “detenciones arbitrarias” no funcionan, por tanto, la nueva línea estructurada son los llamados “arrestos domiciliarios”, ridícula mentira que se desboronará como las anteriores.

¿Qué elemento contrarrevolucionario en Cuba ha sido reprimido con métodos similares a los que el mundo observa en Chile, Ecuador, Bolivia, Colombia, Francia y otros países? Ninguno.

El uso de Internet en Cuba, que tanto ambicionaron los yanquis desde que, en 1996, fue propuesto por la RAND Corporation para la subversión en la Isla, permite divulgar lo que sucede con una inmediatez inimaginable hace pocos años, y no existe en las redes sociales una sola imagen de esa falsa e inflada represión, que dicen padecer los elementos contrarrevolucionarios, cada vez con más exceso de peso.

Ni una sola de las llamadas “damas” de blanco está escuálida, todas pesan cientos de kilogramos y con una celulitis propia de mujeres obsesas.

La inventada represión contra José Daniel Ferrer, quedó desbarata con el video mostrado al mundo, donde se pudo comprobar cómo se auto agredió para culpar a uno de los funcionarios que lo entrevistaron, las visitas familiares que tuvo, la fortaleza física que posee y el sobre peso corporal, a pesar de las mentiras expuestas por su actual esposa junto a la diplomática yanqui.

Es fallida e inservible la política yanqui, que no logra su añejo sueño de retrotraer a los cubanos al pasado, aquel donde los marines yanquis se emborrachaban en bares y burdeles para después orinarse encima de la estatua de José Martí, Apóstol de la Independencia de Cuba.

El Departamento de Estado yanqui y su jefe Mike Pompeo, se desgastan a diario orientando a la diplomática Mara Tekach, la que pasará a la historia sin penas ni glorias, igual que sus antecesores, uno de los cuales informó secretamente a su gobierno el 15 de abril 2007, en el cable 07HAVANA252:

“Martha Beatriz Roque Cabello dijo al Jefe de Misión y al Consejero político, el 14 de marzo 2007, que ella se retiraba de sus actividades diarias con Asamblea para la Promoción de una Sociedad Civil, por razones de salud y también para concentrarse en una perspectiva más abarcadora. Su objetivo para los próximos meses es planificar cómo movilizar a un millón de cubanos para que se lancen a las calles, en demanda de importantes cambios políticos y económicos”.

Han transcurrido 12 años y la protagonista de la “Huelga del Aguacate”, no ha podido reunir ni 12 contrarrevolucionarios en las calles, mientras el pueblo cubano marcha todos los 1ro de mayo por las plazas del país en apoyo a su Revolución, algo que por mucho que les duela a los yanquis, no pueden ocultar.

Los yanquis deberían estudiar a José Martí para comprender cuando aseguró:

“Las empresas históricas son imposibles cuando no las desea y alienta la voluntad de un pueblo”

Sueños de una noche de verano a través de las redes sociales.


Por Arthur González.

Estados Unidos sueña con ver manifestaciones populares en las calles de Cuba, con miles de personas exigiendo la caída del socialismo, como las que provocaron en países que tenían gobiernos no aceptables para los yanquis.

Ahora intentan aprovechar, para sus fines, el desarrollo de las tecnologías introducidas por el gobierno cubano que busca lograr la informatización de la sociedad cubana, a pesar de las limitaciones que impone la guerra económica, comercial y financiera, aplicadas por leyes yanquis.

Desde que el Ministerio de Comunicaciones cubano inició el desarrollo y aplicación de esas tecnologías informáticas, Estados Unidos se relamió los bigotes e inició un diseño subversivo para poder llegar hasta los jóvenes, envenenarlos con noticias falsas, mensajes sediciosos e inducirlos a ejecutar su estrategia de forma sutil e inteligente, valiéndose del apoyo de algunos de sus asalariados en la Isla.

Por eso no es casual que hayan construido informaciones falsas, de que el gobierno revolucionario pretendía impedir las redes privadas, integradas mayoritariamente por jóvenes interesados en compartir videos juegos y competir sanamente.

El 29 de julio 2019, el Ministerio de Comunicaciones de Cuba puso en vigor dos nuevas resoluciones para ordenar el espectro radioeléctrico, como sucede en todos los países del mundo, aunque novedoso entre los cubanos que, por las leyes del bloqueo y sus consecuencias financieras, llegaron varias décadas después a ese desarrollo tecnológico.

Las resoluciones 98 y 99/2019 consisten en legalizar la existencia de redes privadas de personas naturales, tanto alámbricas como inalámbricas y establecer los procedimientos reglamentarios para ordenar el espacio radioeléctrico y optimizar su empleo, posibilitando que los Joven Clubs asuman la conexión inalámbrica de todas las redes privadas existente, teniendo como base que esos locales cuentan con mayores capacidades técnicas e infraestructura instaladas.

Esas resoluciones legalizan las conexiones inalámbricas que antes operaban en la ilegalidad, y establecen los límites de potencia en el que podrán operar las antenas y dispositivos Wifi, para evitar interferencias con el sistema nacional de telecomunicaciones.

Funcionarios del Ministerio de Comunicaciones aseguran que “todas las personas naturales que tengan su licencia pueden conectarse a los Joven Clubs. Ese servicio irá creciendo a partir del aumento de la infraestructura en todas las provincias. En total suman más de 600 instituciones, de las cuales 270 tienen acceso a la fibra óptica”.

Ante las reales limitaciones tecnológicas del país, se les brinda a los usuarios de esas redes, la posibilidad de hacerlo empleando las condiciones técnicas instaladas en los Joven Clubs, creados hace dos décadas precisamente para que jóvenes y adultos pudieran recibir capacitación y aprovechar los recursos técnicos de forma totalmente gratuita, instalados por el Estado.

Con la entrada en vigor de las resoluciones, asalariados como Yoani Sánchez, iniciaron una campaña para distorsionar la realidad, con el propósito de sembrar veneno entre los jóvenes integrantes de la SNet, (Street Network), comunidad inalámbrica que brindaba servicios informáticos ilegales, para las redes sociales, servidores de juegos, sitios de compraventa, Wikipedia y noticias, a unos 40 mil usuarios, según afirman sus administradores.

En contacto con algunos de sus integrantes, Yoani Sánchez, bloguera reclutada en Madrid en 2004 por un agente CIA, y otros elementos que mantienen contacto con personajes en el exterior, convocaron a una manifestación en un parque frente al Ministerio de Comunicaciones, para protestar por las resoluciones, con el propósito de provocar un enfrentamiento de los jóvenes con las autoridades, algo soñado por los yanquis desde 1989, después de la caída del bloque socialista europeo.

Diferentes mensajes fueron enviados por Facebook, en los que se puede leer la intensión de instigar malsanamente a los integrantes de la SNet:

“Luchamos y exigimos tener una SNet autónoma que mantenga el proyecto social que ha tenido durante todos estos años, que llega a tantos hogares y familias cubanas”.

¿En que país del mundo se puede estar al margen de las empresas de telecomunicaciones establecidas? Ni radio, televisión, comunicaciones, ni redes informáticas funcionan sin control y contratos remunerados.

Muchos de los usuarios de la SNet nunca estudiaron los contenidos de las resoluciones 98 y 99 del Ministerio de las Comunicaciones, se dejaron llevar por los mensajes mal intencionados de quienes manipularon los estados de opinión.

Al no materializarse la protesta ambicionada, comenzaron a escribir una novela de terror y misterio, respecto a la supuesta actuación de la Seguridad del Estado, dibujando un sistema muy superior al FBI, que supuestamente controló a los 40 mil de miembros de la SNet, como si ellos fueran el ombligo del mundo y con una reunión en un parque pudieran remover las bases de una Revolución autentica que resiste con valentía y unidad, 60 años de agresiones imperialistas.

El tiro les salió por la culata porque los integrantes de SNet no se prestaron para dicha provocación.

Ante este conato de accionar subversivo recordamos lo expuesto en Miami, agosto 1996, por funcionarios de la RAND Corporation, del Instituto de Investigaciones para la Defensa Nacional de Estados Unidos, en estudio para el Departamento de Defensa, titulado “Las telecomunicaciones cubanas, las redes de computación y sus implicaciones en la política de Estados Unidos, donde aseguran:

“Alentar el enlace de Cuba a Internet y utilizarlo para transmitir noticias y análisis balanceados, promover su uso por ONG cubanas, universidades y otros destinatarios, para ayudar a la apertura de Cuba y forzar el surgimiento de una sociedad civil independiente”.

En esa misma línea de aspiraciones, el Senador Marco Rubio, declaró en un foro de la Heritage Foundation y Google Ideas, en 2012:

“El sistema totalitario cubano podría derrumbarse, si todos los cubanos tuvieran libre acceso a Internet, pues Cuba seguiría la misma suerte de aquellos países que pasaron la Primavera Árabe”.

Barack Obama aprobó la licencia a Google para entrar en Cuba. El objetivo perseguido es llegar con sus informaciones distorsionadas, sus símbolos y sus valores, a la juventud cubana, cuando afirmó:

“Los cambios introducidos en nuestra nueva política potenciarán aún más nuestro objetivo de empoderar al pueblo cubano […] y brindarles nuevas fuentes de información”.

No importa el partido que representen, demócratas y republicanos tienen idénticos propósitos contra la Revolución cubana, por eso Donald Trump, en 2016 durante su campaña dijo:

“Reclamamos una plataforma aérea para las transmisiones de Radio y TV Martí, y la promoción del acceso a Internet como herramienta tecnológica para fortalecer el movimiento pro democracia en Cuba”.

No han podido ni podrán tapar el sol con un dedo. A partir del 14 de agosto 2019, miembros de las redes hacen uso de los servicios que brindan los Joven Clubs, a través de la vía inalámbrica desde sus propios equipos.

El proyecto diseñado para esos centros se extiende a todos los municipios y provincias de la Isla, lo que permitirá que quienes pertenezcan a una red privada de datos a lo largo del país, se conecten y tengan acceso a los servicios que hoy se concentran en La Habana, proceso que se ampliará paulatinamente a medida que se instalen nuevas infraestructuras.

El Ministerio de Comunicaciones aseguró que los programadores de esas redes privadas podrán ser contratados como colaboradores, pues hay mucho talento entre los jóvenes de ellas, formados por el sistema educacional cubano.

Ninguna red privada quedará sin conexión como pretendieron hacer creer los lacayos al servicio de los yanquis, y una vez más los que fueron por lana salieron trasquilados.

La Revolución brinda al pueblo acceso gratuito a la educación para fortalecerse, porque como aseguró José Martí:

“A un pueblo ignorante puede engañársele, pero un pueblo instruido será siempre fuerte y libre”

 

 

¿Qué se esconde detrás de Rosa María Paya?


Por Arthur González.

Desde que Rosa María Paya Acevedo, hija del contrarrevolucionario Oswaldo Paya Sardiñas, contactó con “diplomáticos” yanquis en La Habana, para aquellos buscadores de líderes juveniles cubanos de la CIA, fue como encontrar la combinación de una caja fuerte rellena de dólares, pues notoria es la ausencia de jóvenes que acepten trabajar para organizaciones creadas por los norteamericanos, en su intento por socavar a la Revolución socialista.

De inmediato, los “diplomáticos” informaron a Washington la aceptación de Rosa María de comenzar una campaña contra el gobierno cubano, responsabilizándolo con la muerte de su padre, a cambio de obtener una visa de refugiados políticos para ella, sus dos hermanos y la madre.

Al llegar a Miami fue recibida por Senadores y Congresistas de la mafia anticubana, quienes, junto a especialistas de la CIA en subversión política, la instruyeron en cómo actuar, qué decir y los países que visitaría para iniciar la fabricada cruzada acusatoria contra Cuba.

Al igual que hicieron con Yoani Sánchez, Rosa María fue recibida por miembros del Parlamento Europeo, ex presidentes y senadores latinoamericanos, pero al llegar a España para acusar a Cuba fue remitida a las Cortes de Justicia, donde se ventilaban esos temas.

Ahí mismo se acabó la farsa montada por los yanquis, pues el fallo fue en su contra, ante ausencia de pruebas legales para desmentir al tribunal cubano que juzgó al verdadero responsable del accidente automovilístico, en el cual resultaron muertos su padre y otro contrarrevolucionario que lo acompañaba repartiendo el dinero enviado por Esperanza Aguirre, del Partido Popular, para ejecutar acciones provocativas contra la Revolución.

No obstante, ese revés, los yanquis carentes de líderes jóvenes se aferran a Rosa María para intentar demostrar que sí existen, aunque ella es residente en Estados Unidos y carece de historial contrarrevolucionario en la Isla.

Ese es el motivo por el cual siguen promoviéndola con apoyo de los medios de prensa a su servicio y ejemplo de ello fue el reconocimiento a nombre del condado de Miami-Dade, de Florida, otorgado el 18.06.2019 por el Comisionado de Miami, Esteban Bovo, quien la considera “defensora de la libertad, la democracia y los derechos humanos universales, ser la voz para las personas de Cuba que buscan la libertad y que son oprimidas diariamente bajo el régimen de Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel”.

La maquinaria yanqui está en función de propagandizar que es “una líder” contra el gobierno cubano, muestra del desespero que tienen por conformar una oposición entre los jóvenes de la Isla.

El pasado 13 de junio 2019, Rosa María recibió en Ginebra el Premio Morris Abram de Derechos Humanos, la más alta distinción de derechos humanos de Naciones Unidas Watch.

Se sabe que los yanquis son famosos en construir estrellas al mejor estilo de Hollywood, así lo hicieron con Yoani Sánchez, a quien la revista TIME declaró entre las 100 personas más influyentes del mundo, a solo un año de iniciar el blog Generación Y, construido por la CIAAl año siguiente, la revista People la seleccionó entre las 25 personas más prestigiosas de Latinoamérica, algo totalmente fabricado para darla a conocer en el mundo, proyecto que tampoco impactó entre los jóvenes cubanos.

Todos los planes de la CIA, por seducir adeptos en ese sector de la sociedad cubana, han fracasado a pesar de los millonarios presupuestos destinados para tales fines.

Ni el atractivo programa de becas para estudiar en universidades norteamericanas, lanzado en el 2009, ni los que le siguieron en 2015 y 2017, ni siquiera el más reciente en 2019, obtuvieron resultados.

La autorización del presidente Barack Obama, para que Google pudiera estar presente en la Isla, y ejercer influir en los jóvenes cubanos, no dio los frutos soñados, acción que según declaró el propio senador Marco Rubio en 2012, durante un evento de Google Idea, en la Heritage Foundation:

“El objetivo es derrumbar el sistema totalitario cubano, si todos en Cuba tienen libre acceso a Internet, porque seguiría la misma suerte de aquellos países que pasaron la Primavera Árabe”.

Esa pretensión data de 1996, cuando la Rand Corporation, del Instituto de Investigaciones para la Defensa Nacional de Estados Unidos, preparó un estudio para el Departamento de Defensa, donde afirma:

“Es nuestro interés ayudar a la apertura y forzar el surgimiento de una sociedad civil independiente, mediante el empleo del enlace de Cuba a Internet, utilizándola para transmitir noticias y análisis balanceados, promover su uso por ONG cubanas, universidades y otros destinatarios”.

En resumen, hoy solo les queda manipular la imagen de una joven sin aval alguno, ni reconocimiento en Cuba por la gran masa de jóvenes, ni siquiera entre los elementos contrarrevolucionarios, quienes la califican de oportunista y usurpadora de las actividades de su padre.

Al no tener otra alternativa, se aferran a Rosa María Payá Acevedo y continúan pregonando las falsas acusaciones contra el gobierno de Cuba, responsabilizándolo por la muerte de Oswaldo Payá Sardinas, quien dirigió el exiguo grupúsculo respaldado por la Iglesia Católica cubana, Movimiento Cristiano Liberación, algo totalmente carente de pruebas legales.

En su infértil pataleteo, remitieron una carta a Michelle Bachelet, Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, solicitándole   investigar la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero, pues afirman que “no está aclarada”.

Más de lo mismo para que el tema no se olvide y seguir acusando a Cuba; vieja táctica empleada por la CIA desde 1959 que nunca ha tenido resultados, porque tal y como afirmó José Martí:

“Quien sobre su fama duerme, se despierta desnudo”.

 

Estados Unidos se prepara para subvertir a la Revolución cubana a través de Internet.


 

Por Arthur González.

Sin perder un minuto en su accionar contra la Revolución, el Departamento de Estado celebró el 6 de diciembre 2018, la segunda reunión del Grupo de Trabajo de Internet para Cuba, teniendo como eje principal la promoción de un flujo de “información libre” y sin regulaciones hacia y dentro de la Isla, según declaraciones oficiales de dicho Departamento.

La primera reunión de ese equipo de trabajo se efectuó el 7 de febrero de 2018, según ellos, con el propósito de lograr el “Fortalecimiento de la política de los Estados Unidos hacia Cuba”. Ese grupo de trabajo se creó a partir del Memorando Presidencial de Seguridad Nacional del 16 de junio de 2017.

Estados Unidos presta una especial atención a las posibilidades que abre Cuba para expandir el uso de Internet en la telefonía móvil, algo muy necesario para la informatización de la sociedad y a la que pone especial empeño el Ministerio de Comunicaciones cubano, pero que los yanquis sueñan en utilizarlo para sus acciones subversivas, algo que preparan desde hace muchos años.

En 1996 la del , elaboró un estudio para el Departamento de Defensa, titulado “Las telecomunicaciones cubanas, las redes de computación y sus implicaciones en la política de Estados Unidos”. Dicho trabajo pretendía “ayudar a la apertura en Cuba y forzar el surgimiento de una sociedad civil independiente”.

Los fines eran: “Alentar el enlace de Cuba a Internet y utilizarlo para transmitir noticias y análisis balanceados, promover el uso de Internet por ONG cubanas, universidades y otros destinatarios”.

Roger Noriega, Subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, afirmó en una audiencia congresional celebrada en marzo del 2005:

“Estados Unidos flexibilizó los requisitos de las licencias para que, por primera vez, puedan ser entregadas computadoras personales de alta velocidad, a grupos de la sociedad civil en Cuba”.

Durante evento celebrado en 2012 por la  y Googles Ideas, se elaboró un informe para el gobierno, recomendándole la creación de una red WIFI remota para posibilitar el acceso a Internet de los cubanos.

El Senador Marco Rubio, participante en el mismo, aseguró:

“El sistema totalitario cubano podría derrumbarse, si todos los cubanos tuvieran libre acceso a Internet, pues Cuba seguiría la misma suerte de aquellos países que pasaron la Primavera Árabe”.

El 13 de junio de 2013 el Departamento de Estado anunciaba varios proyectos para promover la “democracia y los derechos humanos” en Cuba, uno de ellos con el uso de herramientas digitales “para ser empleadas de forma selectiva y segura por la población civil cubana, junto con otra iniciativa para el fomento de igualdad y defensa de las redes sociales de los cubanos de raza negra”.

El Presidente Barack Obama declaró, en su discurso del 01 de julio 2015, al informar la apertura de una embajada yanqui en La Habana:

“Podremos aumentar considerablemente nuestro contacto con el pueblo cubano. Tendremos más personal, y nuestros diplomáticos podrán participar de manera más extensa en toda la Isla…incluida la sociedad civil y con los cubanos que buscan alcanzar una vida mejor”.

“Nadie espera que Cuba se transforme de la noche a la mañana, pero creo que el compromiso estadounidense, mediante nuestra embajada, empresas y ante todo nuestro pueblo, es la mejor manera de representar nuestros intereses, y apoyar la democracia y los derechos humanos”.

El interés de Estados Unidos por el acceso a Internet de los cubanos solo busca aprovecharlo para sus acciones enemigas, como si en Cuba todos fueran estúpidos que no conocen la historia de las agresiones yanquis y el desinterés por ayudar a los pueblos del mundo.

Una de las primeras medidas tomadas por Fidel Castro fue precisamente la de alfabetizar a todos los que no sabían leer y escribir, algo logrado en solo un año con el apoyo de miles de voluntarios.

A los cubanos no se les puede engañar con políticas edulcoradas, porque saben muy bien los altos costos políticos, económicos y sociales pagados por aquellos pueblos que han cometidos errores con los yanquis.

Estados Unidos trabaja aceleradamente el diseño de su política subversiva contra Cuba mediante el uso de Internet, y por eso creó el Comité Consultivo Presidencial, GTIC, integrado, además del Departamento de Estado, por la Oficina de Transmisiones a Cuba (OCB), la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), la Administración Nacional de Telecomunicaciones e Información del Departamento de Comercio, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), Freedom House y el Consejo de la Industria de las Tecnologías de la Información (Information Technology Industry Council).

Los que desde Miami pretenden asustar a los cubanos, diciéndoles que el gobierno revolucionario y vigilará las páginas que visitan y con quiénes se comunican, deberían preguntarle al Grupo de Trabajo de Internet para Cuba y al Comité Consultivo Presidencial de Estados Unidos, cuáles serán sus funciones contra el pueblo cubano y los motivos que persiguen contra un país libre e independiente, donde el gobierno norteamericano no manda, ni nadie le ha pedido que se entrometa en sus asuntos internos.

Los cubanos no les temen a esas políticas subversivas y como dice el refrán popular, “Guerra avisada no mata soldados”.

Al igual que Zunzuneo, Conmotion y otros engendros creados con similares propósitos, los nuevos serán denunciados y enfrentados con inteligencia y la decisión de defender la soberanía del país frente a los que en 1898 impidieron la independencia de Cuba, la invadieron militarmente y le impusieron un apéndice constitucional conocido como Enmienda Platt, que le dio derecho a Estados Unidos de invadir la Isla cuando lo desearan, tener las riendas de su economía, las relaciones internacionales, el asesoramiento de los órganos de represión y la instalación de la base naval en Guantánamo.

Los cubanos no sienten temor ante el imperio yanqui, porque como aseguró José Martí:

“El aire de la libertad tiene una enérgica virtud que mata a las serpientes”.