El miedo al coronavirus chino se volvió contra ellos.


Por Arthur González.

Hace solo semanas la prensa occidental y en especial la yanqui, iniciaron una fuerte campaña de terror contra China, ante la sorpresiva y extraña aparición del coronavirus en Wuhan, provocando un pánico nunca visto a nivel mundial y el rechazo a todo lo que oliera a China.

Por supuesto que la crisis creada afecta económicamente a lo chinos, muchísimo más que el alza de los aranceles estructurada por Donald Trump en su guerra contra China, al considerar a ese país como “una amenaza” para la industria yanqui, debido a su alta competitividad por su eficacia y eficiencia.

En Europa muchos asumieron un elevado riesgo visitar a China, adquirir algún producto de ese país e incluso el temor a acudir a una tienda o restaurante chino, los que tuvieron que cerrar temporalmente sus negocios, como sucedió en España, pero tanto terror sembrado en la ciudadanía mundial por las noticias sensacionalistas, terminaron con afectar la economía europea y parece que tendrá similares efectos en la estadounidense.

Recientemente un artículo del Wall Street Journal, titulado: “China es el verdadero enfermo de Asia”, contribuyó al rechazo creado e incluso al aumento de la chino fobia, pero ahora, como boomerang, el pánico está llegando a la sociedad estadounidense y lo peor, afecta a la bolsa de valores, algo que puede constituirse en crisis para esa sociedad y para la economía mundial.

Ante esa realidad, el propio Presidente acaba de declarar que no hay que tener tanto temor por el coronavirus y contrario al terror fabricado contra China. Expertos yanquis rápidamente han enviado un mensaje a la población estadounidense para que “mantengan la calma y evitar a toda costa el pánico”.

Contrario a lo dicho hasta la fecha, ahora las autoridades y los especialistas yanquis insisten en que “las respuestas no pueden estar guiadas por el pánico”, mensaje que hoy difunden los medios de comunicación de Estados Unidos.

Las razones parecen estar basadas en lo que sucede en las bolsas, pues los especialistas en temas financieros pronostican que pudieran estar muy cerca de un viernes negro en los mercados mundiales, debido a que producto al pánico sembrado en Europa ante la aparición de varias docenas de infestados, las principales bolsas abrieron el viernes 28 de febrero 2020, con pérdidas por encima del 3%, contagiadas por el retroceso sufrido en Wall Street el jueves 27, de casi un 4,5%, cuando comenzó a difundirse la llegada del Covid-19, a la ciudad de Los Ángeles, California.

El mercado de Shanghái, el principal de China, cayó un 3,3 %, igual al de Seúl. La compañía automovilística coreana Hyundai, tiene cerrada una de sus principales fábricas, tras detectarse un caso de coronavirus y el Nikkei de Tokio perdió un 4,5 %, mientras Japón ordenó el cierre de escuelas por un período de tiempo.

Analistas consideran a esta semana como la peor desde la crisis de 2008, el Financial Times informó que el barómetro MSCI, que mide la salud de las bolsas mundiales, ha caído 11 puntos en una semana.

Para tener una idea de cómo el terror creado contra China se les fue de las manos, ahora Italia que tiene 650 casos de enfermos, estima que sufrirá pérdidas por 100 mil millones de euros, porque esa campaña de pánico trajo como consecuencia la cancelación del 70 % de las reservas turísticas, incluido la suspensión del carnaval de Venecia.

Italia recibe anualmente entre 40 a 50 millones de turistas y por el miedo al Covid-19 hoy la baja es de casi el 70 % de las reservas que tenían.

La Organización Mundial de la Salud declaró:

“Es comprensible que la situación cause estrés y ansiedad, pero si no te encuentras en una zona donde se esté propagando el coronavirus, si no has viajado desde o hacia alguna de esas zonas, ni has estado en contacto cercano con alguien que lo haya hecho y no te sientes mal, tienes bajas posibilidades de contraerlo”.

Cuanta diferencia a las noticias divulgadas contra China.

Ante el derrumbe que se puede pronosticar de la economía mundial y en especial la de Estados Unidos, la OMS añadió:

“En la mayoría de los casos el Covid-19 solamente causa una enfermedad leve, aunque puede provocar enfermedades muy graves en algunas personas y muy raramente puede ser letal”.

En consonancia con la nueva línea informativa para bajar el pánico creado, el 27 de febrero 2020, Robert Redfield, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, emitió un parte para tranquilizar a la población de Estados Unidos, donde explica que la gente:

No debe tenerse miedo, lavarse las manos. Toser o estornudar sobre los brazos y codos. No abstenerse de utilizar productos de limpieza y las personas que tengan algún tratamiento médico deben continuar tomando sus medicinas. No hay motivos para acaparar alimentos ni hay razones para usar en los Estados Unidos máscaras quirúrgicas, si las personas están sanas”.

Un giro de 180 grados en relación a lo que indujeron contra China, porque saben que la afectación económica que pudiera sufrir Estados Unidos, si se disminuyen las visitas al país y las compras, sería incalculable en estos momentos de campaña electoral.

Ellos están aplicando el proverbio que dice “cuando veas las barbas de tu vecino arder pon las tuyas en remojo”, porque lo que hoy padece Italia no desean sufrirlo en carne propia.

Los italianos se dieron cuenta que el pánico les trajo consecuencias nefastas para su economía, de ahí que el diputado Eugenio Sangregorio, líder de la Unión Sudamericana de Emigrantes Italianos, declarara:

“En Italia han exagerado un poco la situación con el coronavirus porque los contagiados solo son 650 y 17 los fallecidos. El temor difundido provoca un daño enorme, más allá del desastre del coronavirus. Hoy el brote está totalmente controlado y creo que en 30 días más este tema se termina”.

Alemania, Francia y España han sido más cautelosos y los daños no son similares a los de Italia.

Ni el dengue ni la influenza sembraron tanto pánico en el mundo, lo que evidencia la mala intención hacia China. No en vano dijo José Martí:

“Nace con el delito el temor”

 

 

¿Por qué tanto pánico mundial ante el Coronavirus?


Por Arthur González.

La salud es lo más preciado que tienen los seres humanos, sin ella no hay horizontes de felicidad, de ahí el cuidado para no perderla.

Hoy el mundo está en pánico por la aparición repentina en China del Coronavirus o Fiebre de Wuhan, lo que obligó al gigante asiático a tomar medidas extremas que afectan grandemente su economía, situación que favorece a Estados Unidos en su guerra sucia contra ese país, al que consideran su enemigo económico número uno.

Por eso el presidente Donald Trump le aplica medidas coercitivas, con el marcado propósito de que no sean superiores a la economía yanqui.

China para Estados Unidos es su principal enemigo estratégico en el escenario mundial, de ahí la sospecha de que sus laboratorios de armas biológicas pudieran estar detrás de dicho virus.

Si analizamos los datos del Coronavirus, su letalidad y difusión a nivel mundial, podemos constatar que es muchísimo menor que el Dengue con sus cinco serotipos y sin embargo las campañas sensacionalistas de los yanquis son muy diferentes a las desatadas por la llamada Fiebre de Wuhan, algo que huele a guerra psicológica.

Estadísticas oficiales de la Organización Mundial de la Salud aseguran que “El Dengue es la arbovirosis con mayor frecuencia e impacto en la salud pública del mundo”.

Hoy el 40% de la población mundial vive en zonas de riesgo al Dengue, y se detecta en más de 125 países, con cerca de 90 millones de enfermos sintomáticos y 20 mil muertes anuales, siendo las Américas la de mayor incidencia con 18 países, de los 30 del mundo que padecen esa pandemia.

Más de 13 millones de casos se registraron en los últimos años, pero no existen acciones de prensa similares a la desatada contra el Coronavirus en China, que, si bien puede causar la muerte, el Dengue, además del deceso del paciente, acarrea otras dolencias peligrosas como:

La disminución de las plaquetas; Hemorragias en orina, transvaginal, por la nariz y encías; Gastritis con dolor abdominal; Estreñimiento; Complicaciones renales; Complicaciones hepáticas; Inflamación del bazo; Náuseas, vómitos y diarreas; así como percepción distorsionada del sabor de los alimentos.

Ocasionalmente, puede afectar varios órganos y generar descenso del nivel de conciencia, atribuido a la encefalitis, o indirectamente como resultado de la afectación de otros órganos, y desórdenes neurológicos como el Síndrome de Guillain-Barré.

Entonces, ¿por qué no se ha creado similar pánico para evitar el traslado de personas procedentes de países de América latina y otros del mundo, donde el Dengue es endémico?

Hasta noviembre del 2019 se reportaron, solo en Latinoamérica, 3 millones 139 mil 335 casos de Dengue, con mil 538 defunciones, el mayor número registrado en las Américas.

En las primeras 5 semanas del 2020 se reportan 155 mil 343 casos, incluidas 28 defunciones.

Ante esta realidad no hay un tratamiento alarmista de la prensa como se ejecuta contra China, a pesar de que el Dengue también mata y produce daños altamente peligrosos para la salud humana, sumados a los que provocan el Zika y el Chikungunya, transmitidos por el mismo vector, el mosquito Aedes Aegyiptis, presente en casi todos los continentes.

Hasta la fecha, el Coronavirus ha infestado a 74 mil 576 personas en China, de ellas murieron 2 mil 118 y en otros países ocho personas, (dos en Hong Kong e Irán. Taiwán, Japón, Filipinas y Francia reportaron una muerte).

Sin embargo, el pasado 2019 la OPS reportó más de 3 millones de enfermos por Dengue en América Latina y de ellos mil 500 fallecidos, pero no se suspendieron los vuelos internacionales, visitas de turistas, hombres de negocios, artistas, ni se cancelaron eventos deportivos.

Colombia activó la alerta amarilla en la ciudad de Cali, debido a la cantidad de personas que llegan a sus hospitales diariamente, donde los muertos suman varias docenas.

México, Honduras, Bolivia, Brasil, Guatemala, Salvador, Panamá, Costa Rica, Belice, Nicaragua, Venezuela, Paraguay, República Dominicana, Haití, Perú, Estados Unidos y las islas del Caribe, reportan miles de casos, y centenares de muertes, pero no se conforma el pánico sobre dimensionado que hacen hoy contra China, donde, ante la campaña insidiosa y el pánico creado en el mundo, han cerrado temporalmente restaurantes y tiendas en los barrios chinos en países de Europa, con altas pérdidas económicas para sus propietarios de origen chino.

La fobia anti china es sembrada a diario por la prensa occidental como parte de ese fabricado rechazo, pero llama la atención que Estados Unidos no ha cerrado una sola instalación ni suspendido un evento internacional.

¿Por qué razones no existe la misma publicidad alarmista por el Dengue, si ese virus enferma y mata a más personas que el Coronavirus?

En lo que va de 2020, Paraguay y Honduras encabezan los brotes de Dengue. Paraguay declaró más de 20 mil infestados, incluido al presidente Maro Abdo Benítez. El 29 de enero pasado, la capital, Asunción, declaró emergencia ambiental y sanitaria por 90 días, pero el tratamiento mediático no habla de esa emergencia.

Brasil, en 2019 reportó 2 millones 241 mil 974 casos, el 70% del total de la región, pero no suspendieron los carnavales de Sao Pablo y Rio de Janeiro, en febrero 2020.

La OPS asegura que siete de cada diez habitantes de América Latina están expuestos al Dengue y la Organización Mundial de la Salud afirma que la mitad de la población mundial ahora está en riesgo de padecer Dengue”, pero no se ha sembrado el terror de visitar ninguno de los128 países donde ya es endémico y afecta a unos 96 millones de personas cada año.

No hay dudas, las evidencias exponen que la cruzada contra China es total, a pesar de los esfuerzos que realiza para enfrentar el Coronavirus, incluso con la construcción en tiempo récord de dos hospitales para aislar a los enfermos y evitar el contagio de la población, pero el pueblo chino saldrá adelante con su tesón y perseverancia, porque como aseguró José Martí:

“Un pueblo está hecho de hombres que resisten y hombres que empujan”.

 

 

 

El coronavirus y la probable mano oculta de Estados Unidos.


Por Arthur González

Para quien conoce la historia terrorífica de la CIA, preñada de planes de Acciones Encubiertas para asesinar a personalidades, espiar a partidos políticos y sus dirigentes, ejecutar golpes de Estado, desarrollar experimentos para manipular la mente de seres humanos y trabajar con agentes biológicos con el fin de trasmitir virus contra personas, animales y plantas, no es descabellado versionar que también pueden estar detrás del peligroso Coronavirus, o Neumonía de Wuhan, detectado en China.

Es notoria la guerra sucia que Estados Unidos ejecuta contra China, por considerarla un peligro para la economía yanqui, de ahí que el presidente Donald Trump, aplique medidas nunca vistas para ahogar a China y evitar que salga adelante como la mayor potencia económica mundial.

Los yanquis desesperados buscan modificar la correlación de fuerzas a escala mundial, por eso empujaron al Reino Unido a salir de la Unión Europea y para debilitarla, además de convertir a China en su nuevo enemigo estratégico en el escenario mundial.

Por eso no es de extrañar que pudieran estar detrás de la aparición en Wuhan del Coronavirus, obligando a los chinos a paralizar una de sus regiones con más desarrollo económico y una población de más de 11 millones, siendo su séptima ciudad más poblada y una de las nueve ciudades nacionales centrales de China con conexiones hacia todo el territorio nacional, apodada como “La calle de China”.

A Wuhan se le califica como el centro político, económico, financiero, comercial, cultural y educativo de China central, además de ser un centro principal de transporte, con docenas de ferrocarriles, carreteras y autopistas que cruza esa ciudad, conectándola con otras ciudades importantes.

Esa ubicación permite la rápida diseminación de la epidemia en todo el país, algo que obliga a preguntarse ¿será casual que haya surgido allí el virus, o por esas razones fue seleccionada para introducirlo entre sus habitantes?

Se plantea que el virus es una mutación, algo que los científicos yanquis trabajan históricamente en sus laboratorios militares de guerra biológica.

El pánico creado a nivel mundial obliga a no visitar China, afectándose su industria turística, las inversiones extranjeras, y los intercambios comerciales, ante la posibilidad del contagio.

Cuba ha sufrido múltiples ataques biológicos desde hace 60 años, el primero contemplado en la conocida Operación Mangosta, aprobada en enero 18 de 1962, por el presidente J.F. Kennedy, que en su tarea número 21 dice textualmente:

La CIA propondrá un plan el 15 de febrero, para provocar el fracaso de las cosechas de alimentos en Cuba…” Las líneas siguientes no fueron desclasificadas.

Junio de 1971, se comprobó la presencia en la Isla del virus causante de la Fiebre Porcina Africana, el que jamás se había reportado en Cuba. Hubo que sacrificar cientos de miles de puercos para evitar su diseminación por todo el territorio nacional, con una pérdida económica y alimenticia de gran envergadura.

En abril de 1981 fueron detectados en la Habana varios casos de fiebre hemorrágica, causándole la muerte a 4 niños. Se pudo comprobar que se trataba de una cepa nueva del virus “Nueva Guinea 1924”, serotipo 02, única en el mundo en ese entonces, siendo una cepa elaborada en laboratorio.

Agosto de 1981, se detectó en Sancti Spíritus, provincia central de Cuba, el herpes virus BHV2, endémico de África y aislado en el laboratorio de enfermedades exóticas en Plum Island, Estados Unidos. Ese agente viral es el causante de la Seudodermatosis Nodular Bovina y afectó la producción de leche.

En 1983 Eduardo Arocena, declaró en el tribunal de New York que lo juzgaba por asesinar a un diplomático cubano acreditado en la ONU, que, como agente de la CIA, cumplió la misión de introducir gérmenes patógenos en Cuba, cuando se enfrentaba en la Isla la epidemia del Dengue Hemorrágico.

La lista de acciones similares es amplia, por eso no es de extrañar que China sea ahora blanco de ese trabajo sucio, que acostumbran a ejecutar los yanquis, debido a la potencia económica de ese gigante asiático y en particular Wuhan, territorio de amplias transformaciones industriales que posee a su vez tres zonas de desarrollo nacional, cuatro parques de desarrollo científico y tecnológico, más de 350 institutos de investigación, 1,656 empresas de alta tecnología, numerosas empresas e inversiones de 230 empresas Fortune Global 500.

Allí radica la mega empresa Dongfeng Motor Corporation, complejo industrial fabricante de automóviles, unido a decenas de institutos de educación superior, incluida la Universidad de Wuhan, la que ocupó en 2017 el tercer lugar a nivel nacional, más la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong.

En ese año la UNESCO declaró a Wuhan “Ciudad Creativa” en el campo del diseño y hoy está clasificada por la Globalization and World Cities Research Network, como una ciudad beta mundial.

Ya Estados Unidos emitió un aviso de viaje de nivel 4, posterior a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara el brote como una emergencia de salud pública de preocupación internacional, donde exhorta a sus ciudadanos y residentes a no viajar a China.

El Departamento de Seguridad Nacional informó que hay 11 aeropuertos designados, incluidos el Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles y el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta, por donde los viajeros procedentes de China pueden ingresar a Estados Unidos.

Por su parte, el Departamento de Salud declaró que “si los pasajeros son examinados y no muestran síntomas, serán reubicados en su destino final y se les pedirá que se pongan en cuarentena dentro de su hogar”.

Para sembrar más terror han diseminado la noticia de que “el coronavirus puede contagiarse aún sin síntomas”, según criterios del principal médico de infecciones estadounidense, y en Hong Kong los trabajadores de la salud se declararon en huelga para exigir al gobierno que cierre la frontera con China.

¿Hay o no razones para sospechar que la mano de Estados Unidos está detrás de la epidemia, con todos los antecedentes que tiene la CIA en guerra biológica?

China hace lo posible para enfrentar la epidemia y construye dos hospitales en tiempo record, demostrándole al mundo la voluntad de resolver el problema, a la vez que exhibe su potencialidad económica, algo que enfurece a los yanquis que no serían capaces de hacer algo semejante.

Algún día se sabrá la verdad, pero mientras China seguirá su paso firme para salir victoriosa de este mal, pues como dijo José Martí:

“No puede ser que pasen inútiles por el mundo la piedad incansable del corazón y la limpieza absoluta de la voluntad”.