¿Hacia dónde mira la OEA?


Por Arthur González.

Todo indica que Luis Almagro, Secretario General de la OEA, solo mira hacia Venezuela cumpliendo órdenes de la Casa Blanca, con el propósito de mantener la matriz de opinión fabricada contra Nicolás Maduro, al que no admiten como Presidente por no acatar dictados de los yanquis y luchar por la soberanía nacional.

Esa actitud del líder venezolano le ha costado soportar la guerra económica y financiera impuesta por Estados Unidos, en intento desesperado por conseguir que el pueblo lo rechace, algo que hasta la fecha no han logrado pues los venezolanos ya saben leer y escribir, gracias a los programas sociales llevados a cabo por la Revolución Bolivariana.

Lo más reciente de Almagro es la acusación que pretende hacerle a Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional, a partir de un informe que, por órdenes suyas, elaboró un grupito de supuestos expertos, que ahora dicen tener “fundamentos suficientes” para concluir que, en Venezuela las autoridades cometieron crímenes de lesa humanidad. De los muertos causados por la oposición financiada y entrenada por la embajada de Estados Unidos en Caracas, no se habla.

Para dicho informe se prestó Santiago Cantón, quien fuera secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y con vistas a incrementar las campañas de prensa diseñadas por expertos de la CIA, este ofreció una conferencia de prensa en Washington, donde expresó:

“Las fuerzas de Seguridad del Estado venezolanas llevaron a cabo 131 ejecuciones extrajudiciales y conocimos de 8 mil homicidios, 12 mil personas detenidas arbitrariamente en los últimos dos años, y de ellas, 289 alegaron torturas y 192 casos violencia sexual contra hombres y mujeres, por descargas eléctricas en sus genitales”.

Tal parece que el ex funcionario de la CIDH estuvo repasando las torturas aplicadas por el ejército de Estados Unidos contra el valiente pueblo vietnamita y las ejecutadas en cárceles de Irak durante la invasión, justificada con mentiras de supuestas armas químicas que jamás se encontraron.

El mundo sabe cómo Estados Unidos construye mentiras para justificar su política imperial, crea héroes o enemigos al mejor estilo de Hollywood, sin remordimientos posteriores.

Sin embargo, en países donde existen asesinatos en masa, el ejército, asesina, tortura y desaparece a personas inocentes, no son condenados por Almagro, ni organiza investigaciones especiales. Calla cumpliendo instrucciones de quienes le pagan y sostienen en el cargo para que diga y haga lo que desean la Casa Blanca y la CIA.

Esas denuncias contra Maduro son parte del espectáculo, porque la OEA como institución no tiene capacidad para enviar un caso a la Corte Penal Internacional y tampoco ha logrado que alguno de los países miembros, que, si tienen derecho de hacerlo, den ese paso, al saber todos que tales historias son construidas por los yanquis en su desesperación por derrocar al presidente constitucional venezolano.

Almagro ni el Departamento de Estado, denuncian a México por los asesinatos que diariamente se comenten y aumentan ante la proximidad de las elecciones, situación que sí constituye un crimen de lesa humanidad.

Desde que se inició la actual campaña electoral, se reportan más de 100 políticos asesinados y la OEA no los condena, ni Estados Unidos o la Unión Europea le imponen sanciones similares a las de Venezuela.

A partir del 8 de septiembre 2017 hasta el 26 de mayo 2018, en México han sido asesinados once candidatos, lo que indica el nivel de violencia e impunidad existente, más 313 agresiones en contra de políticos, para un promedio de tres por día y 44 atentados contra la vida de familiares de algún candidato o servidor público, para un total de 46 parientes asesinados, sin que Almagro condene tales crímenes.

De acuerdo con una investigación elaborada por la empresa Etellekt Consultores, hasta la fecha se contabilizan 102 políticos asesinados en México, (incluidos los de pre campañas) y entre las víctimas mortales se encuentran 28 precandidatos, 17 ex alcaldes, 13 regidores y 12 presidentes municipales en funciones. Otros 112 reciben amenazas de muerte si no desisten en su empeño de postularse.

Esa situación no sucedió en el proceso electoral venezolano, donde la oposición no tuvo un solo asesinado o amenazado de muerte.

De los asesinatos en México, el estudio afirma el que el 67% de los casos fueron ejecutados por Comandos, y el 16% de las víctimas presentaron huellas de tortura y violencia extrema, hechos que Almagro tampoco ve ni denuncia, una prueba más de la confabulación política para desprestigiar a Nicolás Maduro.

La corrupción en México, tampoco es reprobada por la OEA o Estados Unidos, a pesar de que estudios realizados aseguran que, por cada peso mexicano destinado a los partidos políticos, se gastan 15 de manera ilegal, evidencia de la podredumbre del sistema electoral mexicano, y como fabrican el fraude.

Asimismo, se comprobó que los partidos políticos gastan de manera encubierta, 15 veces más de lo permitido en la ley para las campañas electorales, avivándose el temor de repetir el fraude en las venideras elecciones contra Manuel López Obrador, según la investigación efectuada por las organizaciones civiles Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, y la consultora Integralia.

Otra investigación elaborada por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, que reúne a 60 organizaciones sociales y civiles, señala que hasta el 23 de mayo, se documentaron al menos 151 reportes ciudadanos de compra de votos, provenientes de 25 estados del país, pero Luis Almagro ni la Unión Europea se dan por enterados de la grave situación que se avecina en México.

No por gusto José Martí exclamó:

“Hay pocas cosas en el mundo que sean tan odiadas como los hipócritas”.