Los cubanos fusilados en 1959 eran asesinos y torturadores, no inocentes


Por Arthur González

Publicaciones anticubanas financiadas por Estados Unidos para sus campañas difamatorias contra la Revolución cubana, informan como gran noticia que el escritor y artista plástico Juan Abreu, nacido en La Habana 1952 y residente en Miami, expondrá el siete de febrero del 2017 en la sede del Parlamento Europeo, una serie de sus pinturas titulada 1959, sobre retratos de los fusilamientos llevados a cabo en Cuba a los asesinos y torturadores al servicio del dictador Fulgencio Batistas Zaldívar.

Es conocido que la CIA llevó a cabo una conjura para hacerle creer al mundo que la Revolución triunfante ejecutaba a personas inocentes, con el fin de trastocar la verdad para buscar el rechazo de América latina y justificar de esa forma los planes que meses más tarde iniciaron para condenar a Cuba, expulsarla de la Organización de Estados Americanos e invadirla mediante una brigada mercenaria organizada, entrenada y financiada por el Gobierno estadounidense, que pretendía devolver el poder a los testaferros del dictador.

En julio del año 1959, Fidel Castro explicaba ante cientos de periodistas, las mentiras fabricadas desde Washington para desprestigiar el proceso revolucionario e intentar detener la aplicación de la justicia sobre los asesinos a sueldo del régimen batistiano, apoyado por Estados Unidos a pesar de conocer su carácter sanguinario.jueces-jpg

Esos que encontraron refugio en Miami a pesar de los delitos comunes cometidos durante los 7 años que duró el régimen dictatorial, formaron parte de los alabarderos que apoyaron las cruzadas anticubanas, haciéndose pasar por víctimas de la Revolución cuando su hoja de servicio está cuajada de sangre.

Entre los asesinos que fueron amparados por Estados Unidos y recibieron el tratamiento de “refugiados”, a pesar de la solicitud de extradición por los tribunales cubanos, se encontraban: Esteban Ventura, Mariano Faget, Rolando Masferrer, Julio Laurent y decenas de esbirros más, que entraron ilegalmente a Miami.

Los que no pudieron escapar fueron juzgados públicamente en Cuba y no eran los santos inocentes, como ahora quiere pintar Juan Abreu para trastocar la verdadera historia.

Entre esos juzgados que recibieron la pena capital estaba Jesús Sosa Blanco, acusado de cometer 108 asesinados a las órdenes de Batista, y decenas de testigos declararon sus atrocidades, ante miles de asistentes a los juicios públicos.

En publicaciones cubanas de la época, constan fotos de los periodistas extranjeros presentes en cada juicio, entre los que se encontraban Jules Dubois, presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, John T. O´Bourke, editor del Washington Daily New, y los diputados chilenos Alfredo Lorca y José Musalem. Sigue leyendo