Razones para no tener apoyo del pueblo cubano


Por Arthur González

En Cuba el pueblo sabe perfectamente que las llamadas “Damas” de Blanco fueron creadas por Estados Unidos para sus campañas anticubanas, por eso las sostienen financieramente, orientan y estimulan en su accionar provocativo, pero ni así han logrado apoyo popular.

Su carácter de asalariadas de un gobierno extranjero las hace ser repudiadas por los cubanos que son por naturaleza anti imperialistas desde el siglo XIX, pues nadie en la Isla desea una nueva Enmienda Platt que legalice la intervención estadounidense, basada en la política de la Fruta Madura, como ellas pretenden.

Para demostrar sus sentimientos pro yanquis, se pronuncian a favor del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto hace casi 60 años, para ahogar y matar por hambre a los cubanos y están en contra de la política de Barack Obama de una apertura diplomática, aunque esta sea para sembrar desde adentro sus valores y símbolos que faciliten el desmontaje del socialismo.

dama-blanco-3Una prueba por la que los cubanos las rechazan totalmente, fue el nuevo espectáculo celebrado en Miami el pasado 23.11.2016, en el cual el alcalde Tomás Regalado, partidario de los principios diseñados por la mafia terrorista anticubana, decidió bautizar una calle de Miami con el nombre de ese grupúsculo, como parte de la campaña contra Cuba en el exterior.

Lo que el alcalde debería investigar, si fuese un buen funcionario gubernamental, es de dónde provienen los fondos para costear los constantes viajes de la inculta y grosera Berta Soler, sus ropas y especialmente los casi 30 mil dólares que le costó la residencia de tres niveles que compró hace unos meses en la zona de la Víbora, dejando atrás el reparto obrero de Alamar, el cual detestaba.

Hoy no es un secreto los altos precios de los boletos de avión y si alguien, con tiempo y deseos de investigar, suma las constantes visitas de Berta a Miami, Washington, Madrid, Bruselas, Luxemburgo, Bangkok, y otras capitales europeas, sabrá los gastos que cubren los ciudadanos estadounidenses con sus impuestos para las giras turísticas de esta corrupta y algunas de sus secuaces. Sigue leyendo