Los yanquis ordenan y sus lacayos cumplen.


Por Arthur González.

Desde 1959 el gobierno de Estados Unidos y la CIA, iniciaron una guerra psicológica contra la naciente Revolución cubana, encabezada por Fidel Castro, a quien el presidente D. Eisenhower y el director de la CIA, Allen Dulles, no querían para dirigir a Cuba, como expresaron en la reunión del Consejo de Seguridad, celebrada el 23 de diciembre de 1958: “Debemos evitar la victoria de Castro”.

Por la animadversión hacia el líder cubano, la CIA desató una amplia campaña de mentiras, con el objetivo de desacreditarlo ante la opinión pública, algo que el propio Fidel Castro denunció en 1959 durante la conocida Operación Verdad.

Se iniciaba así la cruzada mediática contra la naciente Revolución, que aun 60 años después se mantiene e intensifica.

Muchas han sido las mentiras elaboradas por especialistas en guerra psicológicas de la CIA, consumiendo presupuestos millonarios que no le han servido para nada.

Documentos desclasificados de la CIA confirman su participación, como se expone en el Proyecto Cuba:

[…] “La reunión de la OEA (nota: contra Cuba) será apoyada por demostraciones públicas en América Latina, generadas por la CIA y las campañas psicológicas asistidas por USIA”.

En los años más recientes esa guerra se centró en varios temas: los inventos de las “violaciones de los derechos humanos”, “falta de libertades”, incluida la religiosa, “esclavitud de los médicos” y todo lo pueda crear una matriz de opinión negativa contra Cuba.

Para ejecutarlo, fabrican “disidentes” que se encargan de divulgar sus falsedades, como el caso de José Daniel Ferrer, quien intentó acusar a un policía cuando estaba detenido, de que lo había golpeado, sin saber que una cámara oculta filmaba su auto agresión, pero aun viendo ese espectáculo el Parlamento Europeo, bajo las presiones yanquis, se hacía eco de la denuncia del mercenario.

La más reciente campaña es contra el Decreto Ley 370 “Sobre la informatización de la sociedad cubana”, en el cual se establece como una contravención: “Difundir, a través de las redes públicas de transmisión de datos, información contraria al interés social, la moral, las buenas costumbres y la integridad de las personas”.

Ante esto, los yanquis se asustaron porque les impide hacer campañas subversivas a través de las redes, algo que soñaron desde 1996 cuando la Rand Corporation, del Instituto de Investigaciones para la Defensa Nacional, preparó un estudio para el Departamento de Defensa, que expresa:

“Es nuestro interés ayudar a la apertura y forzar el surgimiento de una sociedad civil independiente, mediante el empleo del enlace de Cuba a Internet, utilizándola para transmitir noticias y análisis balanceados, promover su uso por ONG cubanas, universidades y otros destinatarios”.

Similar interés se aprecia en las declaraciones del senador Marco Rubio, durante evento celebrado el 2012, en la Fundación Heritage, de conjunto con Google Ideas:

“El sistema totalitario cubano podría derrumbarse si todos los cubanos tuvieran libre acceso a Internet, porque Cuba seguiría la misma suerte de aquellos países que pasaron la Primavera Árabe”.

Basado en ese propósito, el presidente Barack Obama, aprobó, durante su segundo mandato, la licencia a Google para entrar en Cuba, con el fin de llegar con sus informaciones distorsionadas, sus símbolos y sus valores, a la juventud cubana, por eso al hacerlo afirmó:

Podemos hacer más para apoyar al pueblo cubano y promover nuestros valores a través del compromiso”. “Los cambios introducidos en nuestra nueva política potenciarán aún más nuestro objetivo de empoderar al pueblo cubano. […] y brindarles nuevas fuentes de información…”

Ante esos planes subversivos, la Revolución cubana tiene el derecho de defenderse legalmente, aunque ladren los lacayos dirigidos y financiados con los dólares norteamericanos.

No importa el partido que esté en el poder, ambos persiguen el mismo fin, destruir el proceso revolucionario de Cuba a como dé lugar y para eso destinan millones de dólares.

El actual mandatario Donald Trump, dijo durante su campaña electoral en 2016:

Reclamamos una plataforma aérea para las transmisiones de Radio y TV Martí, y la promoción del acceso a Internet como herramienta tecnológica para fortalecer el movimiento pro democracia en Cuba.”

Por estas razones hoy observamos como los principales lacayos financiados por los yanquis, se lanzan contra el Decreto Ley 370, como si fuese algo extraterrestre y que ningún otro país tuviera leyes semejantes.

¿Por qué no condenan la plataforma Twitter o a Facebook, cuando cancelan cuentas de usuarios que defienden a la Revolución y combaten las calumnias de aquellos financiados por los yanquis para mentir contra Cuba?

Eso sí impide la libre expresión y el pensamiento, pero como es a favor de Cuba no les importa.

¿Qué derecho tiene el construido Observatorio Cubano de Derechos Humanos, pagado con dinero yanqui, de acusar a Cuba? Sigue leyendo

Sueños de una noche de verano a través de las redes sociales.


Por Arthur González.

Estados Unidos sueña con ver manifestaciones populares en las calles de Cuba, con miles de personas exigiendo la caída del socialismo, como las que provocaron en países que tenían gobiernos no aceptables para los yanquis.

Ahora intentan aprovechar, para sus fines, el desarrollo de las tecnologías introducidas por el gobierno cubano que busca lograr la informatización de la sociedad cubana, a pesar de las limitaciones que impone la guerra económica, comercial y financiera, aplicadas por leyes yanquis.

Desde que el Ministerio de Comunicaciones cubano inició el desarrollo y aplicación de esas tecnologías informáticas, Estados Unidos se relamió los bigotes e inició un diseño subversivo para poder llegar hasta los jóvenes, envenenarlos con noticias falsas, mensajes sediciosos e inducirlos a ejecutar su estrategia de forma sutil e inteligente, valiéndose del apoyo de algunos de sus asalariados en la Isla.

Por eso no es casual que hayan construido informaciones falsas, de que el gobierno revolucionario pretendía impedir las redes privadas, integradas mayoritariamente por jóvenes interesados en compartir videos juegos y competir sanamente.

El 29 de julio 2019, el Ministerio de Comunicaciones de Cuba puso en vigor dos nuevas resoluciones para ordenar el espectro radioeléctrico, como sucede en todos los países del mundo, aunque novedoso entre los cubanos que, por las leyes del bloqueo y sus consecuencias financieras, llegaron varias décadas después a ese desarrollo tecnológico.

Las resoluciones 98 y 99/2019 consisten en legalizar la existencia de redes privadas de personas naturales, tanto alámbricas como inalámbricas y establecer los procedimientos reglamentarios para ordenar el espacio radioeléctrico y optimizar su empleo, posibilitando que los Joven Clubs asuman la conexión inalámbrica de todas las redes privadas existente, teniendo como base que esos locales cuentan con mayores capacidades técnicas e infraestructura instaladas.

Esas resoluciones legalizan las conexiones inalámbricas que antes operaban en la ilegalidad, y establecen los límites de potencia en el que podrán operar las antenas y dispositivos Wifi, para evitar interferencias con el sistema nacional de telecomunicaciones.

Funcionarios del Ministerio de Comunicaciones aseguran que “todas las personas naturales que tengan su licencia pueden conectarse a los Joven Clubs. Ese servicio irá creciendo a partir del aumento de la infraestructura en todas las provincias. En total suman más de 600 instituciones, de las cuales 270 tienen acceso a la fibra óptica”.

Ante las reales limitaciones tecnológicas del país, se les brinda a los usuarios de esas redes, la posibilidad de hacerlo empleando las condiciones técnicas instaladas en los Joven Clubs, creados hace dos décadas precisamente para que jóvenes y adultos pudieran recibir capacitación y aprovechar los recursos técnicos de forma totalmente gratuita, instalados por el Estado.

Con la entrada en vigor de las resoluciones, asalariados como Yoani Sánchez, iniciaron una campaña para distorsionar la realidad, con el propósito de sembrar veneno entre los jóvenes integrantes de la SNet, (Street Network), comunidad inalámbrica que brindaba servicios informáticos ilegales, para las redes sociales, servidores de juegos, sitios de compraventa, Wikipedia y noticias, a unos 40 mil usuarios, según afirman sus administradores.

En contacto con algunos de sus integrantes, Yoani Sánchez, bloguera reclutada en Madrid en 2004 por un agente CIA, y otros elementos que mantienen contacto con personajes en el exterior, convocaron a una manifestación en un parque frente al Ministerio de Comunicaciones, para protestar por las resoluciones, con el propósito de provocar un enfrentamiento de los jóvenes con las autoridades, algo soñado por los yanquis desde 1989, después de la caída del bloque socialista europeo.

Diferentes mensajes fueron enviados por Facebook, en los que se puede leer la intensión de instigar malsanamente a los integrantes de la SNet:

“Luchamos y exigimos tener una SNet autónoma que mantenga el proyecto social que ha tenido durante todos estos años, que llega a tantos hogares y familias cubanas”.

¿En que país del mundo se puede estar al margen de las empresas de telecomunicaciones establecidas? Ni radio, televisión, comunicaciones, ni redes informáticas funcionan sin control y contratos remunerados.

Muchos de los usuarios de la SNet nunca estudiaron los contenidos de las resoluciones 98 y 99 del Ministerio de las Comunicaciones, se dejaron llevar por los mensajes mal intencionados de quienes manipularon los estados de opinión.

Al no materializarse la protesta ambicionada, comenzaron a escribir una novela de terror y misterio, respecto a la supuesta actuación de la Seguridad del Estado, dibujando un sistema muy superior al FBI, que supuestamente controló a los 40 mil de miembros de la SNet, como si ellos fueran el ombligo del mundo y con una reunión en un parque pudieran remover las bases de una Revolución autentica que resiste con valentía y unidad, 60 años de agresiones imperialistas.

El tiro les salió por la culata porque los integrantes de SNet no se prestaron para dicha provocación.

Ante este conato de accionar subversivo recordamos lo expuesto en Miami, agosto 1996, por funcionarios de la RAND Corporation, del Instituto de Investigaciones para la Defensa Nacional de Estados Unidos, en estudio para el Departamento de Defensa, titulado “Las telecomunicaciones cubanas, las redes de computación y sus implicaciones en la política de Estados Unidos, donde aseguran:

“Alentar el enlace de Cuba a Internet y utilizarlo para transmitir noticias y análisis balanceados, promover su uso por ONG cubanas, universidades y otros destinatarios, para ayudar a la apertura de Cuba y forzar el surgimiento de una sociedad civil independiente”.

En esa misma línea de aspiraciones, el Senador Marco Rubio, declaró en un foro de la Heritage Foundation y Google Ideas, en 2012:

“El sistema totalitario cubano podría derrumbarse, si todos los cubanos tuvieran libre acceso a Internet, pues Cuba seguiría la misma suerte de aquellos países que pasaron la Primavera Árabe”.

Barack Obama aprobó la licencia a Google para entrar en Cuba. El objetivo perseguido es llegar con sus informaciones distorsionadas, sus símbolos y sus valores, a la juventud cubana, cuando afirmó:

“Los cambios introducidos en nuestra nueva política potenciarán aún más nuestro objetivo de empoderar al pueblo cubano […] y brindarles nuevas fuentes de información”.

No importa el partido que representen, demócratas y republicanos tienen idénticos propósitos contra la Revolución cubana, por eso Donald Trump, en 2016 durante su campaña dijo:

“Reclamamos una plataforma aérea para las transmisiones de Radio y TV Martí, y la promoción del acceso a Internet como herramienta tecnológica para fortalecer el movimiento pro democracia en Cuba”.

No han podido ni podrán tapar el sol con un dedo. A partir del 14 de agosto 2019, miembros de las redes hacen uso de los servicios que brindan los Joven Clubs, a través de la vía inalámbrica desde sus propios equipos.

El proyecto diseñado para esos centros se extiende a todos los municipios y provincias de la Isla, lo que permitirá que quienes pertenezcan a una red privada de datos a lo largo del país, se conecten y tengan acceso a los servicios que hoy se concentran en La Habana, proceso que se ampliará paulatinamente a medida que se instalen nuevas infraestructuras.

El Ministerio de Comunicaciones aseguró que los programadores de esas redes privadas podrán ser contratados como colaboradores, pues hay mucho talento entre los jóvenes de ellas, formados por el sistema educacional cubano.

Ninguna red privada quedará sin conexión como pretendieron hacer creer los lacayos al servicio de los yanquis, y una vez más los que fueron por lana salieron trasquilados.

La Revolución brinda al pueblo acceso gratuito a la educación para fortalecerse, porque como aseguró José Martí:

“A un pueblo ignorante puede engañársele, pero un pueblo instruido será siempre fuerte y libre”

 

 

¿Por qué Google obtuvo licencia para entrar en Cuba?


Por Arthur González.

Nunca antes el gobierno de Estados Unidos permitió la entrada de Internet a Cuba, ni el empleo de los cables submarinos que pasan cerca de sus costas u otras facilidades. Muchos sitios en Internet están prohibidos para la Isla por la guerra económica que dura ya 59 años. Sin embargo, Barack Obama le aprobó una licencia a Google para entrar en Cuba. ¿Qué razones estuvieron presentes en tal decisión?

¿Ayudar a que los cubanos pudieran acceder a más informaciones científicas, técnicas y otras para mejorar la economía cubana?

Definitivamente no. Aún permanecen restricciones de acceso en muchas de esas áreas, el objetivo real es poder llegar con sus informaciones distorsionadas, sus símbolos y sus valores a la juventud cubana, para como afirmó el propio Obama:

“…podemos hacer más para apoyar al pueblo cubano y promover nuestros valores a través del compromiso”. “Los cambios introducidos en nuestra nueva política potenciarán aún más nuestro objetivo de empoderar al pueblo cubano. […] y brindarles nuevas fuentes de información…”

Por supuesto que Cuba tiene que aprovechar esa apertura por pequeña que sea, para salir al mundo y darle a conocer su verdad, para destruir las campañas mediáticas que desbordan la red de redes con mentiras, sobre falsas violaciones de los derechos de los cubanos, exponer sus logros, alcanzados con esfuerzo y sacrificio, a pesar de los daños causados por la política criminal de Estados Unidos.

Es la oportunidad de contarle al mundo los actos terroristas que ejecuta el gobierno yanqui, la guerra biológica para afectar al pueblo y la persecución a todos los bancos extranjeros y empresas que pretenden establecer negocios con Cuba.

Para no pecar de ingenuos, los cubanos deben estar conscientes de qué se esconde detrás de esa licencia de Obama y por qué Donald Trump la mantiene, a pesar de haber tomado medidas para desmontar muchos aspectos de la política de su antecesor, incluso la Directiva Presidencial, esa que pretendía matar al pueblo con miel, en vez de a latigazos.

Durante su campaña presidencial, Donald Trump asumió el lenguaje reaccionario y ultraconservador plasmado en la Plataforma del Partido Republicano, la cual expone entre otras direcciones las siguientes:

“La apertura hacia Cuba de la actual administración Obama, fue un vergonzoso acomodo a las demandas de los tiranos. Solo fortalecerán a esa dictadura militar. […] Reclamamos una plataforma aérea para las transmisiones de Radio y TV Martí, y la promoción del acceso a Internet como herramienta tecnológica para fortalecer el movimiento pro democracia en Cuba.”

Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump cumplió con todo lo prometido en su campaña por la presidencia, pero no cambió en nada la licencia otorgada a Google para Cuba, incluso en días recientes permitió que el presidente ejecutivo de la misma, Eric Emerson Schmidt, viajara a La Habana en compañía del senador republicano Jeff Flake. ¿Por qué? Los antecedentes hablan.

En 1996 la RAND Corporation, del Instituto de Investigaciones para la Defensa Nacional de Estados Unidos, elaboró un estudio para el Departamento de Defensa, titulado “Las comunicaciones cubanas, las redes de computación y sus implicaciones en la política de Estados Unidos”.

Ese trabajo expone la necesidad de ayudar a la apertura en Cuba y forzar el surgimiento de una sociedad civil independiente, para lo cual afirma:

“Es necesario alentar el enlace de Cuba a Internet, utilizarla para transmitir noticias y análisis balanceados, promover su uso por ONG cubanas, universidades y otros destinatarios”.

Insistiendo en esa dirección, en marzo del 2005 el ultra conservador Roger Noriega, Subsecretario de Estado para el hemisferio occidental, declaró en una audiencia congresional:

“Estados Unidos ha flexibilizado los requisitos de las licencias para que, por primera vez, puedan ser entregadas computadoras personales de alta velocidad a grupos de la sociedad civil”.

Durante un evento efectuado en 2012 en la Fundación Heritage, de conjunto con Google Ideas, se elaboró un informe recomendándole al gobierno de Estados Unidos, crear una red WIFI remota para posibilitar el acceso de los cubanos a Internet.

En ese conclave estaba presente el senador republicano Marco Rubio, quien expresó:

“El sistema totalitario cubano podría derrumbarse si todos los cubanos tuvieran libre acceso a Internet, porque Cuba seguiría la misma suerte de aquellos países que pasaron la Primavera Árabe”.

El Departamento de Estado anunció el 13 de junio de 2013, la propuesta de proyectos para promover la democracia y los derechos humanos en Cuba, entre esos el uso de herramientas digitales para ser empleadas, de forma selectiva y segura, por la población civil, junto a otros programas para el fomento de la igualdad y defensa de las redes sociales de los negros cubanos.

Programas creados para la subversión en Cuba como Zunzuneo y Conmotion, este último diseñado por Open Technology Institute at The New América Foundation, fueron denunciados oportunamente.

Bienvenido el acceso pleno a Internet, porque los cubanos tienen la suficiente preparación para saber diferenciar lo útil de lo subversivo, pero ante un enemigo que no cesa de agredir durante más de medio siglo, siempre habrá que estar alertas y como dijo José Martí:

“Hacer en cada momento, lo que en cada momento sea necesario”