Racismo o subversión


Arthur González

racismo en EU-3“Divide y vencerás”, decían los romanos para ganar en sus conquistas y ese mismo principio quiere aplicar contra los cubanos, aquellos que desde la Casa Blanca sueñan con agregarle una estrella más a su bandera.

Los más racistas del mundo son precisamente los ideólogos estadounidenses, esos que apoyaron con fuerza al régimen sudafricano del Apartheid, integraron las células del ku klus kan quemaron vivos a centenares de mujeres y hombres norteamericanos por el simple hecho de tener otro color de piel, y hoy asesinan a niños y jóvenes negros sin que los responsables sean juzgados por tales crímenes.Esos yanquis tienen el mismo pensamiento de quien fuera presidente de Estados Unidos en 1825, John Quincy Adams, aquel que compró un territorio en África denominándolo Liberia, para enviar a todos los negros que residían en norteamericana.

Con el “Programa Democracia” aprobado por el presidente republicano Ronald Reagan y dado a conocer en 1982, se inició un feroz y costoso enfrentamiento total hacia el sistema socialista europeo, lo que dio como resultado el derrumbe de dicho sistema.

Los métodos empleados se basaron fundamentalmente en operaciones encubiertas, planes de subversión ideológica y política, el reclutamiento de figuras claves del acontecer político, económico y militar, así como intelectuales, artistas y religiosos, para influir directamente sobre esos sectores de la sociedad con énfasis en la juventud, aprovechándose además de los errores cometidos por la dirección del Partido Comunista y las autoridades gubernamentales, algunos inducidos por los agentes ubicados en esas posiciones.

Polonia fue la punta de lanza seleccionada para iniciar la ofensiva, donde la CIA logró crear y fortalecer a la contrarrevolución interna con el “Sindicato Solidaridad”, el respaldo de la Iglesia Católica y el reclutamiento del ministro de Defensa polaco y del miembro del Estado Mayor General, Coronel Ryszard Kuklisnski que también trabajaba para la CIA.

Contra Cuba son múltiples los “Programas de Acción Encubierta” diseñados para destruir su Revolución sin lograrlo, a pesar de los millones de dólares gastados; desde el que eliminaron el socialismo en el Este europeo se han empeñado en tratar de dividir al pueblo, con la vana esperanza de alcanzar el mismo éxito.

Uno de esos planes está enmarcado en el tema de la racialidad, tratando de emplearse a fondo en los prejuicios y problemas que aún subsisten en la sociedad cubana, por los siglos de explotación a que fueron sometidos los negros y mestizos, incrementado por el propio sistema capitalista que la Revolución logró eliminar en 1958.

No fue casual que en 1991 el Departamento de Estado decidiera acreditar como 1er secretario en su Sección de Intereses en La Habana, al diplomático de raza negra, David Evans, quien de inmediato inició su trabajo para promover contactos y entrega de becas a negros cubanos intelectuales y líderes de opinión en esos ámbitos, facilitándoles su inserción en los principales circuitos académicos negros estadounidenses y otras instituciones especializadas en el tema.

Desde esa época en la Sección de Intereses se comienzan a impartir conferencias para estimular la división entre los negros y mestizos cubanos.

A partir de 1993 se amplía el trabajo de negros estadounidenses intelectuales sobre sus similares en Cuba, entre ellos Miriam de Costa Willis, asesora para la política hacia el sector negro del entonces Presidente William Clinton, y funcionaria de alto rango de la Comunidad de Inteligencia.

El mensaje introducido era resaltar la necesidad de trabajar en función del “reconocimiento y protagonismo” de los negros en Cuba, apreciándose a todas luces una estrategia enemiga.

Entre 1993 y 1994 la Fundación Ford otorgó a varios cubanos la beca “David Rockefeller” por seis meses, con 25 mil dólares de financiamiento en la Universidad Internacional de la Florida, potenciándose la necesidad de trabajar el tema racial en Cuba.

La línea de trabajo continuó y en 1995 el libro anticubano “Cuba, Crisis y Transición”, planteaba entre otras ideas que:

“…no se trata de derrumbar el castrismo en un día, sino de transformarlo día a día.” En otro momento señala: “En el desarrollo de la sociedad civil hay tres áreas de imprescindible labor, la iglesia, los negros y las mujeres”.

 Para cada uno de esos segmentos el conocido Plan Bush para la “Transición”, establece acciones concretas y un financiamiento millonario como fueron los 6 millones destinados a “organizar” a las mujeres. Otras sumas similares fueron para “preparar” a los negros cubanos.

Conociendo la sensibilidad del tema racial, se empeñan en lograr una escisión en la unidad alcanzada por la Revolución, con la esperanza de lograr un movimiento contrarrevolucionario.

No por gusto han fabricado grupúsculos tales como: “Proyecto Mediático Consenso”, “Corriente Socialista Democrática”, “Comité Ciudadano por la Integración Racial”, “Movimiento por la Integración racial” y “Proyecto Alianza Unidad Racial”.

Tampoco es casual que hoy la mayoría de los asalariados de los yanquis son negros.

Hay millones para azuzar a los cubanos negros y mestizos, ejemplo es la Fundación Nacional para la Democracia, NED, que en el 2005 asignó 62 mil dólares para la “Alianza Afro-Cubana”, y el medio millón que aprobó en el 2013 el propio Obama para “El fomento de igualdad y defensa de las redes sociales de afrocubanos”; término en sí mismo excluyente al no considerarlos como cubanos plenos.

Muy atentos deberán estar los cubanos para no caer en trampas imperiales y tener presente lo expresado por José Martí en su artículo “Mi raza”, del 16 de abril de 1893:

“Todo lo que divide a los hombres, todo lo que los especifica, aparta o acorrala, es un pecado contra la humanidad”.

 “Insistir en las divisiones de raza, en las diferencias de raza de un pueblo naturalmente dividido, es dificultar la ventura pública y la individual, que están en el mayor acercamiento de los factores que han de vivir en común”.

 “Cubano es más que blanco, más que mulato, más que negro”.

“En los campos de batalla, muriendo por Cuba, han subido juntas por los aires las almas de los blancos y de los negros”.

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