Desde hace cerca de un año leo en la red de redes informaciones sobre un llamado “Proyecto Estado de SATS”, pero realmente hasta hace poco desconocía de que se trataba realmente.
Después de leer y buscar, llegué a la conclusión de que el citado “proyecto” no era tal, sino un hecho consumando y consumido, un nuevo engendro con ciertos matices que lo diferenciaban en algo de los grupúsculos contrarrevolucionarios históricos en Cuba, pero con similares objetivos, incluso integrado por viejos elementos conocidos como los diplodisidentes por sus relaciones estrechas y reconocimiento de algunas embajadas europeas acreditadas en la Habana y por supuesto bajo la dirección general de la misión diplomática norteamericana. Sigue leyendo