Las fábulas de la Sociedad Interamericana de Prensa


Arthur González

Sociedad Interamericana de PrensaComo un instrumento al servicio del gobierno norteamericano, funciona la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la cual mantiene su política anticubana con el marcado objetivo de contribuir a conformar matrices de opinión en contra de la Revolución cubana. Esa posición está sustentada en los propios planes de la CIA que pueden leerse en el Foreign Realtions U.S., 1961-63, Volumen X Cuba, 1961-62, páginas 490-492, donde se pretende hacer cambiar la opinión pública respecto a la revolución cubana.

Bajo esos principios la SIP acaba de divulgar un informe elaborado por la Comisión de Libertad de Prensa e Información, en el cual asegura que:

“En Cuba prosiguen las prácticas de golpizas, detenciones, intimidaciones, actos de vandalismo y hostigamiento contra opositores y los periodistas independientes”.

Sobre esto no presentan una sola prueba, solo declaraciones de un grupito de asalariados que reciben mensualmente miles de dólares desde Estadoperiodista-con-principioss Unidos para eso.

Anualmente la Casa Blanca aprueba 20 millones de dólares para el trabajo subversivo contra Cuba y el mantenimiento de los elementos contrarrevolucionarios, creados y entrenados por la CIA, con el apoyo de diplomáticos norteamericanos asentados en La Habana. Esos asalariados son los que reportan desde la misma misión diplomática estadounidense los informes que quieren los yanquis.

En dicho recinto reciben además cursos de periodismo, auto denominándose “periodistas independientes”, aunque realmente son totalmente dependientes del salario que reciben y de las órdenes estadounidenses.

Siguiendo las orientaciones de conformar una campaña negativa contra Cuba, la SIP asegura que dicho informe será discutido en la 70 Asamblea General, a celebrarse en Santiago de Chile, y “casualmente” solo acusan a países como Venezuela, Ecuador, Siria, Rusia y China, que tienen gobiernos con los cuales Estados Unidos tiene serías diferencias políticas.

Los supuestos “reprimidos” son cubanos que no tienen título universitario de periodistas, solo han recibido cursos breves en la Sección de Intereses de Estados Unidos para que trabajen a su servicio y por el que reciben un pago mensual del mismo presupuesto de los 20 millones de usd aprobados anualmente.

Sin embargo, en países latinoamericanos donde se asesina a diario a verdaderos periodistas, por denunciar los abusos cometidos por el sistema capitalista contra los obreros, estudiantes, campesinos e intelectuales, no se hacen campañas, ni se incluyen en sus listados.

De los millones de personas en América Latina que no pueden acceder a Internet por ser analfabetos o tener ingresos mínimos que no les permite alimentar a la familia ni se mencionan, a pesar de ser cifras muy altas, lo que demuestra la manipulación mediática y mal intencionada de dicho documento al servicio de Washington.

Cualquier persona con sensatez puede consultar el sitio de la Comisión de Investigación de Atentados a Periodistas (CIAP), organismo regional fundado en 1991 por decisión de la Federación Internacional de Periodistas (FELAP) y la Organización Internacional de Periodistas (OIP), para darse cuenta de dónde están realmente los graves problemas que afectan la libertad de esta importante profesión.

periodistas_reprimidas_300_137En los últimos dos años sobrepasan los 60 periodistas asesinados por reportar la verdad en sus países y afirma la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas de la Federación Latinoamericana de Periodistas, que el promedio de edad es de 38,7 años, entre ellos una parte son mujeres, estudiantes de la profesión y trabajadoras de prensa.

Los asesinatos se concentraron en México, Brasil, Honduras, Bolivia, Colombia, Argentina y Haití, pero ninguno está entre los destacados en el informe de la SIP.

México tiene un lugar primordial en cuanto a asesinatos y merece un tratamiento muy detallado pues el número supera la veintena casos.

Solamente del 2007 al 2012 fueron privados de sus vidas en el ejercicio de su profesión 209 periodistas.

La inseguridad ciudadana también afecta a periodistas y trabajadores de prensa “de a pié” en la región, que tienen que hacer uso del transporte público en horas nocturnas y de madrugada, es muy alta, con la honrosa excepción de Cuba.

En Cuba no se reportan esos casos ni hay un solo muerto o desaparecido por ejercer esa profesión, pero la orden de los yanquis es precisa: hay que lograr una matriz de opinión contra la Revolución que posibilite mantener campañas de condenas a su sistema socialista.

Lo demás es pura fábula.