Jugar en casa del trompo

Arthur González

El pasado 17 de diciembre el presidente Barack Obama sorprendió al mundo cuando anunció ante las cámaras de la TV: “Pondremos fin a un enfoque anticuado que durante décadas no ha podido promover nuestros intereses en Cuba”. […] le he dado instrucciones al secretario de Estado John Kerry, para comenzar de inmediato las discusiones con Cuba a fin de restablecer las relaciones diplomáticas…” A esa declaración siguieron las del presidente cubano Raúl Castro, afirmando similares medidas.

La noticia fue una bomba de neutrones para la mafia terrorista anticubana que jamás esperó semejante decisión y más aun cuando se hizo sin que participaran los recalcitrantes hijos de testaferros del tirano Fulgencio Batista, que hasta esa fecha habían tenido encadenada la política estadounidense hacia Cuba.

El hecho fue suficiente para que la derecha anticubana organizara provocaciones con miras a interrumpir ese proceso histórico.

La selección más inmediata fue la reconocida artista cubana residente en New York, Tania Bruguera, quien en una pasada Bienal de la Habana organizó de conjunto con Yoani Sánchez Cordero, devenida en bloguera al servicio de la CIA, un supuesto performance en el cual durante un minuto cualquier persona podía expresar libremente lo que deseara, siendo Yoani una de ellas para hablar en contra del Gobierno cubano.

Esa actividad transcurrió sin novedad, pero aun así fue muy divulgada en Estados Unidos y España, aunque la intensión era ser fuertemente reprimidas para desarrollar la campaña anticubana. El Ministerio de Cultura no cayó en la provocación y demostró madurez política, dejando en claro que el éxito del arte cubano es muy superior a maniobras de bajo costo.

Con la intensión de demostrarle al presidente de Estados Unidos que en Cuba “no hay libertad”, la Bruguera fue enviada nuevamente a La Habana con la encomienda de repetir su “performance”, al que ahora denominó “El susurro del Tatlin”, con idéntico formato del micrófono abierto para ejecutarlo el 30 de diciembre, a solo trece días de las declaraciones de Obama.

Los mafiosos se equivocaron al seleccionar la Plaza de la Revolución para tal bufonada. Tania no pudo llevar a cabo su provocación y fue instruida legalmente por violar las leyes cubanas, por tanto no puede abandonar el territorio nacional y esperar del juicio, como sucede en cualquier parte de este convulso mundo.

A pesar de sus continuos fracasos la mafia anticubana volvió a la carga con la mencionada artista, con la intensión de aprovechar el marco de la presente Bienal de la Habana iniciada el 22 de mayo, soñando enturbiarla con actividades subversivas ejecutadas por Tania Bruguera.

El 24 de mayo siguiendo instrucciones desde Estados Unidos la artista intentó otro “performance”, consistente en una lectura en la sala de su casa del libro “Los orígenes del totalitarismo”, de la alemana judía Hannah Arendt, pero como acto provocativo ausente de arte, lo efectuó con un micrófono y un alta voz a todo volumen, direccionado hacia el vecindario.

El final de dicha acción era salir en manifestación hacia la calle, lo que fue repudiado por los residentes colindantes, sometidos a una tortura con su lectura durante cien horas a través del amplificador.

Tania fue montada en un auto y traslada a la casa de su madre residente en la misma zona; quizás en España estuviera encarcelada y multada bajo la Ley Mordaza.

Todo estaba coordinado para la acción mediática, para lo cual fue seleccionado el libelo “Diario de Cuba”, encargado de divulgar la noticia e incluso impartirle algunas orientaciones.

La Bienal de la Habana es un éxito rotundo convertida en fiesta del arte, con la participación del pueblo que interactúa con las obras, algo que los artistas agradecen y asombra favorablemente a los casi mil creadores venidos del exterior.

Ni las instigaciones mal sanas de Tania ni las provocaciones de las llamadas “Damas” de Blanco, Yoani Sánchez, o Antonio Enrique González Rodiles, director de otro engendro de la CIA, mediante un tuitazo el 31 de mayo, podrán empañar la verdadera imagen del convite de las artes de La Habana, porque una imagen vale más que cien palabras y los miles de extranjeros que visitan la isla comprueban que los cubanos son cultos, amantes del arte verdadero y gozan de plena libertad para disfrutarlo.

Es de tontos querer bailar en casa del trompo y por esa razón José Martí expresó:

“Nada falso es duradero ni útil.

“…bien criado y bien puesto, como parece que debe ser el que anda con el arte”.