Detrás de una visita


Arthur González

papa-francisco-visita-cubaEl anuncio de la próxima visita a Cuba del tercer Papa de forma consecutiva, es un hecho a destacar y muy favorable a la isla, pues el mundo podrá observar una vez más la disciplina, educación y unidad del pueblo cubano.Resulta excepcional que el único país comunista del hemisferio occidental reciba a tres Sumo Pontífices en solo 17 años, cuando antes de 1959 nunca tuvo ese privilegio, mientras miles de países a pesar de tener tradición católica, apostólica y romana, no han tenido la ocasión de ser bendecidos por un Santo Padre. Por algo será.

Es público que el gobierno de Estados Unidos intenta utilizar a la iglesia católica para lograr un cambio de régimen en Cuba, así lo plantearon en el conocido Plan Bush, algo no rebatido por el Vaticano.

En el llamado capítulo religioso de ese Plan subversivo, se asegura entre otras cuestiones que:

“Las organizaciones religiosas pueden jugar un papel indispensable en la transición hacia una Cuba Libre”.

“La política de los Estados Unidos será apoyar la participación de todos los grupos religiosos genuinamente no políticos, tanto en la Transición como en el desarrollo de una Cuba libre…”

“Dado que oficialmente no podrán ser utilizados fondos del Gobierno de los Estados Unidos, estas organizaciones de base pueden ser una fuerza estabilizadora durante los momentos de la Transición y una importante fuerza a largo plazo en el desarrollo de la sociedad civil para protegerla de un retroceso al totalitarismo”.

Invitado por la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba y coincidiendo con la confirmación desde el Vaticano de la visita que realizará el Papa Francisco en septiembre, el pasado 22 de abril estuvo en la isla el Cardenal Beniamino Stella, prefecto de la Congregación para el Clero en la Santa Sede y colaborador cercano del Papa Francisco.

Durante la misma el Cardenal expresó que confiaba en que la visita del Papa sirviera para impulsar el deshielo entre La Habana y Washington, al resultar un momento importante, de mucha profundidad y esperanza para los dos países.

Stella es un amplio conocer de la realidad cubana, fue el Nuncio apostólico en La Habana entre los años 1993 y 1999 y participó directamente en la organización de la visita a la Isla de Juan Pablo II en 1998.

En esta ocasión el Cardenal visitó las ciudades de Santiago de Cuba, Las Tunas, Bayamo y Camagüey, donde ofició misas y se reunió con un grupo de sacerdotes y seminaristas.

En la capital sostuvo encuentros con los obispos de Cuba y fue recibido por el presidente Raúl Castro.

Según entrevista publicada posteriormente por la radio Vaticana, el Cardenal Stella aseguró que “en Cuba se han hecho avances interesantes pero aún falta buen tramo de camino».

Añadió que su interés en dicho encuentro fue el de “llevar a la consideración de las autoridades del país y del presidente

La iglesia católica acumula mucha experiencia en temas de política y como se ha divulgado por la propia prensa de Estados Unidos, tuvo un papel destacado en el proceso del derrumbe del sistema socialista en Polonia.

Francisco es el primer Papa jesuita, el primero de las Américas y el primer pontífice no europeo en mil 300 años.

Al ser electo, el diario “The Washington Times” apuntó que “la selección de un Papa del nuevo mundo fue vista en Estados Unidos como una inyección de energía para la Iglesia católica en las Américas”; mientras que el cardenal polaco Stanislaw Dziwisz, quien fuera secretario de cardenal Karol Wojtyla, devenido en Papa, afirmó a la prensa de su país natal que “el nuevo pontífice es un hombre de Juan Pablo II y recordó que ambos estaban muy de acuerdo en su visión sobre la Teología de la Liberación y el cardenal argentino no ha visto en el marxismo soluciones a los problemas sociales”.

Por tanto, habrá que esperar por los resultados de su viaje a Cuba, donde podrá apreciar la distorsión informativa que se hace desde Estados Unidos sobre los avances sociales de la isla y que tiene una situación muy diferente a la polaca.

Seguramente el Papa Francisco tendrá encuentros con su antecesor Benedicto XVI, quien le contará de sus vivencias durante su estancia en la mayor de las Antillas y ojalá no se acoja a los presupuestos del Plan Bush y tenga presente los pensamientos del Papa alemán cuando afirmó categóricamente:

“La Iglesia no está en el mundo para cambiar gobiernos, sino para penetrar con el Evangelio el corazón de los hombres. Ese debe ser siempre el camino de la Iglesia”.

2 pensamientos en “Detrás de una visita

  1. Pingback: Dietro una visita | progetto cubainformAzione

  2. Pingback: Blasfeman los incultos |

Deja un comentario