¿Dónde dejó España la defensa de los disidentes cubanos?.

Arthur González.

La humanitaria España, que tanto dice defender los llamados “disidentes” en Cuba, acaba de rechazar un pedido de ayuda de 2,5 millones de euros para los «ex presos políticos” cubanos acogidos en España desde julio de 2010.

Mientras estaban en la llamada «Perla del Caribe», que tanto le dolió a la corona española perder en 1898, los “disidentes” eran apoyados material y políticamente, recibidos como grandes personajes por los diplomáticos que debía además, invitarlos a cenas y recepciones, aunque sabían que en su mayoría tenían antecedentes penales por delitos comunes y carecían de toda ideología, pero les sobraba el interés por el dinero que recibían de Miami y de algunos de sus aliados europeos.

Pero el escenario cambió más rápido que el del teatro «Alcázar» y de buenas a primeras los respetados “disidentes” se convirtieron en un dolor de cabeza para los funcionarios españoles, al tener que lidiar con los verdaderos delincuentes.

Ahora si salieron a relucir sus conductas antisociales y por eso son rechazados por los altos funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores, que no quieren ni verlos a través de los ventanales de sus cómodos despachos de la capital madrileña.

Ya no son “opositores a Castro”, “luchadores por la Libertad”, “reprimidos brutalmente por sus ideas”, “presos de conciencia” y todos los calificativos con los cuales eran denominados mientras estuvieron en Cuba y les sirvieron para sus campañas anticubanas.

Ahora les toca a los propios españoles y norteamericanos cargar con sus héroes, pero al ver realmente lo que son, los desprecian y abandonan a su suerte.

Se les acabó a los diplodisidentes la buena vida, el andar por las embajadas europeas y ser las vedettes del momento para la gran prensa extranjera.

Parte el alma verlos haciendo huelgas y despreciados en el corazón del país que tanto los estimuló a las provocaciones contra la Revolución Cubana, pero como dice el dicho popular “A todo puerco le llega su San Martín”.

En estos momentos los diplodisidentes saben lo que perdieron en la Cuba socialista que tanto criticaron y donde nunca les falto la asistencia médica, la escuela de sus hijos, ni el plato de comida.

Con estas actitudes del gobierno español se cumple lo que decían los antiguos Romanos, Roma paga a los traidores pero los desprecia.

Ahí tienen lo que merecen.