Por Arthur González
A las claras se percibe la conformación de una cruzada contra Cuba que le prepare el camino al presidente Barack Obama, para pueda justificar sus acusaciones durante su próxima visita a La Habana, en el tema de los Derechos Humanos.
La situación que enmarca su viaje está precedida de recientes multas a compañías y bancos extranjeros por aceptar algún tipo de relación contractual con la Isla, algo en el que Obama se ha destacado como el Presidente de Estados Unidos que más sanciones ha impuesto, situación que si constituye una total violación de los derechos humanos del pueblo cubano.
Una prueba de esa preparación de condiciones psicológicas mediáticas, es el incremento de declaraciones de la contrarrevolución interna de la Isla, financiada con parte de los 20 millones de dólares que aprueba Obama para las acciones subversivas contra la Revolución desde que arribó a la Casa Blanca, para hacerle creer al mundo que Cuba los acosa y detiene de forma arbitraria, tal y como expresó el propio Presidente durante su intervención del 17.12.2014, al asegurar:
“No me hago ilusiones con respecto a los continuos obstáculos a la libertad que aún enfrenta el ciudadano cubano común. Los Estados Unidos consideran que ningún cubano debe ser víctima de acoso, arresto o golpizas, solo por ejercer el derecho universal de hacer que su voz se escuche. Continuaremos apoyando a la sociedad civil allí”.
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