Por Arthur González.
El periódico digital chileno “El Ciudadano” denunció el 21.12.2016 que diferentes cadenas de televisión de ese país y otras internacionales como la CNN, censuraron un material audiovisual en el que se defiende el derecho de los bolivianos a tener un acceso al mar.
Se trata solamente de un spot con una duración de algo más de dos minutos, donde se observa a un hombre caminando por una playa chilena, a la vez que habla consigo mismo y dice:
“El mar no es tuyo, tampoco es mío, no es de nadie, es de todos, ¿entonces por qué Chile no otorga mar a Bolivia?”
El tema no es ficción, es una realidad que no fantasea acciones con el ánimo de trasladarle al público una imagen falsa y degradante del accionar de las autoridades chilenas para hacerle el juego a intereses extranjeros, con el fin de lesionar su soberanía nacional.
Sin embargo, algunos entendidos afirman que una solución justa a favor de los reclamos de Bolivia pone en juego el futuro de empresarios y políticos corruptos, que lucran con las pesqueras y navieras.
Sobre esto no hay reacciones virulentas desde Miami, ¿por qué será?
Ante situaciones semejantes expresó José Martí:
“El influjo público y puro no debe mezclarse, sea cualquiera el pretexto, en cosas en que se mezcla el interés privado”