Arthur González.
Acostumbrados a querer imponer recetas a otros para mejorar la “democracia” y derechos humanos, gobernantes españoles parecen haberlo olvidado y hoy solo trasladan una cuestionada experiencia de cómo no se debe gobernar en este mundo.
Brutales represiones policiales contra el pueblo trabajador que protesta pacíficamente ante las medidas del gobernante Partido Popular, detenciones arbitrarias, despidos masivos de obreros y profesionales, desalojos de más de 300 mil familias que provocan un incremento de suicidios, empeño en privatizar los servicios de salud y elevar el costo de la vida, son algunas de la medidas tomadas por el presidente Mariano Rajoy que no pueden ni deben ser imitadas por ningún otro presidente. Sigue leyendo