Repudiables mentiras.


Por Arthur González.

Se sabe que el tema migratorio cubano es manipulado por Estados Unidos con fines subversivos desde hace 60 años. Ese interés dio pie a la creación de la Ley de Ajuste Cubano, como justificación de que los cubanos “huyen del comunismo”.

«periodista independiente»

Por ese motivo se mantiene inamovible con un tratamiento que solo reciben los nacidos en Cuba, aunque al llegar a Estados Unidos estuvieran residiendo en algún país del llamado “mundo libre”.

El presidente Barack Obama antes de terminar su mandato, colegió con Donald Trump la eliminación de la política conocida como “pies secos-pies-mojados”, establecida por Bill Clinton en 1995. No obstante, como la Ley de Ajuste continua vigente, los cubanos que llegan a la frontera yanqui y solicitan asilo por huir de los comunistas, tienen derecho a un día de Corte para exponerle al juez sus argumentos.

Un ejemplo de cómo manipulan ese tema contra la Revolución cubana, es el caso del recién otorgamiento de asilo a Serafín Morán Santiago, autocalificado como “periodista independiente”, persona desconocida en Cuba, sin título universitario, ni currículo profesional alguno.

Ese asalariado, que dependía de las instrucciones y dinero recibidos desde Miami, en mayo de 2017 fue llevado a los tribunales cubanos acusado de “simulación de delito”, pues una de las orientaciones que reciben aquellos que dependen del dinero yanqui, es precisamente remitir denuncias falsas sobre hechos inventados, como parte de la guerra mediática organizada contra la Revolución desde 1959.

Esas noticias son las que divulgan las televisoras y agencias de prensa de Miami en sus campañas anticubanas, pero la vida se encarga de desmentirlas.

Morán Santiago llegó a la frontera yanqui desde México el 13 de abril 2018, donde solicitó asilo político bajo el argumento de ser un “perseguido político”, y si regresaba a Cuba podría ser “atacado o asesinado”, por su “trabajo” como periodista “independiente”.

A finales del pasado agosto, un juez de inmigración del estado de Texas, le negó la fianza por no encontrar argumentos sólidos, pero lo remitió a una audiencia de asilo, celebrada este mes de octubre, la cual falló a su favor después de que la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), al servicio de los yanquis, le ofreciera asistencia legal gratuita, algo que no hace con los miles de latinoamericanos que huyen de la muerte a manos de bandas del crimen organizado, del hambre y la miseria en que los tienen sumidos el sistema capitalista.

Morán también recibió apoyo de la organización Fundamedios, la que dice “velar por la libertad de prensa en Estados Unidos” y a la vez sostiene relaciones de trabajo con la bloguera y editora de 14yMedio, Yoani Sánchez, reclutada en 2004 por el agente de la CIA Carlos Alberto Montaner, terrorista y prófugo de la justicia cubana por colocar bombas en centros comerciales de La Habana.

Ahora Moran es un refugiado político y el gobierno de Estados Unidos deberá sufragarle un paquete de gastos básicos de por vida, con el dinero de los contribuyentes.

Prueba de que no es perseguido por ninguna autoridad cubana fue su viaje libre hacia Guyana, país que no exige visado a los cubanos, porque México ni Estados Unidos no le concederían una visa, ni lo aceptarían dentro del amplio programa de visas de refugiados políticos, que otorga el Departamento de Estados a los cubanos.

Para comprobar la guerra mediática de desinformación contra Cuba, basta citar los argumentos de RSF, al acusar a la Isla de ser “una de las naciones más peligrosas para ejercer el periodismo”, calificándola como “la peor en cuanto a libertad de prensa” en el continente americano.

Desfachatez sin límites, porque en Cuba no hay un solo periodista muerto o desaparecido después de 1959, incluidos esos que no poseen título ni trabajan en medios de prensa reconocidos oficialmente, a diferencia de México, donde la vida de un periodista peligra las 24 horas del día y acumula en los últimos 6 años la alarmante cifra de cerca de 2 mil hechos, entre agresiones y asesinatos contra los profesionales de la prensa.

Los asesinatos de periodistas informados por estadísticas oficiales a nivel mundial, nunca han señalado a Cuba. Los crímenes contra la prensa en América Latina se concentran en México, seguido de Brasil, Honduras, Bolivia, Colombia, Argentina, Ecuador y Haití.

Otro ejemplo de las falsedades que respaldan los jueces que otorgan el asilo político a esos cubanos, es aceptar el argumento de que “su vida peligra” si regresan a Cuba, al no tomar en cuenta que el Departamento de Estado no les concede ese tipo de visas, ni que connotados contrarrevolucionarios con apoyo financiero y moral de Estados Unidos y del Parlamento Europeo, salen y regresan a Cuba sin ser molestados por ninguna autoridad y siguen su vida normal, con miles de dólares para ejecutar acciones provocativas contra la Revolución.

Entre esos casos están Berta Soler, Guillermo Fariñas, José Daniel Ferrer, Manuel Cuesta Morua, Dagoberto Valdés y algunos más, que han hecho de la contrarrevolución un jugoso negocio, permitiéndoles vivir sin tener que sudar.

El doble racero de Estados Unidos con el tema migratorio es vergonzoso, pues mientras a cubanos como Serafín Morán, los protegen con esa categoría, en los últimos cuatro meses Donald Trump separó de forma inhumana a más de 6 mil familias migrantes latinoamericanas, como parte de su política de tolerancia cero.

Razón tenía José Martí para afirmar:

“Hay algo que daña mucho el ejercicio del derecho y es la hipocresía del derecho”.

 

 

¿Por qué los yanquis no quieren elecciones en Cuba y Venezuela?


Por Arthur González.

Estados Unidos, antes exigía elecciones en Cuba y Venezuela, pero ahora se oponen a ellas bajo el argumento de que “no son democráticas”.

El motivo es que cuando soñaban con que los “opositores”, pagados con su dinero, iban a ganar, gritaban a los cuatro vientos que ambos países tenían que celebrar procesos electorales.

Ahora, conscientes de que ganarán dirigentes de izquierda, dicen que desconocerán los resultados porque no se ajustan a los parámetros que ellos establecen.

Sin embargo, hacen total silencio ante el fraude en las elecciones de México, donde escamotearon el triunfo al candidato del pueblo Manuel López Obrador; en Honduras violaron todos los preceptos democráticos; en Perú la corrupción llegó al punto extremo de reimponer al presidente acusado de actos de corruptela, quien firmó el indulto de Fujimori, a pesar de los crímenes cometidos.

De Brasil nada dicen, allí la libertad, la democracia y la opinión del pueblo se pisotearon abiertamente, para mantener a un presidente corrupto hasta la medula.

Esa es la democracia representativa que los yanquis pretenden imponerle nuevamente a Cuba y Venezuela, por eso se oponen a los sistemas populares que defienden los verdaderos intereses de sus pueblos.

La actual cruzada mediática desplegada por la prensa oficialista yanqui, unida a las presiones sobre la Unión Europea para que sancione a funcionarios venezolanos, las posiciones asumidas por la desprestigiada OEA, junto al fabricado Grupo de Lima que pretenden oponerlo a la CELAC, intentan deformar la realidad, e imponer una matriz de opinión contraria a los procesos electorales de los dos países, que poseen regímenes sociales mucho más democráticos que el estadounidense.

Venezuela ha impuesto record de elecciones democráticas con 22 en los últimos años, pero no son reconocidas por Washington debido a que la oposición no ha podido derrocar a la Revolución Bolivariana.

Contra Cuba se repite la vieja fórmula de ataques contra la forma en que se postula y eligen los delegados del Poder Popular, y a pesar de eso, soñaron con obtener algunos escaños con el engendro denominado Cuba Decide, que no tiene respaldo ni de los propios grupúsculos contrarrevolucionarios, a pesar del dinero invertido en la “refugiada política” Rosa María Paya Acevedo, residente en Miami.

Esa inventada “perseguida política”, deliró con postular algunos de sus patrocinados, sin lograr un solo candidato.

Otro que engañó y estafó a los que le dieron miles de dólares, es Manuel Cuesta Morua, con su proyecto “Mesa Unida de Acción Democrática”, quien aseguraba disponer de imaginarios 175 candidatos opositores, finalmente no pudo postular a ninguno y con los dólares obtenidos se fue a viajar por el extranjero.

Para tener una idea cierta del desprestigio de esa llamada “oposición” cubana, basta citar el caso de Eliécer Ávila, quien, al regresar de su gira europea en el 2014, donde culminó un curso de adiestramiento impartido por el polaco Lech Walesa, conformó el grupo “Somos +”, no pudiendo agrupar la membresía que le exigían desde Miami y además rechazado por otros “disidentes” que no le permitieron alcanzar representatividad entre la contrarrevolución tradicional.

El resultado fue similar al de otros “opositores”, se aprovechó del apoyo de Estados Unidos para recibir una visa y se acogerá a la Ley de Ajuste. Actualmente reside en Miami con su esposa, la que dio a luz un niño que es ciudadano norteamericano.

Probablemente en lo adelante se dedique a ejercer la ingeniería informática que gratuitamente obtuvo en Cuba, gracias al sistema socialista, que con seguridad le rendirá mejores frutos económicos para sostener cómodamente a su mujer e hijo.

El resto es más de lo mismo, aunque lo nuevo es la adición de Luis Almagro, titular de la OEA, organización que ni pinta ni da color, ni es respetada por nadie por responder a los dictados del Departamento de Estado y la CIA, como demuestran varios documentos desclasificados.

Cacareando lo que le indican los oficiales de la CIA, Almagro hace llamados a desconocer la sucesión de Raúl Castro, después que Estados Unidos se cansó de exigir la salida del gobierno de Fidel y de Raúl, plasmado en la “Ley para la libertad y la solidaridad democrática cubanas”, de 1996.

Como prueba de su servilismo, le orientaron viajar a Miami para participar en un acto organizado por Rosa María Payá, para continuar la guerra mediática contra Cuba, en una supuesta promoción de un “plebiscito vinculante para que el pueblo cubano decida qué sistema político quiere”.

A dicho bochinche asistió el ex congresista Lincoln Díaz-Balart, miembro de la mafia terrorista, e hijo de uno de los principales testaferros del tirano Fulgencio Batista. Allí Almagro expresó su apoyo al proyecto fabricado para Rosa María Payá, y volvió a recitar el guion escrito por la CIA contra Venezuela, al señalar: “La dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela, es un burdo intento de replicar la experiencia cubana, incluso en la generación de una diáspora para liberar la presión interna”.

Triste papel de vender su alma al que más dinero le aporte.

En un gesto similar al ofrecido a José María Aznar, ex presidente español que logró imponer en 1997 la llamada Posición Común contra Cuba, la zona de Coral Gables, integrada dentro del condado de Miami-Dade, proclamó el 10 de febrero “Día de Luis Almagro”.

Esos son los que quieren retrotraer a Cuba al pasado, aquel en el que politiqueros corruptos se postulaban para alcaldes, concejales y gobernadores, prometían en sus campañas electorales, agua, camino y escuelas, se robaban el escaso presupuesto destinado a un desayuno escolar y nunca dieron empleo a cientos de miles de desocupados que llenaban las calles de la isla.

Aquella situación cambió para siempre con la triunfante Revolución, a la que el imperio no le perdona los niveles de educación, cultura, seguridad social y salud alcanzados por su pueblo.

A darle lecciones de democracia a otros, a los cubanos les basta recordar lo que dijo José Martí:

“Es recia y nauseabunda, una campaña presidencial en los Estados Unidos”.

Se desvanece proyecto anticubano “#Otro 18”.


Por Arthur González.

Estados Unidos vuelve a malgastar cientos de miles de dólares en proyectos contra Cuba, y el más reciente fue la creación del llamado “#Otro 18”, con la tonta ilusión de sabotear el proceso eleccionario que se lleva a cabo en la Isla, con miras a las próximas elecciones de febrero del 2018, donde el actual presidente de los Consejos de Estado y Ministros, General de Ejército, Raúl Castro Ruz, dejará su cargo, dándole paso al relevo generacional.

Ante el nuevo escenario que se presenta en Cuba, el gobierno yanqui y sus servicios de inteligencia, se frotaron las manos con la idea de aprovechar dichas elecciones para promover a sus asalariados, sin tomar en consideración la falta de prestigio y ausencia de liderazgo, de quienes solo se mueven por el afán del dinero.

Para lograr sus objetivos, en Estados Unido se dieron a la tarea en agosto del 2015, de conformar la llamada “Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD)” con la pretensión de impulsar un supuesto movimiento ciudadano para encaminar una “transición democrática” en Cuba y para ello cometieron el grave error de apoyarse en el asalariado Manuel Cuesta Morúa, quien jamás ha logrado unir a una docena de personas, por carecer de prestigio y liderazgo.

Inicialmente otros grupúsculos financiados por los yanquis, como la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), encabezada por José Daniel Ferrer, el Frente Anti totalitario Unido, por Guillermo Fariñas, y la plataforma #CubaDecide, conformada por la mafia terrorista anticubana de Miami, con Rosa María Payá, se sumaron al proyecto, pero rápidamente la división se produjo al percatarse que el dinero iba solamente a los bolsillos de Cuesta Morua y sus amantes.

Cuesta está contratado por la Fundación Nacional para la Democracia (NED), para desarrollar proyectos subversivos en Cuba, para lo cual firmó un documento que establece que la mencionada Fundación, pantalla de la CIA, le paga 14 mil 400 dólares por sus actividades contrarrevolucionarias. La USAID también ha financiado la preparación de los supuestos candidatos que se presentarían a las elecciones, y así como los viajes al exterior para asistir a eventos preparados por la NED.

Entre las acciones llevadas a cabo, estuvo su participación en conferencia brindada por la venezolana María Corina Machado, opositora venezolana, con vistas a brindarle apoyo.

Las promesas realizadas por Morua a la NED, de que tenía más de 170 candidatos independientes, fue falsa y nunca brindó nombres ni provincias, solo se limitó a argumentar que eran “hostigados y amenazados” por la policía, algo risible por no existir personas a quien reprimir.

Entre las mentiras trasladadas a sus financistas yanquis, estuvo la de que “una docena de sus candidatos serían vencedores seguros en las elecciones”, lo que se convirtió en sal y agua, pues ni existieron, ni tuvieron quienes los propusieran en las reuniones de los barrios cubanos, demostrándose como engañó a sus patrocinadores que se creyeron sus historias y por las que recibió, fácilmente, cientos de miles de dólares.

Ese pícaro cubano en estos tres últimos años ha viajado al exterior en 31 oportunidades, con todos los gastos sufragados por instituciones de Estados Unidos.  Entre los países visitados están Colombia, Argentina, Costa Rica, Perú, Guatemala, Honduras, República Checa, Puerto Rico y Estados Unidos. Durante el proceso de elección de candidatos se fue a Praga, para una “reunión”.

Muchos viajes y dinero, pero sin resultados.

Ante tanto aprovechamiento en beneficio propio, en julio del 2016, la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) de José Daniel Ferrer y el Frente Anti totalitario Unido (FANTU) de Guillermo Coco Fariñas, decidieron separarse de Cuesta Morua y de su inventado proyecto.

Para demostrar la ausencia de apoyo a esa farsa, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, con sede en Madrid, también ha decidido suspender su participación en la coalición “hasta tanto no se abra un debate plural en sus filas”, situación que debe ser analizada por los funcionarios de la NED que le dieron credibilidad y apoyo financiero, haciendo el ridículo una vez más.

Fariñas argumentó su separación afirmando que, en su opinión, “los supuestos miembros de la MUAD son de mucho renombre mediático, pero con unos pocos miembros en sus filas, a veces de una sola persona, y actúan solamente hacia el exterior de Cuba”, y añadió:

“Cuesta Morua utiliza métodos para comprar y comprometer voluntades, así como votos de opositores, que consisten en facilitar viajes al exterior».

Duras palabras que retratan una realidad que los yanquis no quieren reconocer, y es la causa histórica de tantos fiascos, con esos llamados “opositores cubanos”.

En ese sentido, se conoce que varias de las amantes de Morua, entre ellas Lisbetys Darías y Lilianne Ruiz, pudieron viajar a los Estados Unidos, porque este les solicitó a los funcionarios yanquis las visas, ante una presunta preparación; lo mismo que ejecutó por Boris Stuart Morua, quienes no regresaron a Cuba.

Ninguno de los proyectos que presentó ante la NED, el Instituto Nacional Demócrata y el Instituto Interamericano de Derechos Humanos, se materializaron, siempre con la manida justificación de “la represión del gobierno cubanos”.

En el 2017, se sumaron a la separación de la MUAD, llamada “Plataforma de Derechos Humanos”, integrada por cinco organizaciones contrarrevolucionarias: la Coordinadora Nacional de Presos y Ex presos Políticos, la Asociación Pro Arte Libre, el Proyecto Derechos del Pueblo, la Red Juvenil y la Coordinadora Obrera Cubana.

En un texto realizado, todas acusaron a Cuesta Morúa de: “inflexibilidad y soberbia, ambicioso y con excesos de nepotismo”.

Los yanquis no aprenden de sus fracasos porque la soberbia y el odio a la Revolución, no les permite analizar ni ver la realidad.

Razón tenía José Martí cuando afirmó:

“Cree el soberbio que la tierra fue hecha para servirle de pedestal”

Manipulación del tema racial contra Cuba


Por Arthur González

Estados Unidos no puede presumir de ser ejemplo de igualdad racial, sin embargo, estimula y acoge a cubanos de raza negra para sus acciones de propaganda contra la Revolución cubana, obviando que es precisamente en el Norte donde más crímenes se realizan a diario contra personas de piel negra, que califican como afronorteamericanos, para recordarles que no son norteamericanos, sino africanos.

Desgraciadamente quienes aceptan esa nueva calificación racial no se percatan el sentido racista que conlleva, pues a ningún europeo lo califican como europeo descendiente, los llaman simplemente norteamericanos.

En vida de Martín Luther Kim nunca se les llamo afrodescendientes, él luchaba por los derechos de los negros y por eso fue asesinado.

Desde la década de los 90 del siglo XX, los ideólogos estadounidenses iniciaron la estimulación a la controversia racial en Cuba, como si antes de 1959 ser negro no fuera considerado un pecado mortal.

En los últimos años fomentaron grupúsculos contrarrevolucionarios de corte racial, invitando a sus cabecillas a conferencias internacionales para acusar a la Revolución de ser racista, manipulando con malsana intensión situaciones arrastradas desde el capitalismo impuesto por Estados Unidos, que en nada tienen que ver con el proceso de desarrollo e igualdad racial logrado por el socialismo cubano.

Con fines subversivos la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) celebra su reunión en Venezuela, a la que invitaron al contrarrevolucionario cubano Juan Antonio Madrazo, miembro de un grupúsculo fomentado y financiado desde EE.UU.

En su intervención ante dicha Comisión declaró que: “recomendaré al gobierno de Raúl Castro que permita tratar en la esfera pública la problemática racial cubana”, como si ese tema no se abordara, cotidianamente y de manera constructiva, por académicos y estudiosos cubanos.

Los historiadores y especialistas de Cuba debaten lo alcanzado y lo que aún falta por lograr en ese orden, sin olvidar que fue la Revolución socialista quien acabo con las barreras que impedían que los negros pudiesen ser tratados como seres humanos y eliminar la cruel segregación que padecían.

Fue tal la discriminación que padecieron los negros que los papeles de negritos en el teatro vernáculo solo eran interpretados por blancos pintados de negro, las rumberas eran blancas, los deportistas blancos y no existían funcionarios en empresas ni cargos públicos de raza negra.

La manipulación es tal que se quiere hacer creer que los negros no son seleccionados para puestos importantes, incluido el turismo, pero no mencionan que el 25 de marzo de 1959 el propio Fidel Castro, explicaba al pueblo por la TV, la política de la Revolución contra la discriminación racial existente en el capitalismo, considerándola como una de las peores lacras de la sociedad cubana.

Fue la Revolución y no el capitalismo, quien eliminó la segregación racial en sociedades de diversos tipos, las playas, empresas y centros de estudio.

¿Dónde estudio Madrazo? ¿Qué nivel académico tiene? ¿Pudo haberlo alcanzado antes de 1959?

Por supuesto que no, ni tampoco su compinche Cuesta Morua, ni Guillermo Fariñas ni ninguno de los que hoy pretende condenar a Cuba. Todos fueron a las mismas escuelas que van los cubanos blancos.

Hoy los círculos infantiles, escuelas de todos los niveles, hospitales, bancos, ministerios, bufetes de abogados, y otras especialidades, están llenas de cubanos de raza negra o mulatos, pues los matrimonios entre diferentes razas en algo común en la Isla, algo condenado y rechazado décadas atrás.

Esos mismos que hablan de discriminación racial han cambiado sus patrones de belleza y solo ven en las mujeres blancas su ideal de pareja, relegando hermosas Venus de ébano, que nada tienen que envidiar a las blancas, a pesar de tener labios más gruesos, narices anchas y pelos rizos.

En Cuba no se le impide a un negro entrar en un centro comercial, una escuela o un centro de trabajo. Académicos, médicos, diplomáticos y científicos negros, gozan de alta consideración social.

Quien no quiere estudiar y superarse no es por el color de la piel ni por sus ancestros, pues en casi 60 años ya son cuatro generaciones de cubanos que han vivido en igualdad de oportunidades, sin importar la raza.

Como parte de la campaña anticubana la vicepresidenta primera de la CIDH, la jamaicana Margarette May Macaulay, manifestó: Sigue leyendo

Disidentes arrecian su campaña anticubana


Por Arthur González.

Bien se conoce que la mafia anticubana radicada en Miami ha encadenado la política exterior de Estados Unidos en el tema Cuba, y durante nueve administraciones lograron impedir un cambio en las relaciones de la potencia más poderosa del planeta, con una pequeña isla ubicada en el centro del Mar Caribe.

Eliminado el sistema socialista europeo, solo Cuba quedó en el hemisferio occidental con las ideas de construir una sociedad más justa y equitativa, donde los valores de los seres humanos están por encima del enriquecimiento de un puñado de personas, algo que los yanquis no soportan por el ejemplo que irradia para los que padecen de los males del capitalismo.

Desde que Estados Unidos reconociera en diciembre 2014, el fracaso de su política contra Cuba y la necesidad de cambiarla para lograr sus sueños de desmostar el socialismo, la mafia anticubana integrada por servidores del tirano Fulgencio Batista, inició su trabajo para impedir que las relaciones entre ambos países pudieran ser normales.berta y la mafia

La primera reacción fue la de presionar en el Congreso para impedir un levantamiento de la Guerra Económica, a la que ellos llaman eufemísticamente “Embargo”. La segunda consiste en preparar a la contrarrevolución interna, denominada como “disidencia”, para ejecutar actos provocativos que puedan ser manipulados mediáticamente y acusar a Cuba de “reprimirlos”.

Esa mafia terrorista que tiene un pasado tenebroso dentro de Estados Unidos, con su participación en la invasión a Cuba por Bahía de Cochinos, el asesinato del presidente J.F. Kennedy; la instalación de micrófonos en el llamado Caso Watergate; el asesinato de personalidades latinoamericanas como el ex canciller chileno, Orlando Letelier; el tráfico de drogas hacia Estados Unidos y la entrega de armas a la contrarrevolución nicaragüense; unido a los cientos de actos terroristas dentro y fuera de Estados Unidos, es la que se declara “defensora” de los derechos humanos. Sigue leyendo