María Elvira Salazar le vendió su alma al diablo.


Por Arthur González.

La reconocida periodista María Elvira Salazar, acaba de lograr su candidatura por el partido republicano, para acceder al escaño que dejará vacante Ileana Ros-Lehtinen, por el distrito 27 del sur de Florida, situación que pudiera catapultarla a la política de Estados Unidos, a pesar de no contar con experiencia en ese complicado terreno.

Lo interesante de su victoria es que para ello tuvo que venderle su alma a la mafia terrorista anticubana de Miami, grupo que tiene las manos llenas de sangre inocente de cubanas y cubanos, algo que bien conoce María Elvira, por sus frecuentes visitas a la Isla en el pasado.

Cuba fue uno de los temas obligados de su campaña, pues se sabe, que desde hace décadas la mafia terrorista encadenó la política exterior estadounidense, en cuanto a sus relaciones con la Isla, al tomarla como bandera en todas las postulaciones de Florida, e incluso arrastran a Senadores, Representantes y Presidentes, que se han visto rehenes de sus patrañas, para evitar la normalización de las relaciones entre ambos países.

Lo significativo es que no solo esa mafiosa aceptó darle su apoyo a la periodista, también lo hicieron otros miembros del grupo terrorista como Lincoln Díaz-Balart, estrechamente vinculado a hechos terroristas ejecutados contra el pueblo cubano.

Para conseguir apoyo político y financiero de esa mafia, la Sra. Salazar declaró que, si ganaba, tomaría como prioridades: “mejorar la situación del transporte en Miami, atraer mejores empleos, trabajar para la prevención de los tiroteos masivos que afectan al país y al sur de la Florida, y por supuesto “la defensa de las libertades en Cuba, Venezuela y Nicaragua”.

Nada es casual, todo fue aceptado previamente por María Elvira y a partir de ahora tendrá que seguir en ese carril anticubano, si desea realmente convertirse en la sustituta de quien fuera calificada como la loba feroz, por oponerse a que el niño Elián González, le fuera entregado a su padre y regresar a su casa en la ciudad cubana de Cárdenas.

No en balde la Salazar recibió para su campaña, la suma de 680 mil 786 usd del bando republicano.

La propia Ileana al conocer los resultados de las primarias declaró: “María Elvira es una líder extraordinaria…Ella va a ser la voz de la libertad”. 

Ya no hay vuelta atrás.

A partir de este momento la afamada periodista tendrá que recitar de memoria, los libretos preparados por la mafia terrorista anticubana, si realmente desea obtener los votos necesarios de los electores del distrito 27, creado en el 2012, que incluye a La Pequeña Habana, gran parte de la ciudad de Miami y las municipalidades de Miami Beach, West Miami, Coral Gables, South Miami, Pinecrest, Palmetto Bay, Cutler Bay, North Bay Village y Key Biscayne.

María Elvira conoce el terreno que pisa, no es ingenua ni tonta, aunque sí vanidosa y ambiciosa.

Ella sabe perfectamente los antecedentes de Ileana Ros, quien apoyó a Guillermo Novo Sampol cuando fue detenido por el asesinato del ex canciller chileno Orlando Letelier, su secretaria norteamericana y el chofer. Fue esa congresista quien solicitó su indulto al presidente Ronald Reagan, a pesar de ser un criminal y torturador en el Plan Cóndor.

Esa misma representante intercedió con el presidente George Bush, la residencia en Estados Unidos del connotado terrorista y asesino Orlando Bosch, a pesar de estar calificado por el FBI como un “ente sumamente peligroso e inadmisible en el país”, debido a que, colocó explosivos en Miami y otras ciudades.

En 1968 fue condenado a 10 años de prisión, por estallar bombas en barcos. Liberado bajo palabra en 1972, pero en 1974, admitió haber enviado paquetes de explosivos a embajadas cubanas en Lima, Perú, Madrid, España, Ottawa, Canadá y Argentina.

Fue coautor de la voladura de un avión civil cubano en pleno vuelo, asesinando a 73 pasajeros.

Ros-Lehtinen también gestionó el ingreso ilegal en Estados Unidos y posterior protección en Miami, del asesino múltiple Luis Posada Carriles, cómplice de Bosch en sus acciones terroristas, como la voladura del avión cubano y la colocación de bombas en varios hoteles y restaurantes de La Habana, donde resultó muerto un turista italiano.

Posada fue entrevistado por la propia María Elvira, la que recibió como respuesta ante las cámaras de la TV, que “el joven italiano estaba en el lugar y momento equivocado”, cuando estalló la bomba en el hotel habanero Copacabana, de lo que no estaba arrepentido.

Ileana Ros fue participe del diseño de la provocación al gobierno de Cuba, mediante los vuelos de la organización Hermanos Al Rescate, HAR, a sabiendas que podían ser derribados, como habían advertido las autoridades de la Isla en múltiples oportunidades, incluso enviándole mensajes al presidente William Clinton, para que impidiera la violación del espacio aéreo cubano y el bombardeo de propaganda sobre la ciudad de La Habana, por HAR.

Ella personalmente hizo gestiones para que dicha organización adquiriera las avionetas.

Aquella provocación fue concebida ante el temor de que Clinton decidiera medidas para debilitar la guerra económica, comercial y financiera impuesta por su antecesor J.F. Kennedy, pues había iniciado la política Pueblo a Pueblo y tenía planes de permitir el turismo norteamericano a la Isla.

Como resultado del derribo de las avionetas, Ileana, Lincoln Díaz-Balart y otros miembros de la mafia terrorista, le prepararon la trampa al propio Presidente, obligándolo a firmar la conocida como Ley Helms-Burton, que le quitó para siempre a los presidentes de Estados Unidos, tomar la decisión de eliminar la oprobiosa guerra económica, comercial y financiera, que pretende matar por hambre y enfermedades al pueblo cubano.

La suerte de María Elvira está echada y cargará con la responsabilidad histórica ante el pueblo cubano, de apoyar al grupo mafioso responsable que tanto dolor y luto ha causado.

Preciso fue José Martí cuando señaló:

“El fausto se compra casi siempre a precio del decoro”.

Lección para los cubanos, si en Cuba se produce una “transición”.


Por Arthur González.

Los que pregonan a los cuatro vientos que Cuba necesita una “transición pacífica hacia la democracia”, deben saber el futuro que les espera, pues todos los beneficios obtenidos después de 1959 serán eliminados de inmediato.

Así sucedió en los países de Europa del Este, donde profesionales altamente calificados se vieron sin empleo de un día para otro, teniendo que desempeñar trabajos de limpieza, de carteros y vender de alimentos ligeros en plena calle.

Ahora en un nuevo arranque de odio a todo lo que recuerde al socialismo, la actual primera ministra de Polonia, la conservadora Beata Szydlo, acaba de aprobar un proyecto de ley que, de aprobarse, despediría a todos los empleados del Ministerio de Relaciones Exteriores contratados antes de que el sistema socialista se extinguiera en 1989.

Dando pruebas de lo que hacen los anticomunistas que proclaman “democracia”, “pluralidad de pensamiento” y “derechos humanos”, la actual gobernante polaca estableció, como una prioridad necesaria, eliminar de todos los altos puestos de trabajo en el Estado a aquellas personas cuyos estudios académicos se desarrollaron bajo el comunismo, como si la preparación profesional y experiencia acumulada no sirviera para nada, solo haber sido formados en el socialismo.

Así actúan los “demócratas” para atemorizar a la población y que les sirva de escarmiento a los que vivieron bajo el sistema socialista que permitió el crecimiento económico de Europa Oriental y altos niveles de vida, preparación profesional y una seguridad social muy superior a la que se enfrentan hoy.

No por gusto Estados Unidos se empeña en llevar a Polonia a los principales contrarrevolucionarios cubanos, con el propósito de que ganen en experiencia en el “Instituto Lech Walesa”, al recibir las conferencias que imparte el propio Walesa, quien trabajó bajo las órdenes y el financiamiento de los yanquis dentro del conocido Proyecto Democracia, impuesto por la administración de Ronald Reagan.

Entre los que han visitado dicho Instituto figuran Yoani Sánchez Cordero, Antonio Enrique González-Rodiles, Eliecer Ávila, Elizardo Sánchez-Santa Cruz, Berta Soler y otros de los calificados como “disidentes”, incluido el antichavista Leopoldo López, hoy detenido por aplicar las recetas del polaco con actividades callejeras que costaron varias vidas de ciudadanos venezolanos.

Quienes sueñan que Cuba caerá en brazos de Estados Unidos se equivocan una vez más, la historia está preñada de hechos históricos como el protagonizado por el General Antonio Maceo, durante la viril protesta en los Mangos de Baraguá, contra aquellos que capitularon ante la Metrópoli española, algo que la vida se encargó de demostrar el alto costo de aceptarla, sin alcanzar la independencia y la abolición de la esclavitud.

Si los cubanos de hoy quieren saber lo que les esperaría ante otra capitulación deshonrosa, solo deben leer con detenimiento la execrable Ley para la Libertad y la Solidaridad Democrática cubanas” (Ley libertad 1996), conocida como Ley Helms-Burton, patrocinada por la mafia terrorista de Miami, encabezada por Ileana Ros-Lehtinen y Lincoln Díaz-Balart, hijos de testaferros del dictador Fulgencio Batista, a la que sumaron Robert Bob Menéndez, Dan Burton, Jesse Helms y Robert G. Torricelli, entre otros.

En dicha Ley, aprobada para encadenar al pueblo cubano, se expresa sin el menor pudor el fortalecimiento de las sanciones internacionales contra Cuba, país que deberá pagar un alto precio por haber escogido soberanamente un camino sin el yugo de los Estados Unidos, dejando claramente el sentimiento de que para levantar la despiadada Guerra Económica impuesta por Washington desde 1962, la Isla deberá renunciar a ser libre e independiente.

Una vez derrocada la Revolución, la Guerra Económica continuaría hasta tanto el “Funcionario de Coordinación”, léase un procónsul yanqui, nombrado por el Presidente de los Estados Unidos, le informe que “en Cuba existe un gobierno plenamente democrático”, al estilo y forma que ellos desean; sean devueltas todas las propiedades nacionalizadas; se haya disuelto el actual Departamento de Seguridad del Estado del Ministerio del Interior de Cuba; incluidos los Comités de Defensa de la Revolución.

A eso debe sumársele la aceptación de múltiples partidos políticos, ninguno de ideología socialista y el compromiso de organizar elecciones “libres y justas” para un nuevo gobierno.

Precisamente, su error de casi 60 años es soñar que los cubanos olvidarán la historia de las tres intervenciones yanquis y los desmanes cometidos por los gobernantes corruptos y asesinos, bendecidos por La Casa Blanca.

Cuba escogió su propio destino y no habrá vuelta atrás. Los cambios internos son y serán dentro del sistema escogido libremente para hacer lo más adecuado a las necesidades y aspiraciones del pueblo, quien resiste unido la obcecada política agresiva de Estados Unidos, preñada de miles de actos terroristas, el espionaje y la subversión política., porque como aseguró José Martí:

“La libertad cuesta muy cara, y es necesario o resignarse a vivir sin ella o decidirse a comprarla por su precio”.

 

 

 

 

 

 

 

Lo que deben conocer los “disidentes” cubanos


Por Arthur González

Los mal calificados como “disidentes” en Cuba, asalariados oficiales del gobierno de Estados Unidos, deben conocer algunas cosas del país que les paga y orienta para ejecutar provocaciones y desórdenes públicos en la Isla, situación que en el vecino del Norte no le permiten a nadie y quienes se atreven a violar sus leyes son sancionados fuertemente.

Por estos días una noticialeyes recorre las redes sociales, poniendo al descubierto como los jueces en los Estados Unidos no les tiemblan las manos para sancionar a los que incumplan con las legislaciones vigentes.

Tal es el caso de Eric Bramwell, quien deberá pasar sus próximos 22 años de vida en la cárcel, por solamente haber hurtado un simple control remoto de televisores de escaso valor, en un complejo de Departamentos en Wheaton, Estado de Illinois.

Se afirma que Bramwell es reincidente de otros hurtos de controles remotos y de televisores en vecindarios cercanos, situación tomada en cuenta por la Corte para sancionarlo a 22 años de cárcel, pena mucho mayor que si hubiese cometido un homicidio.

En este caso el fiscal del Estado, Robert Berlín, declaró que el acusado se burló de la ley repetidamente, por lo que deberá cumplir al menos la mitad de la sentencia antes de tener la posibilidad de lograr su libertad condicional.

Como elemento adicional que deben conocer los “opositores cubanos” a sueldo de Washington, es que el juez Robert Miller también lo sentenció a 6 meses de cárcel por haber usado un lenguaje impropio durante el juicio, evidenciando la dureza con que son tratados quienes incumple las leyes.

Esa medida es muy importante que sea tomada en consideración por las llamadas “Damas” de Blanco, quienes junto a su presidenta la grosera Berta Soler, ofenden e insultan a las agentes del orden cuando son requeridas y trasladadas a las estaciones de la policía, por los desórdenes públicos que organizan, siguiendo instrucciones desde Estados Unidos.

Muchos de los llamados “opositores” al estado socialista fueron primeramente presos comunes por hurto, falsificación de documentos públicos, agresiones físicas a sus jefes y escándalos públicos.

Una vez en prisión cumpliendo sus condenas, se dieron cuenta que convirtiéndose en “disidentes” recibían altas sumas de dólares y ayuda alimentaria, sin necesidad de trabajar por el resto de sus días.

Entre esos casos están Guillermo Fariñas, Jorge Luis “Antúnez”, el fallecido Orlando Zapata y muchos más, que hicieron un oficio del título de “opositores”, algo que se puede comprobar al leer algunos de los cables clasificados enviados desde la Sección de Intereses de Estados Unidos en la Habana, divulgados en el sitio WikiLeaks.

El 15 de abril de 2009 el entonces jefe de la Sección, Jonathan Ferrar, afirmaba en uno de sus reportes secretos al Departamento de Estado, con copia a la CIA, que:

“…los disidentes están más preocupados por tener mayores oportunidades para viajar libremente y vivir de manera confortable. […] más bien dirigen sus mayores esfuerzos a obtener recursos suficientes para solventar las necesidades del día a día de los principales organizadores y sus seguidores…”

La guerra mediática contra la Revolución es tal que no se toman en cuenta los antecedentes delictivos de los mal llamados “disidentes”, y la prueba está en el premio “Libertad Pedro Luis Boitel”, que le fuera otorgado días atrás al ex preso por hurto, Jorge Luis García Pérez “Antúnez”, por el lucrativo Directorio Democrático Cubano, con sede en Miami.

Dicho lauro se lo entregó nada menos que Lincoln Díaz-Balart, integrante de la mafia terrorista anticubana, e hijo del ex ministro del interior del sanguinario dictador de Cuba, Fulgencio Batista.

Quienes desconocen los antecedentes penales de Jorge Luís García Pérez (Antúnez), pueden caer en la trampa del engaño mediático, pero la realidad es que cuenta con un amplio expediente penal, en el cual se encuentran sanciones por delitos de estafa, hurto y falsificación de documentos oficiales, todos cometidos antes de su incorporación al oficio de “disidente”.

Razón tenía José Martí cuando afirmó:

“Hay algo que daña mucho el ejercicio de un derecho y es la hipocresía del derecho”.

Terror en la mafia


Arthur González

8.2.2014

obama 20 millonesDesde que el Presidente Barack Obama declaró durante su pasada visita a Miami que “había que actualizar la política con Cuba”, los viejos y retrógrados dinosaurios de la mafia anticubana entraron en pánico, ante la posibilidad de que se les acaben las jugosas entradas financieras de las que han vivido medio siglo, a costa de sus ataques a la Revolución cubana. Sigue leyendo

Confesiones y lamentaciones de un pichón de esbirro.


Arthur Gónzalez.

lincolnCual lobo disfrazado de oveja pero con las patas de uñas afiladas a la vista, el ex congresista cubano naturalizado norteamericano Lincoln Díaz-Balart, aceptó responder algunas preguntas el pasado 15 de julio en el sitio digital Diario de Cuba, pagado por los norteamericanos para su campaña contra la revolución.

Con su acostumbrado odio visceral hacia su tío político, por haber derrocado al tirano Fulgencio Batista, quien estuvo al frente del gobierno más Sigue leyendo