Por Arthur González .
Muchos se preguntarán de dónde sale le dinero para pagar los billetes de avión, hoteles y alimentación de los llamados “disidentes” cubanos que se parecen más a top models y aeromozas que a supuestos perseguidos políticos como se quieren calificar.
Si en Cuba existiera la represión que ellos cacarean orientados desde Estados Unidos, ¿cómo es que se pasan la mayor parte de su tiempo viajando a Europa y a Estados Unidos?
Cualquiera que tenga conocimientos de las represiones en el mundo se percata rápidamente de que los supuestos “disidentes” cubanos gozan de plena salud y libertad de movimiento, si cicatrices ni fracturas.
Estados Unidos desde 1959 se empeña en deformar la realidad de la Revolución cubana, con el fin de ese proceso socialista que ayuda a los más humildes y ofrece igualdad de oportunidades para todo el pueblo, no sea imitado por otros pueblos que padecen de enfermedades, analfabetismo y desempleo debido al sistema capitalista que los oprime.
Por esa razón creó y sostiene a una contrarrevolución que nunca ha logrado apoyo popular, ni aumenta su membresía, a pesar de los cientos de miles de dólares que reciben del presupuesto aprobado por la Casa Blanca, del que también viven organizaciones fantasmas en Miami y Madrid principalmente.