Los que se cambiaron de chaqueta en Miami.


Por Arthur González.

Ser opositor al socialismo cubano es un negocio jugoso en Miami, algo que ha transformado en millonarios a no pocos.

Recientemente un artículo publicado en el libelo Nuevo Herald, expone a uno de esos personajillos que se cambiaron de casaca, para hacer de su “oposición” a la Revolución cubana un jugoso medio de vida, su nombre: Juan Antonio Blanco Gil, quien desde hace unos años funge como director de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba, en Miami.

Hijo de Elena Gil, miembro del Partido Socialista Popular antes de 1959, trabajadora de la Cuban Telephon Company, y estrecha colaboradora de Fidel Castro, Juan Antonio Blanco anunció recientemente su campaña para denunciar y deportar a antiguos “represores” de la Cuba socialista, quienes posteriormente decidieron emigrar a los Estados Unidos.

Según el artículo, ese académico devenido en connotado contrarrevolucionario, cuando residía en La Habana perteneció a las Brigadas de Respuesta Rápida y antes de convertirse en “defensor” de los derechos humanos, tuvo una larga carrera dentro del gobierno socialista, primero como diplomático y después como funcionario del Departamento América, del Comité Central del Partido Comunista, dirigido por Manuel Piñero.

Al dejar ese cargo, y en su carrera hacia el dinero fácil, creó la Fundación Félix Varela, para promover una “sociedad civil” en Cuba, de acuerdo a los parámetros yanquis.

El pasado junio 2018, Blanco denunció a dos ex policías fidelistas, que ahora viven en Estados Unidos, con el objetivo de que esos supuestos “represores” fueran deportados hacia Cuba, por las autoridades migratorias.

Juan Antonio también se acogió a la Ley de Ajuste Cubano en 1997, convirtiéndose en “defensor de los derechos humanos y director de Cooperación Internacional de la organización Human Rights Internet”, lo que le permite contar con un jugoso salario.

Posteriormente, logró la plaza de subdirector visitante del Instituto de Investigaciones Cubanas (CRI) de la Universidad Internacional de la Florida y más tarde fue nombrado director ejecutivo del Centro de Iniciativas para América Latina y el Caribe en el Miami Dade College.

En el 2016 la Fundación Nacional Cubano Americana, lo contrató para el cargo de director ejecutivo de la Fundación de Derechos Humanos de Cuba, con el fin de “apoyar y empoderar” a la llamada sociedad civil cubana, para alcanzar la soñada transición hacia el capitalismo.

Desde ese cargo propició que 15 jóvenes cubanos fueran como becarios a estudiar en el Miami Dade College”, mediante un programa diseñado para formar futuros “líderes” comunitarios en Cuba.

Entre esos becarios estaban la hija y el hijo de Berta Soler, la sobrina de Guillermo Fariñas, la sobrina de Ángel Moya, esposo de Berta, Danilo Maldonado, alias El Sexto, y otros parientes de esos asalariados de los norteamericanos. Algunos se acogieron a la Ley de Ajuste y no retornaron a la Isla, violando el compromiso asumido antes de viajar. Otros fueron expulsados por bajo índice académico y conductas impropias.

El programa fue un fracaso total y suspendido ante la pérdida de dinero mal empleado, pues por cada joven cobraron 16 mil dólares, negocio redondo para aquellos que se hacen millonarios a costa de la Revolución cubana.

Coautor del libro “El asesinato de la reputación”, Juan Antonio ha iniciado una lucha para denunciar lo que él denomina “represores del gobierno cubano” que ahora viven en el sur de la Florida, pero no menciona a los asesinos, torturadores, terroristas y ladrones cubanos, que sirvieron al régimen del dictador Fulgencio Batista y posteriormente a la CIA en su guerra sucia contra Cuba y otros países latinoamericanos, como fue la Operación Cóndor, con los cuales convive en ese mismo estado.

Queriéndose congraciar con la mafia terrorista anticubana, no se atreve a denunciar a los esbirros que sumieron en sangre y dolor a Cuba, contra los cuales luchó su madre hasta la muerte.

A Juan Antonio Blanco Gil, las cosas no parecen salirle como las ideó para ganar más dinero, pues su pasado comunista, pleno de vínculos con el gobierno de Castro, lo hacen calificar para lo que él mismo diseñó contra sus coterráneos, poniendo ahora al escrutinio público sus antecedentes.

Nada que Roma paga a los traidores, pero al final los repudia y como dijo José Martí:

“A la ignominia la traición es guía”

 

 

Estados Unidos se hunde en el lodo


Por Arthur González

No hay que ser erudito para percatarse de cuanto se hunden los Estados Unidos en su afán por satanizar gobiernos que no son de su agrado; así ocurre con Cuba desde hace medio siglo.

Sus documentos desclasificados prueban que la mentira y la tergiversación están presente en cada acción ejecutada para intentar desacreditar a la Revolución cubana, algo que repiten con la República Bolivariana de Venezuela.

Si revisamos la historia comprobamos como el 02.01.1961, el entonces canciller cubano Raúl Roa, acusaba ante el Consejo de Seguridad de la ONU al gobierno de los EE.UU. de preparar una invasión a Cuba. Sin embargo, presionado por Washington el Consejo de Seguridad rechazaba el 05.01.1961 la denuncia cubana, sin someterla a votación.

A la vez que Estados Unidos negaba formalmente la existencia de tales planes, el 17 de abril del mismo año el Gobierno estadounidense lanzaba la invasión con el empleo de la brigada mercenaria nombrada 2506, siendo derrocada en 62 horas por el pueblo cubano.

Así está preñada de hechos los últimos 58 años, pero a pesar de sus fracasos no cesan de ejecutar las mismas acciones, con tal de destruir el socialismo cubano que tanto odian.

El escenario de hoy es otro, pero los que reciben un pago de Estados Unidos para ejecutar planes contra el pueblo cubano, continúan actuado de la misma forma.

el-sexto-4Ahora el turno le ha tocado a Danilo Maldonado, elemento adicto a la cocaína al que han califican como “artista grafitero”, cuya única obra consiste en escribir sobre muros de la ciudad la palabra El sexto, sin más trabajo que mostrar, pero lo utilizan para la ejecución de actividades propagandística contra Cuba.

Al igual que hicieron antes con un ex policía de la tiranía de Fulgencio Batista, el terrorista Armando Valladares, a quien en su afán por crear una imagen distorsionada de Cuba llegaron a nombrarlo representante de Estados Unidos ante la extinta Comisión de Derechos Humanos de la ONU, a sabiendas que era un mentiroso y había engañado a personalidades mundiales haciéndose pasar invalido y poeta; ahora le financian viajes a Maldonado a Miami, Washington y Ginebra, para hablar falsedades de su propio país, como si en la era de Internet y Facebook la gente no conociera la realidad de ese personajillo, sus antecedente y la verdadera situación cubana.

En esa línea de actuación, los integrantes de la mafia terrorista anticubana que ocupan asientos en el Congreso estadounidense, el pasado 16.02.2017 llevaron a Maldonado ante el Subcomité del Senado sobre el Hemisferio Occidental, dedicado a la Democracia, Derechos Humanos, Crimen internacional y asuntos de la Mujer, en Estados Unidos, con el objetivo de que este solicitara “solidaridad con la causa de la democracia en Cuba”.

Para los entendidos, con solo observar la forma de mirar y actuar del asalariado más reciente de los yanquis, pueden percatarse que su mirada no es la de una persona equilibrada psíquicamente, quien por demás no tiene currículo laboral ni académico y menos artístico, algo que descalifica a cualquiera para ser presentado ante altos funcionarios de un país.

Su show mediático estuvo diseñado por miembros de la mafia anticubana como el senador Marco Rubio y apoyado por Bob Menéndez, acusado el pasado año de hechos de corrupción; ambos con ancestros cubanos que sienten un odio feroz por Cuba.

Tener que acudir a un elemento como el mencionado Danilo Maldonado, demuestra la ausencia de personas de reputación profesional dentro de Cuba que apoyen los planes contra la Revolución, lo cual en vez de perjudicar al pueblo cubano lo enaltece, pues en cada marcha celebrada en Plazas y Avenidas de la Isla son millones de personas las que prueban el apoyo que le brindan al proceso revolucionario.

Ante la carencia de verdaderos artistas que se presten a acusar a su patria con mentiras creadas y pagadas desde Miami, los integrantes de la mafia anticubana, usando fondos federales, le sufragan un viaje a Maldonado para que asista a la Novena Cumbre Anual para los Derechos Humanos y la Democracia, a celebrarse  del 20 al 21 febrero de 2017 en Ginebra.
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La victoria de Donald Trump abrió la caja de Pandora


Por Arthur González.

La proclamada victoria electoral de Donald Trump desató en los Estados Unidos un verdadero huracán de críticas y a la vez de apoyo, dejando al descubierto muchas de las deficiencias y calamidades del sistema estadounidense, a pesar de ser vendido como “paladín de las libertades y derechos humanos”.

Entre las cosas que salieron a flotela-caja-de-pandora están las opiniones de muchos que afirman que la prensa norteamericana es amarillista y mentirosa, por lo que millones de personas muestran falta de credibilidad de lo que escriben miles de periodistas en importantes diarios, algo que Cuba siempre ha denunciado cuando inventan fábulas contra su sistema socialista.

Las disputadas encuestas aparecidas en la prensa durante las semanas previas a las elecciones presidenciales, daban como amplia ganadora a la candidata Hillary Clinton, algo que se desmoronó al realizarse los conteos de votos en cada estado de la Unión, donde resultó triunfador Trump, a pesar de su criticada e imprevisible conducta.

Paralelo a ese tema, se ponen de manifiesto la falta de la proclamada democracia made in USA y su libertad total, al actuar de forma contraria a su desgastada propaganda.

En ese sentido, están las medidas tomadas contra personas que se pronunciaron de forma ofensiva sobre la familia del Presidente Trump, algo que ya venía sucediendo desde el gobierno de Barack Obama, cuando compararon a la Primera Dama con una mona y muy recientemente con Katie Rich, guionista del programa Saturday Night Live, quien fue suspendida de su empleo tras sugerir durante la toma presidencial, que el hijo más pequeño de Trump “podría ser protagonista de una matanza”, unido a la burla de que parecía un niño autista.

Para esa escritora no se alzaron voces en su defensa, ni apoyo a sus expresiones en las redes sociales; la casi totalidad de la población aceptó que era una falta de respeto inaceptable y debía ser castigada por ello, a pesar de que quedar sin empleo en Estados Unidos es peor que ser internada en una prisión, por el alto costo de la vida y sin salario subsistir resulta muy difícil.

Sin embargo, bien diferente es el tratamiento brindado al seudo artista grafitero cubano Danilo Maldonado, con un aspecto físico similar al de un demente y sin obra artística alguna, pero por pintar en el lomo de un cerdo el nombre de Fidel y Raúl Castro, es respaldado por una campaña mediática e incluso invitado a Estados Unidos, Suiza y Noruega, para hablar de las fabricadas “violaciones de los derechos humanos en Cuba”.

Maldonado fue detenido temporalmente por sus burlas al Presidente Fidel Castro, el día de su fallecimiento, donde la maquinaria propagandística financiada contra la Revolución cubana se disparó para hacerlo una “víctima del sistema”, algo que no sucedió con Katie Rich, y menos aun con Pamela Ramsey Taylor, directora ejecutiva de Clay County Development Corporation de West Virginia, quien también fue despedida el 27.12.2017, por burlarse en Facebook de Michelle Obama.

Patentizando aún más la falsa democracia norteamericana, las autoridades locales de Miami acaban de prohibirle al popular centro The Place of Miami, la actuación de cantantes y agrupaciones musicales procedentes de Cuba, algo que desde hace un tiempo hacían sin limitaciones.

Los que se proclaman en Miami “campeones de los derechos y libertades ciudadanas”, acusaron a la administración del centro de operar sin las licencias necesarias para realizar conciertos, y tener atrasos en el pago del impuesto de negocios desde julio de 2016.

Los seguidores de la mafia terrorista anticubana de La Florida, se sintieron “ofendidos” por el concierto programado en ese local para el pasado 30 de diciembre, por el talentoso músico cubano Alexander Abreu y orquesta Havana D’Primera, quien mantiene una posición a favor de su patria y del proceso político, algo suficiente para que no funcione la supuesta libertad de expresión y los derechos humanos en Miami.

Su actuación fue cancelada al igual que la del cantante salvadoreño Álvaro Torres, quien actuó en fecha reciente en La Habana.

La vida va demostrando la verdadera cara del sistema de los Estados Unidos, el que ni es democrático ni libre, cuando se trata de permitir ideas políticas diferentes a las suyas.

No en balde aseguró José Martí:

“…hay pocas cosas que en el mundo sean tan odiadas como los hipócritas”.

Esbirros del dictador Batista premian a “disidentes” cubanos


Por Arthur González.

Aquellos que sumieron al pueblo cubano en luto y dolor, al asesinar y torturar a quienes se oponían a la dictadura sangrienta del tirano Fulgencio Batista, ahora sus hijos condecoran y premian a los llamados “disidentes” cubanos.

Así sucedió en días recientes en Miami, capital de la mafia terrorista anticubana, cuando otorgaron el premio del Instituto La Rosa Blanca, a sus asalariados Jorge Luis García Pérez, conocido por Antúnez, y a Felicia Guillén Amador, hermana de uno de los participantes en las bandas ubicadas en las montañas del Escambray, zona central de Cuba, entrenados y abastecidos por la CIA para sembrar el terror y la muerte entre los campesinos y maestros alfabetizadores.

El acto se llevó a cabo en la Univielana-diaz-balartersidad Internacional de la Florida, respaldada financieramente por la organización de corte terrorista Fundación Nacional Cubano Americana, donde estuvo presente la más rancia representación de los grupos contrarrevolucionarios, muchos de ellos hijos de asesinos y torturadores del gobierno batistiano, así como otros vinculados a acciones terroristas ejecutadas contra el pueblo cubano durante los últimos 58 años.

La Rosa Blanca fue la primera organización contrarrevolucionaria conformada en Miami el 28 de enero de 1959, con apoyo de la CIA, dirigida por el ex ministro de Batista, Rafael Díaz-Balart, quien abandonó la Isla semanas antes que el propio dictador, y padre de los congresistas Mario y Lincoln.

Para tener una idea exacta de lo que significa dicho premio, basta señalar los integrantes de La Rosa Blanca, todos con estrechas relaciones con el tirano Fulgencio Batista Zaldívar.

Su secretario general era Rafael Díaz-Balart y lo acompañaron el ex Coronel Merob Sosa, criminal de guerra por sus acciones genocidas cometidas contra campesinos de la Sierra Maestra durante la lucha insurreccional; Luis del Pozo Jiménez, hijo del ex alcalde de la Habana; Roberto Martín-Pérez Rodríguez, hijo de uno de los más sangrientos personajes de la dictadura, todos participantes también en la conspiración desarrollada por el dictador dominicano Leónidas Trujillo, para invadir a Cuba en agosto de 1959 con el asesoramiento del gobierno estadounidense.

En esa conspiración estuvieron presentes el ex general batistiano Eleuterio Pedraza, los ex coroneles Esteban Ventura Novo, Conrado Carratalá Ugalde, Corzo Izaguirre y Ángel Sánchez Mosquera, con largos expedientes de asesinatos y torturas durante su participación en los órganos represivos de Batista.

Presentes en la entrega del premio estaban otros miembros de la mafia anticubana, como la congresista Ileana Ros-Lehtinen, hija de Enrique Ros, testaferro de Batista y el Representante Carlos Curbelo; además de Silvia Iriondo y Orlando Gutiérrez, ambos con largas hojas de acciones subversivas contra Cuba.

No podían faltar al festín otros cubanos asalariados de Washington que se auto proclaman “disidentes”, entre ellos Danilo Maldonado, apodado “El Sexto”, por ser la única frase que conforma su “amplia obra artística”, Antonio González-Rodiles y María Elena Alpízar, “Dama” de Blanco que disfruta de su salario en Miami.

En el show intervino como maestra de ceremonia Ana Carbonell, señalada como “estratega del partido republicano”, quien definió el objetivo del Instituto La Rosa Blanca, y según afirmó pretende “profundizar, estudiar y reflexionar sobre las ideas del doctor Rafael Díaz Balart, las que fueron el resultado de toda una vida de estudios y pensamientos sobre su patria”.

Para quienes desconocen lo que le esperaría a una Cuba sin Revolución, de vuelta al pasado oprobioso que obligó al pueblo a luchar por su libertad, es necesario saber lo que allí expresó el ex congresista Lincoln Díaz-Balart, sobre el pensamiento de su padre expuesto en un libro: Sigue leyendo

Viejas mentiras contra Cuba


Por Arthur González

Si en Cuba hubiese un gobierno neoliberal, bajo los principios del capitalismo, Amnistía Internacional, otras organizaciones similares  y ni la misma Elena Larrinaga, miembro del Parlamento europeo y presidenta del fabricado Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), llevarían a cabo las campañas difamatorias contra la Revolución, porque el meollo del tema -que no reconocen- es que no aceptan el socialismo.

Ninguna de esas instituciones ha podido demostrar que en Cuba desaparecen personas como en México, Honduras, Salvador o Guatemala, ni se asesinan a periodistas y menos aún se producen golpizas brutales con el empleo de gases lacrimógenos contra los trabajadores, como si sucede en esos países y hasta en la propia España, donde reside desde que emigró de Cuba la europarlamentaria Larrinaga.elena-larrinaga

En Cuba el pueblo no sale a las calles a exigir trabajo, mejoras en la salud o la educación, como sucede a diario en muchos países del mundo. Sin embargo, la contienda diseñada para engañar sobre falsas represiones e inventadas detenciones arbitrarias, se mantiene en titulares de periódicos y sitios digitales.

Así ha sucedido con el caso del asalariado de Miami, Danilo Maldonado, auto apodado “El Sexto”, seudo artista que no puede mostrar obra alguna, ni jamás ha realizado una exposición personal o colectiva, pero por sumarse a los elementos financiados por Washington en sus ataques contra la Revolución, le han construido una imagen publicitaria debido a su acción de pintar en la piel de un puerco, frases ofensivas contra el Presidente Raúl Castro, y sus burlas contra el líder Fidel Castro, mientras el pueblo le rendía tributo por su muerte.

Realmente causa lástima ver a personas educadas e inteligentes, vinculadas a elementos que, de ser ciudadanos de otro país, jamás los dejarían acercársele por carecer de educación y prestigio, pero al ser “opositores” cubanos financiados por Estados Unidos, hasta posan para fotos, sin tomar en consideración los antecedentes penales o del consumo de cocaína.

Para hablar de derechos humanos la europarlamentaria debería saber que, en Cuba desde 1959, se les dieron derechos a todos los cubanos por igual, sin distinción de raza o posición económica, siendo una de las causas por la cual su familia salió del país.

Elena parece haber perdido la memoria, unido al odio personal que le nublan el entendimiento, pero vale la pena recordarle que Cuba es el único país de Latinoamérica que cuenta con el 99 % de su pueblo alfabetizado, donde el acceso a la educación es totalmente gratuito hasta la universidad y eso es derecho humano básico que pocos tienen en el mundo.

Es el lugar donde los servicios de Salud no se pagan, incluidos los trasplantes de riñón, corazón-pulmón o hígado, algo que los españoles no disfrutan, y eso si es un derecho humano.

La señora Larrinaga debe tener presente que, en la Cuba de 1958, donde su familia poseía negocios textiles, existía una tiranía apoyada por Estados Unidos que asesinaba a todo el que tuviera ideas libertarias; se torturaban a diario cientos de jóvenes para que declararan sus actividades revolucionarias o denunciaran a sus compañeros y eso si eran violaciones a los derechos humanos, algo que ella y sus aliados nunca mencionan.

En los campos de Cuba, los campesinos vivían en bohíos hechos con tablas y hojas de palma, pisos de tierra, sin luz eléctrica, ni servicios de salud, educación, cultura, deporte, y ausentes de un acre de tierra para cultivarla. Ese panorama cambió gracias al socialismo que ella odia.

Pudiera Elena Larrinaga y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, exponer qué derechos civiles tenía el pueblo cubano durante la tiranía del dictador Fulgencio Batista, quien llegó al poder mediante un golpe de estado militar y auto ascendido de sargento a General. Sigue leyendo