Donald Trump, un presidente sin memoria.


Por Arthur González.

 

Mientras Donald Trump bramaba a diestra y siniestra durante la Asamblea General de las Naciones Unidas en New York, en Washington se celebra la sexta reunión de la Comisión Bilateral entre Cuba y EE.UU., en la cual la parte cubana reiteraba su disposición a sostener un diálogo respetuoso para avanzar en temas afines que puedan lograr una normalización entre ambas naciones.

Después del discurso del presidente Trump en Miami el pasado 16 de junio, no se podía esperar que cambiara su lenguaje agresivo hacia Cuba, porque es parte del compromiso con la mafia terrorista de Miami.

No fue un asombro  escuchar sus falacias contra el gobierno de la isla, pero si llamó la atención la mala memoria histórica de sus asesores que le emborronaron las cuartillas que leyó.

Trump, calificó de “corrupto” y “desestabilizador” al gobierno cubano, y reiteró que no levantará el “embargo económico” hasta que se produzcan reformas fundamentales. Nada nuevo, corroboró la vieja y fracasada política sostenida por once administraciones.

Olvidó que el Proyecto Cuba, aprobado por el presidente J.F.K. en 1962, dice textualmente: “debe aplicarse una Guerra Económica que induzca al régimen comunista a fracasar en su esfuerzo por satisfacer las necesidades del país”, entiéndase del pueblo cubano.

Esos planes del gobierno yanqui afirman que el objetivo perseguido desde su primer plan de marzo de 1960, dice: provocar la sustitución del régimen de Castro por uno que sea más aceptable para Estados Unidos”.

Esas son las reformas que durante 58 años han tratado de alcanzar, y mientras no exista un gobierno lacayo no habrá mejoría en las relaciones bilaterales.

Trump calificó de “corrupto” al gobierno revolucionario, pero sin elementos probatorios. Sin embargo, él tiene a varios funcionarios acusados de corruptos como el caso del senador por New Jersey, Bob Menéndez, y sobre eso no dice una palabra.

Un aspecto del que parece no conocer su significado es el de la soberanía de las naciones, aunque desvergonzadamente dijo que” es el principal pilar del sistema mundial”.

Estados Unidos ha sido históricamente el país que no respeta la soberanía de otros estados. Sigue leyendo

Los responsables de tantas muertes acusan a Cuba de afectar a sus diplomáticos en La Habana.


Por Arthur González.

Sin dudas la Casa Blanca en sus campañas mediáticas contra los países que tienen gobiernos no aceptables para ellos, inventan cualquier situación, ahora le tocó a Cuba con un supuesto ataque con armas acústicas contra sus diplomáticos en La Habana. Según las noticias divulgadas por sus agencias noticiosas, la exposición a ese tipo de armas el pasado año 2016, habría “afectado la audición” de algunos de sus funcionarios diplomáticos.

Hay que tener muy poca vergüenza para hacer ese tipo de acusación contra Cuba, país víctima de cientos de ataques mortales por parte de Estados Unidos.

¿Se les habrá olvidado a los funcionarios del Departamento de Estado, que fue Estados Unidos quien intentó asesinar al presidente Fidel Castro cientos de veces y ante la denuncia no les quedó otro remedio que conformar una comisión senatorial, conocida como Comisión Church, la cual reconoció casi una decena de intentos de asesinato, por el solo hecho de que Fidel tenía una línea de pensamiento diferente a la de ellos? Eso es un delito grave y jamás la ONU los condenó.

Tendrán los yanquis tan mala memoria para no recordar la epidemia de meningoencefalitis introducida en Cuba en 1964, causante de la muerte de decenas de niños y la del dengue hemorrágico en 1981, que solo en ese año provocó la muerte de 158 personas, de ellas 101 niños e infectó a 344 mil 203.

Los que poseen laboratorios especiales para la producción de armas letales son precisamente los Estados Unidos y es público que de tales centros salen numerosas epidemias que infestan a pueblos inocentes.

En 1986 un informe elaborado para el Congreso de Estados Unidos, aseguró que el Gobierno de ese país logró conformar agentes biológicos, entre ellos virus modificados, toxinas naturales y agentes alterados mediante la ingeniería genética, para cambiar su carácter inmunológico e impedir el tratamiento por medio de todas las vacunas existentes en la actualidad.

Un año después, el Departamento de Defensa admitió que continuaba la ejecución de investigaciones en 127 institutos y universidades de toda la nación, para el desarrollo de agentes biológicos, a pesar de la prohibición establecida en tratados internacionales firmados por Estados Unidos. El centro principal de toda esa actividad se encuentra .

Cuba siempre ha sido respetuosa de los tratados y convenciones internacionales sobre la protección de las misiones diplomáticas acreditadas en la isla. Quienes no la respetan son los Estados Unidos que utilizan los locales de su misión diplomática, para realizar actos de espionaje electrónico y con fuentes humanas, así como la preparación e instigación de la contrarrevolución interna para ejecutar actos provocativos contra el gobierno cubano.

El mundo debe saber que los Estados Unidos son los responsables de introducir enfermedades contra otros países y no es Cuba la que provoca enfermedades a seres humanos.

Ejemplo de esos actos criminales fue la contaminación en 1931, de cientos de ciudadanos puertorriqueños con células cancerígenas, cuando Cornelius Rhoads, realizaba ciertos experimentos médicos patrocinados por el Instituto Rockefeller, quien además formó parte de la Comisión de Energía Atómica de EE.UU.

¿Ya no recuerdan en la Casa Blanca que, en el año 1951, Estados Unidos utilizó plumas de aves infectadas con Ántrax para enfermar a la población de Corea del Norte y que posteriormente también inoculó la fiebre amarilla en ese país?

Y qué dicen los puritanos funcionarios del Departamento de Estados, respecto a lo ejecutado en 1966 por el Pentágono cuando diseminó a través las rejas de ventilación del metro de Nueva York, varias bolsas con la bacteria Bacillus subtilis, exponiendo a más de un millón de personas.

Otro acto semejante ocurrió en 1990 en Los Ángeles, California, cuando especialistas en guerra biológica aplicaron de forma experimental, la vacuna del sarampión a bebes negros y latinos para observar su reacción ante esa enfermedad.

Hace solo 6 años, en el 2011, el ex presidente de Guatemala, Álvaro Colom, denunció que Estados Unidos inoculó enfermedades venéreas a 696 guatemaltecos durante 1946 y 1948. Ante el escándalo que esa acción provocó, el gobierno de Estados Unidos solo pidió disculpas, pero no indemnizó a nadie ni fue condenado por los organismos encargados de velar por el respeto a los derechos humanos.

Es evidente que los funcionarios yanquis han perdido la audición, porque no escuchan los reclamos del mundo para que eliminen la despiadada guerra económica, comercial y financiera que pretende matar por hambre y enfermedades a 11 millones de cubanos.

Aun no se conoce qué tenebrosos planes se ocultan tras la falsa acusación contra Cuba, respecto ante el supuesto ataque acústico contra sus diplomáticos, pero lo que sí está más que definido es que son los propios Estados Unidos quienes tienen una larga historia de crímenes en el mundo en esa materia.

Tampoco es descartable que se trate de una auto provocación para actuar contra la Revolución; la explosión del acorazado Maine en 1898 para justificar su intervención en la guerra contra España, está muy presente en el pueblo cubano que conoce de lo que son capaces, como lo fue la guerra contra Iraq acusándolos de poseer armas químicas que nunca existieron.

Podrán fabricar historias de todo tipo, pero los cubanos nunca se rendirán ante ellos, porque como dijera José Martí:

“Alzar la frente es mucho más hermoso que bajarla”

 

 

Lo que no sanciona la ONU


Arthur Gónzalez.

onuEl Consejo de Seguridad de Naciones Unidas es convocado frecuentemente para analizar cuestiones que pueden poner en riesgo la paz  y seguridad mundial. Es común que la reunión sea promovida por los Estados Unidos o alguna de las potencias aliadas.
El desarrollo nuclear de Corea del Norte o de Irán son temas recurrentes, como lo ha Sigue leyendo