Por Arthur González
Decir “opositores o disidentes” cubanos, es lo mismo que asalariados de Estados Unidos, creados por órdenes de la Casa Blanca desde 1960, entrenados y abastecidos por la CIA, al menos eso aseguran sus documentos oficiales desclasificados, situación que aún se demuestra en sus diarias visitas a la embajada yanqui en La Habana.
Las campañas diseñadas para intentar tergiversar la realidad cubana y satanizar al propio Fidel Castro, constan en los planes de la Agencia Central de Inteligencia y se mantienen intactos, a pesar de los permanentes fracasos.
El documento denominado “Cuba y el Comunismo en el hemisferio”, de fecha 04.05.1961, publicado en el Foreign Relations US, del Departamento de Estado, Volumen X, páginas 459-475, expone textualmente: