“Disidente” cubano intenta asesinar a un policía.


Por Arthur González.

El asalariado de Estados Unidos José Daniel Ferrer, auto proclamado coordinador nacional del grupúsculo contrarrevolucionario Unión Patriótica de Cuba, UNPACU, radicado en la oriental provincia cubana de Santiago de Cuba, fue detenido el pasado 3 de agosto 2018, por lanzar el auto que conducía contra un agente de la policía, el cual resultó lesionado.

De inmediato, desde Miami se desencadenó la campaña mediática tergiversando la situación, pues en la capital de la mafia terrorista anticubana consideran que los “disidentes”, fabricados con miles de dólares procedente del presupuesto millonario que anualmente aprueba la Casa Blanca para subvertir el orden en Cuba, son intocables.

Las leyes de cualquier país hay que respetarlas y quienes las violen debe responder ante la justicia, sin importar que sean partidarios al gobierno, u opositores.

José Daniel es una persona violenta, con rasgos psicológicos bien definidos en ese sentido, incluso fue denunciado por su ex mujer por golpearla brutalmente en varias ocasiones, sus discusiones siempre son acaloradas, tanto en el lugar de residencia o con sus compinches, alza la voz y utiliza un tono amenazador, características bien conocidas por sus vecino, familiares y amigos.

Con Berta Soler, presidenta de la “Damas” de Blanco, ha tenido fuertes enfrentamientos, que hicieron romper las frágiles alianzas entre ambos grupos, algo que ahora parecen olvidar aquellos que levantan voces en su defensa y acusan al gobierno cubano.

La acción criminal ocurrió al atardecer, en la localidad de Palmarito del Cauto, provincia de Santiago de Cuba, cuando el asalariado pretendía aprender a conducir un vehículo marca Moskvitch, de la época de la extinta Unión Soviética,

No se conoce información de si poseía permiso para su aprendizaje, pero evidentemente al ver al agente de la policía acercarse en su motocicleta, le lanzó el vehículo derribándolo.

Declaraciones históricas de Ferrer, prueban su odio y rencor contra las autoridades gubernamentales cubanas, incluso antes de ser sancionado por sus actos provocativos en el 2003, lo que unido al estímulo y apoyo de Estados Unidos para la ejecución de acciones contra la Revolución, lo hacen proyectarse con mayor violencia en cada uno de sus actos.

La actual compaña que pretenden llevar a cabo desde Miami en defensa de Ferrer, obvia el delito cometido y pretenden santificarlo, cuando en Estados Unidos por un hecho similar no existen miramientos para arrestar y sancionar a cualquier ciudadano.

Por tratarse de un “disidente” privilegiado por Estados Unidos, de inmediato la organización Amnistía Internacional salió en su defensa, algo que no hace por ningún detenido en America Latina que defienda los derechos del pueblo, como la argentina Milagros Salas o el ex presidente brasileño Luis Ignacio Lula, sancionado sin pruebas.

Un hecho delictivo lo quieren convertir en político y para eso el gobierno yanqui mueve sus recursos con la prensa oficialista.

Para no dejar lugar a dudas del compromiso de Estados Unidos con sus asalariados en la Isla, Francisco Palmieri, secretario de Estado adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, se lanzó rápidamente a defenderlo en las redes sociales, como si las autoridades estadounidenses no actuaran de igual manera con aquellos que comenten tales delitos.

La cruzada mediática para acusar a Cuba ya está orientada y en los próximos días se podrá constatar como personajes al servicio de los yanquis, gritarán para que sea puesto en libertad, incluidos algunos parlamentarios europeos, el secretario general de la OEA y otros políticos que serán obligados por el Departamento de Estado a sumarse a la campaña.

Las leyes se respetan y quienes las violen, rendirán cuenta ante los jueces, porque como dijera José Martí:

“La justicia es ley humana suma…y está por encima de toda inquietud y todo escándalo”

 

Estados Unidos preocupado por presos en Cuba.


Por Arthur González.

El 26 de junio 2018, el Departamento de Estado emitió un comunicado “preocupado” por dos cubanos detenidos, e instó a las autoridades de la Isla a ponerlos en libertad, porque Amnistía Internacional, su ONG preferida y apoyada financieramente, los declaró “prisioneros de conciencia”, algo que jamás hizo con el puertorriqueño Oscar López, preso por 36 años en cárceles norteamericanas solo por tener ideas independentistas.

El actual comunicado y las declaraciones de Heather Nauert, vocera de ese Departamento, hizo recordar una solicitud similar de hace pocos años, efectuada por Roberta Jacobson, cuando era subsecretaria para el hemisferio occidental, para que Cuba pusiera en libertad a Sonia Garro, detenida y acusada por intento de homicidio junto a su esposo, por haber lanzado cocteles Molotov y tubos de pantalla de viejos televisores, contra oficiales de la policía, a la que calificó como “pacífica disidente”.

Cuando diplomáticos yanquis y oficiales de la CIA destacados en su embajada en La Habana, comprobaron que ambos eran puros delincuentes, se acabó de inmediato la reclamación, más nunca hablaron de ella y pasó al olvido como muchos de esos mal calificados “opositores”.

La más reciente rabieta del Departamento de Estado es a favor de Eduardo Cardet y Ariel Ruiz Urquiola, a quienes declaran como “opositores pacíficos”, detenidos de forma “arbitraria”.

Sin embargo, el Departamento de Estado no se pronuncia con esa “profunda preocupación”, por los mapuches detenidos en Chile, ni por los 43 estudiantes mexicanos desaparecidos en Ayotzinapa hace casi dos años, como tampoco emitió comunicados por el vil asesinato de la guatemalteca Claudia Patricia Gómez González, de 20 años de edad, cuando intentaba, el pasado sábado 23 de mayo de 2018, emigrar a los Estados Unidos para obtener trabajo y poder ayudar a su familia. La joven fue asesinada por un oficial de la patrulla fronteriza.

Tampoco Mike Pompeo hace declaraciones de condena al presidente Donald Trump, por aplicar métodos nazistas al separar a padres e hijos menores de ciudadanos latinoamericanos que ingresan en su territorio, algo que el inmaduro Presidente copió de los alemanes, que hacían lo mismo con los judíos.

Cardet, médico de profesión, es sostenido financieramente desde Estados Unidos, y recibe orientaciones para ejecutar acciones provocativas en un idílico intento por copiar las revueltas callejeras ejecutadas en Venezuela y Nicaragua.

Silencio total hace el Departamento de Estado respecto a la muerte a tiros disparados por oficiales del ejército israelí, sobre la médica voluntaria de 21 años, Razan al-Najar, mientras corría hacia la cerca fronteriza, al este de la ciudad de Khan Younis, en el sur de Gaza, para socorrer a un herido palestino víctima de las masacres que lleva a cabo el gobierno de Israel.

Ante esos asesinatos, Estados Unidos debería estar profundamente preocupado y exhortar a los aliados y a los oficiales de su guardia fronteriza con México, para que cesen las represalias y abusos contra indefensos emigrantes, los ciudadanos palestinos y sobre el personal civil que atiende a los enfermos y heridos causados por las balas de sus aliados.

En vez de continuar con sus campañas de mentiras fabricadas contra Cuba, el gobierno de Estados Unidos tiene que mirar hacia su propio pueblo y buscar soluciones definitivas para acabar con la pobreza que crece por días, y la falta de un sistema de salud que cubra las necesidades de su población, la que se ve obligada a gastar cientos de dólares para pagar costosos seguros médicos que no asumen todos los tratamientos, como los del cáncer, otras patologías y operaciones complejas.

Un estudio realizado por el Institute for Policy Studies, conjuntamente con el Kairos Center, publicado el 29 de abril de 2018, reporta la realidad en que viven más de 40,6 millones de estadounidenses, fundamentalmente en los estados del sur, considerados por debajo de la línea de la pobreza. Según el indicador establecido por el gobierno yanqui, esas personas no tienen ingresos suficientes para satisfacer todas sus necesidades, especialmente las alimentarias.

El gobierno de Estados Unidos antes de acusar a Cuba tiene que resolver esa pobreza, principalmente en 25 estados sureños, donde existen leyes que prohíben aumentar el salario mínimo de 7,25 la hora, con el cual no se puede tener un seguro médico, alimentar a la familia, vestirla, calzarla, asumir el costo del alquiler de un simple apartamento de dos cuartos, más la electricidad.

Para Cuba también es una gran preocupación que la población de Estados Unidos no disponga de un sistema de salud al alcance de todos, con el que se evitarían miles de muertes especialmente de niños y ancianos.

Estados Unidos tiene que dejar de fabricar y financiar “disidentes” y cruzadas propagandísticas, al carecer de moral para acusar a Cuba, la cual es reconocida por organismos de Naciones Unidas, como un paradigma de atención y cuidado de su población.

Por eso decía José Martí:

“Con los ejemplos sucede que es más fácil censurarlos, que seguirlos”

 

Historias reales de Cuba que no se cuentan


Por Arthur González.

Siempre hay personas que están prestas a contar historias tergiversadas y falsas de Cuba, porque no soportan que su pueblo haya construido una sociedad socialista desafiando las sanciones de Estados Unidos, y ocultan muchas verdades y proezas de un país que resiste la guerra económica más brutal y larga de la historia mundial.

Recientemente se han publicado varios artículos sobre historias de informantes de la Seguridad del Estado cubano, divulgadas en medios de Estados Unidos y de otros países, intentando desacreditar a la Revolución, incluso historietas divulgadas en comics, encargadas por la organización Amnistía Internacional, esa que es sostenida con financiamiento yanqui para condenar a los que no siguen su política.

Todos los relatos hablan de supuestas vivencias de informantes, que después de un tiempo colaborando con la Seguridad se arrepienten y se pasan al bando de los yanquis.

Esos informantes narran ahora que los reclutaron para vigilar a sus compañeros de estudios y reportarle a la Seguridad sobre sus verdaderas ideas y planes futuros, pretendiendo brindar una visión infernal de Cuba, pero ni una palabra del por qué desde el mismo año del triunfo revolucionario, fue necesario crear un órgano capaz de descubrir y cortar los planes que la CIA organizaba contra la naciente Revolución.

Nunca se han expuesto en artículos e historietas publicadas por Amnistía Internacional, que el 28 de enero de 1959, a solo 27 días del triunfo, en Miami los testaferros del dictador Fulgencio Batista, bajo las orientaciones de la CIA, constituyeron la primera organización contrarrevolucionaria para invadir a la Isla, a la que bautizaron como La Rosa Blanca, dirigida por Rafael Díaz-Balart.

Menos aún mencionan los cientos de actos terroristas perpetrados por organizaciones contrarrevolucionarias abastecidas por la CIA, en la que murieron decenas de personas, ni que poco a poco la Seguridad cubano logró desmantelarlas, gracias a la inteligencia y creatividad de miles de informantes voluntarios que llegaron a convertirse en los principales líderes de las misma, engañando a profesionales oficiales de la CIA.

¿Por qué nunca relatan los planes para asesinar a Fidel Castro, todos frustrados, en los que muchos informantes jugaron un rol protagónico?

Hasta filmes se exhiben hoy con guiones de escritores cubanos, donde se intenta desprestigiar a la exitosa Seguridad cubana, pues les duele profundamente no haber podido vencer la sagacidad de esos agentes que lo dan todo por salvaguardar la soberanía de su patria.

Las bandas de los alzados en las montañas del Escambray cubano, fueron inundadas por agentes pagados por Estados Unidos, pero gracias a los agentes de las Seguridad cubana, como Alberto Delgado, permitieron conocer sus planes criminales y eliminarlas totalmente. Alberto al ser descubierto, fue asesinado vilmente por aquellos bandidos al servicio de la CIA.

haciéndoles creer que 30 agentes cubanos supuestamente trabajan para ellos, poniendo en ridículo a la Agencia, al denunciar por la TV cubana en 1987, el trabajo sucio que pretendían ejecutar contra la economía, la salud y la agricultura cubana.

Esa denuncia, la más escandalosa en la historia de la CIA, fue silenciada por la prensa oficialista yanqui, sin embargo, veintiún años después, fue calificada por el ex oficial CIA Ishmael Jones, en su libro “The Human factor: Inside the CIA’S Dysfunctional Intelligence Culture”; Encounter Books, New York and London; 2008; pp. 33-35, como una muestra de la mala profesionalidad de esa Agencia de Inteligencia.

Otros agentes cubanos penetran hoy los grupúsculos contrarrevolucionarios, entrenados, abastecidos y financiados por Estados Unidos, ridiculizando su motivación monetaria.

Esos que reciben dinero por intentar desprestigiar lo que respetan otras agencias de inteligencia, incluidas las estadounidenses, o aquellos que escriben guiones de filmes sobre esa temática para ganar resonancia en Miami, no hablan de que la CIA utilizó al asesino terrorista Luis Posada Carriles, para espiar a otros exiliados anticastristas, muchos de ellos sus propios amigos y compañeros de quehaceres contra Cuba, según documentos desclasificados.

Un memorando de noviembre de 1976 enviado por el director de la CIA al director del FBI, dice textualmente:

“…a partir de agosto de 1966, Posada fue utilizado únicamente como informante de las actividades de la Representación Cubana en el Exilio (RECE)”, organización basada en Miami en la que militaba Jorge Mas Canosa, presidente de la llamada Fundación Nacional Cubano Americana, radicada en la Florida.

También fue utilizado para monitorear los pasos del contrarrevolucionario Orlando Bosch, coautor de la voladura de la aeronave de Cubana de Aviación.

Si Cuba no hubiese contado con sus Órganos de Seguridad y de miles de cubanos dispuestos voluntariamente a participar en el enfrentamiento a los actos terroristas diseñados por la CIA, unido a la fuerte y permanente actividad de espionaje que busca afectar su economía y el desencanto de su pueblo, la Revolución no habría resistido las consecuencias de la Operación Peter Pan, el Plan Mangosta, las acciones terroristas, la guerra biológica, ni los planes para asesinar a Fidel Castro.

A los que les duele la resistencia de los cubanos y la actitud de aquellos que solo por su amor a la patria colaboran sin cobrar un centavo, que sigan emborronando páginas con calumnias, pues la vida diaria se encarga de desmentirlos, porque como apuntó José Martí:

“Las revoluciones hermosas no tienen necesidad de los soldados mercenarios”.

Los agentes en Cuba de los congresistas de origen cubano


Por Arthur González.

Para aquellos que aun creían que en Cuba existen “disidentes”, las declaraciones y acciones de los congresistas norteamericanos de origen cubano, prueban que en realidad son agentes pagados por la mafia terrorista batistiana.

En días recientes Ileana-Ros Lehtinen, hija de uno de los testaferros del asesino Fulgencio Batista, en sus acostumbradas declaraciones a la prensa anticubana en Estados Unidos, inventaba una vez más “represiones y golpizas”, supuestamente causadas por el Gobierno cubano, en las que ya nadie cree, ni ven los millones de turistas que visitan anualmente la Isla.

El sujeto de su actual escuálida campaña es Eduardo Cardet, supuesto representante del inexistente Movimiento Cristiano Liberación (MCL) en Cuba, organización que ningún cubano conoce y además carece de membresía.

Ese fabricado representante es un residente en la oriental provincia de Holguín, quien el pasado año 2016 estuvo en los Estados Unidos recibiendo preparación para orquestar actos provocativos, recomendado por Rosa María Payá Acevedo, “refugiada política” radicada en Miami, pero con residencia legal en La Habana.

El padre de Rosa María, Oswaldo Payá Sardiñas, fue el inventor del Movimiento Cristiano Liberación, el cual nunca tuvo ni siquiera el respaldo de otros grupúsculos contrarrevolucionarios financiados por Estados Unidos; después de su muerte ella ha intentado infructuosamente revivir algo que jamás fue reconocido en la Isla, con vistas a recaudar dinero para seguir viviendo sin necesidad de trabajar.

La prueba indiscutible de que Cardet es un agente de la mafia anticubana ha sido precisamente la defensa que hacen la congresista Ros-Lehtinen y el Senador Marco Rubio, (“padrino” de Rosa María), acusando a Cuba de su detención y sanción jurídica, novelando una supuesta “golpiza salvaje”, algo que nunca han recibido sus asalariados en la mayor de las Antillas.

Otro de los que reciben apoyo financiero de esos mafiosos, es Fernando Maura Barandiarán, diputado español del grupo parlamentario del partido Ciudadanos, quien recibió orientaciones desde Miami para presionar a la Mesa del Congreso de los Diputados, con el fin de que el Gobierno de España haga declaraciones en apoyo del agente de la mafia anticubana.

El objetivo que persiguen lo expresó la propia congresista en sus declaraciones y es que el actual presidente Donald Trump, revise y elimine las medidas tomadas por Barack Obama, incluidos el rompimiento de relaciones diplomáticas y la restricción de viajes a Cuba, algo que no fue bien visto por los mafiosos anticubanos pues la presencia de tantos estadounidenses en la isla les permite comprobar todas sus falsedades.

Los mafiosos ya no saben que inventar  para llamar la atención del presidente Trump, pero este tiene ahora demasiados problemas para dedicarse a escuchar las barrabasadas de esos congresistas, quienes no lo apoyaron durante su campaña electoral, además de que el Presidente posee informaciones fidedignas que dichas acusaciones son totalmente falsas.

Si la congresista Ros-Lehtinen, Amnistía Internacional y el susodicho diputado español, tienen tanta “preocupación” por los derechos humanos, deberían gritar por la situación que sufre el pueblo de México, con constantes asesinatos, desapariciones, más la represión que sufren los periodistas, pues ya suman centenares los que han perdido la vida por publicar informaciones en contra de los políticos corruptos.

Ante la muerte de la periodista mexicana Miroslava Brehac, del Diario La Jornada, asesinada a tiros el 23 de marzo 2017 en el estado de Chihuahua, no hay una sola palabra de condena, ni de apoyo a sus familiares y al propio gremio, expuesto constantemente a perder la vida en uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, siendo la tercera periodista asesinada en este mes.

De esa realidad no hablan los congresistas de origen cubano en el Congreso de Estados Unidos, cuando son indiscutibles violaciones de los derechos humanos.

Tampoco hicieron declaraciones ni reclamos al Gobierno del Presidente Pérez Nieto, por las fosas clandestinas encontradas en la comunidad de Arbolillo, municipio Alvarado del estado de Veracruz, donde se confirman hasta la fecha 249 restos humanos en125 fosas clandestinas, muchos de ellos maniatados.

Por supuesto, para los integrantes de la mafia anticubana resulta muy difícil condenar esos asesinatos en México, porque el gobierno del dictador Fulgencio Batista que tanto defienden, hacia lo mismo en Cuba hasta 1958, habiendo ultimado vilmente a no menos de 20 mil cubanos, desde que en 1952 con el apoyo de la Casa Blanca dio el golpe de estado para apoderarse del poder.

Casi 60 años bastan para comprender que con la mentira no se alcanzan victorias y por esa razón José Martí calificó a individuos similares de la forma siguiente:

“Ladrones del altar son esos comerciantes de opinión…”

Viejas mentiras contra Cuba


Por Arthur González

Si en Cuba hubiese un gobierno neoliberal, bajo los principios del capitalismo, Amnistía Internacional, otras organizaciones similares  y ni la misma Elena Larrinaga, miembro del Parlamento europeo y presidenta del fabricado Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), llevarían a cabo las campañas difamatorias contra la Revolución, porque el meollo del tema -que no reconocen- es que no aceptan el socialismo.

Ninguna de esas instituciones ha podido demostrar que en Cuba desaparecen personas como en México, Honduras, Salvador o Guatemala, ni se asesinan a periodistas y menos aún se producen golpizas brutales con el empleo de gases lacrimógenos contra los trabajadores, como si sucede en esos países y hasta en la propia España, donde reside desde que emigró de Cuba la europarlamentaria Larrinaga.elena-larrinaga

En Cuba el pueblo no sale a las calles a exigir trabajo, mejoras en la salud o la educación, como sucede a diario en muchos países del mundo. Sin embargo, la contienda diseñada para engañar sobre falsas represiones e inventadas detenciones arbitrarias, se mantiene en titulares de periódicos y sitios digitales.

Así ha sucedido con el caso del asalariado de Miami, Danilo Maldonado, auto apodado “El Sexto”, seudo artista que no puede mostrar obra alguna, ni jamás ha realizado una exposición personal o colectiva, pero por sumarse a los elementos financiados por Washington en sus ataques contra la Revolución, le han construido una imagen publicitaria debido a su acción de pintar en la piel de un puerco, frases ofensivas contra el Presidente Raúl Castro, y sus burlas contra el líder Fidel Castro, mientras el pueblo le rendía tributo por su muerte.

Realmente causa lástima ver a personas educadas e inteligentes, vinculadas a elementos que, de ser ciudadanos de otro país, jamás los dejarían acercársele por carecer de educación y prestigio, pero al ser “opositores” cubanos financiados por Estados Unidos, hasta posan para fotos, sin tomar en consideración los antecedentes penales o del consumo de cocaína.

Para hablar de derechos humanos la europarlamentaria debería saber que, en Cuba desde 1959, se les dieron derechos a todos los cubanos por igual, sin distinción de raza o posición económica, siendo una de las causas por la cual su familia salió del país.

Elena parece haber perdido la memoria, unido al odio personal que le nublan el entendimiento, pero vale la pena recordarle que Cuba es el único país de Latinoamérica que cuenta con el 99 % de su pueblo alfabetizado, donde el acceso a la educación es totalmente gratuito hasta la universidad y eso es derecho humano básico que pocos tienen en el mundo.

Es el lugar donde los servicios de Salud no se pagan, incluidos los trasplantes de riñón, corazón-pulmón o hígado, algo que los españoles no disfrutan, y eso si es un derecho humano.

La señora Larrinaga debe tener presente que, en la Cuba de 1958, donde su familia poseía negocios textiles, existía una tiranía apoyada por Estados Unidos que asesinaba a todo el que tuviera ideas libertarias; se torturaban a diario cientos de jóvenes para que declararan sus actividades revolucionarias o denunciaran a sus compañeros y eso si eran violaciones a los derechos humanos, algo que ella y sus aliados nunca mencionan.

En los campos de Cuba, los campesinos vivían en bohíos hechos con tablas y hojas de palma, pisos de tierra, sin luz eléctrica, ni servicios de salud, educación, cultura, deporte, y ausentes de un acre de tierra para cultivarla. Ese panorama cambió gracias al socialismo que ella odia.

Pudiera Elena Larrinaga y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, exponer qué derechos civiles tenía el pueblo cubano durante la tiranía del dictador Fulgencio Batista, quien llegó al poder mediante un golpe de estado militar y auto ascendido de sargento a General. Sigue leyendo