Por Arthur González.
Estados Unidos conforma matrices de opinión negativas contra aquellos que desafían su política imperial y no se dejan someter a sus designios, como es el caso de Cuba.
Por esa razón, Washington lleva 62 años mintiendo sobre la realidad cubana y para ello ha reclutado y comprado a periodistas, editores de importantes medios de comunicación, cineastas y escritores, con el fin de que reflejen en sus artículos una situación caótica en la Isla, nación que no se rinde a pesar de estar sometida a la criminal guerra económica, comercial y financiera más larga de la historia humana.
En este tiempo, el llamado país de la “libertad y la democracia”, no ha dejado de ejecutar siniestros planes de terrorismo, introducción de plagas y enfermedades, reclutar a mercenarios para asesinar a dirigentes, obreros, maestros y campesinos cubanos, colocar bombas en cines, teatros, escuelas y centros comerciales, con la mal sana intensión de sembrar muerte y terror en el pueblo.
Nada de eso ha disminuido el apoyo mayoritario a la Revolución, que resiste estoicamente las macabras pretensiones de Lester Mallory, subsecretario de Estado, cuando en abril de 1960 afirmaba: “El único medio previsible que tenemos hoy para enajenar el apoyo interno a la Revolución es a través del desencanto y el desaliento, basado en la insatisfacción y las dificultades económicas, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Ante el desafío cubano de continuar con su sistema socialista, Estados Unidos desata su furia con mentiras, como la más reciente campaña comunicacional de que Cuba encarcela a niños, a partir de los disturbios estimulados por las redes sociales el pasado 11 de julio 2021, donde algunos menores ejecutaron actos terroristas contra la policía, saquearon centros comerciales y otros delitos.
Esos comisores fueron detenidos y enviados a centros para menores y escuelas de conducta, pero no a cárceles de adultos como sucede en los Estados Unidos. Sin embargo, como parte de la campaña mediática, sus medios de prensa divulgan que “La represión cubana llega a un nuevo nivel: encarcelar a menores disidentes”, algo totalmente falso, primero por no ser disidentes y segundo que los hechos delictivos cometidos fueron grave y presentados en la TV nacional.
Para alimentar su campaña, el subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento, Brian A. Nichols, declaró: “Más de 150 cubanos pueden pasar los próximos 25 años en la cárcel, condenados en juicios simulados entre el 13 y el 24 de diciembre”.
Cinismo sin límites de Estados Unidos, al ser ellos el único país del mundo que condena a menores de edad a cadena perpetua, donde actualmente hay 3.000 de ellos sancionados, sin esperanza alguna de lograr una libertad condicional y se harán hombres y mujeres encerrados de por vida en prisiones junto a adultos.
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