Olvidos de un cubano en la Convención Republicana.


Por Arthur Gonzalez

Durante la celebración de la Convención del partido republicano para denominar a Donald Trump como candidato a la presidencia, intervino Máximo Álvarez, un cubano que llegó a Estados Unidos en 1961, dentro del grupo de 14 mil 48 niños enviados por sus padres sin acompañantes, como parte de una Operación de guerra psicológica de la CIA iniciada en diciembre de 1960, denominada Peter Pan, apoyada por la Iglesia Católica. 

Dicha Operación fue diseñada para atemorizar a los padres cubanos con la mentira de que, “el gobierno revolucionario cubano los privaría de la patria potestad de sus hijos, enviándolos a la URSS para lavarles el cerebro”.

Así se iniciaba la campaña de que los cubanos “huían del comunismo” y por tanto Estados Unidos los acogía sin más requisitos.

Pero Álvarez se olvidó en su discurso de relatar los horrores que aquellos 14 mil niños sufrieron, al encontrarse solos en centros y orfanatos, muchos sin condiciones, y que la inmensa mayoría de ellos no volvieron a ver a sus padres hasta muchos años después, debido a que Estados Unidos no otorgaba visas, situación que dejó en esos niños huellas psicológicas para toda la vida.

Lo que hizo el gobierno yanqui con aquellos cubanitos, no lo hacen con otros emigrados latinoamericanos que buscan una vida mejor, porque esos no les sirven para hacer campañas políticas contra el comunismo, pues realmente huyen del capitalismo salvaje que no les permite crecer y desarrollarse en sus países.

Tampoco mencionó en su discurso, que él pudo estudiar y hasta triunfar, porque en diciembre de 1960 el presidente D. Eisenhower, aprobó la creación del primer Centro de emergencia de Refugiados cubanos en Miami, para los que arribaban a los Estados Unidos, aun sin visas y que al año siguiente la administración Kennedy, inició el Programa de Refugiados Cubanos (Cuban Refugee Program), destinado a facilitar la integración de los “exiliados” de la Isla, en los Estados Unidos.

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