Por Arthur González.
Mara Tekach, encargada de negocios de la Embajada de Estados Unidos en Cuba, no cesa de cumplir al pie de la letra las orientaciones que recibe del Departamento de Estado, consistentes en mantener una permanente provocación contra el Gobierno cubano, lo que ya se hace inadmisible.
El 12 de noviembre dicha diplomática visitó la ciudad de Santiago de Cuba, con el pretexto de rendir homenaje a los cubanos y estadounidenses caídos en 1898 en la guerra contra España, que según ella “conquistaron juntos la libertad de Cuba”, ocultando que los Estados Unidos ingresaron en la guerra después de hacer estallar el buque de guerra Maine, enviado a la Habana para fabricar el pretexto y poder participar en la contienda, e impedir que los cubanos alcanzaran su liberación del yugo colonial español.
Tampoco mencionó que las tropas estadounidenses prohibieron a las cubanas ingresar en la ciudad de Santiago de Cuba, una vez rendido el ejército español, ni dijo que los yanquis ocuparon el territorio nacional a la fuerza desde 1898 hasta 1902, y solo se retiraron después de imponerle a la naciente constitución cubana, un apéndice conocido como Enmienda Platt, aprobada por el Senado de Estados Unidos, dándole prerrogativas de invadir militarmente a la Isla cada vez que lo entendieran.
Otras de las medidas contempladas en dicha Enmienda constitucional, fue la cesión de Cuba a Estados Unidos de tres bases carboneras, una de ella dio origen a la actual Base Naval en Guantánamo a pesar del repudio popular cubano, entre otras acciones que limitaron la libertad política y económica de la naciente república.
Este fue el pretexto utilizado por la diplomática yanqui para llevar a cabo sus verdaderos planes en la provincia oriental, que eran poderse reunir con elementos contrarrevolucionarios financiados por Estados Unidos, con el fin de estimularlos a realizar actos provocativos contra el Gobierno cubano, sabiendo que el Rey de España tiene previsto visitar Santiago de Cuba, para que se lleve la impresión de que en Cuba se “reprime” a los llamados “opositores” que Estados Unidos fabrica y orienta.
Mara Tekach legalizó su accionar injerencista en las redes sociales, a fin de que el mundo y sus jefes conozcan como actúa en la Isla, al publicar en su cuenta de Twitter:
“En nuestra ruta a #SantiagodeCuba, nos reunimos con activistas, líderes religiosos, y muchas personas que están luchando por la #LibertadParaCuba y conocimos sobre sus desafíos y sacrificios”.
De igual forma, dio continuidad a la campaña fabricada por la CIA y el Departamento de Estado, sobre la inventada “represión” contra los “opositores”, algo que nadie que visita a la Isla ve, ni la reaccionaria jerarquía católica afirma, como tampoco lo ratifican las decenas de agencias de prensa internacionales acreditadas en Cuba, muy distinto a las verdaderas represiones que ejecutan los gobernantes de Chile, Ecuador, Argentina y recientemente los militares bolivianos, a las órdenes de los yanquis, sin recibir una sola condena.
Esta cruzada mediática es la misma que se puso en marcha en 1959 y reforzada en 1961 cuando el presidente J. F. Kennedy aprobó la Operación Mangosta, en la que se expone:
“El Departamento de Estado preside el grupo de Operaciones Psicológicas Interagencias que se reúne semanalmente; la Agencia de Información Nacional (USIA) distribuye cualquier información del Gobierno y genera información “gris” no oficial (5 millones de historietas y miles de libros en idioma español sobre Cuba y distribuidos en América Latina). La CIA aprueba la información conveniente para los canales “grises” y psicológicos encubiertos (la radio, la mensajería hacia Cuba y la distribución dentro de Cuba)”
La información “gris” consiste en elaborar una noticia verdadera y dos falsas para hacerlas creíbles.
El pasado mes de septiembre 2019 fueron expulsados dos diplomáticos cubanos acreditados en la misión de la ONU, y Mike Pompeo, secretario de Estado y ex director de la CIA, a través de un comunicado oficial señaló: “la decisión fue tomada debido a que los dos representantes de la Isla, intentaron realizar operaciones de influencia contra Estados Unidos y abusar de sus privilegios de residencia”.
En ese marco, la vocera del Departamento de Estado, Morgan Ortagus, confirmó en su cuenta de Twitter que “el cuerpo diplomático cubano ante la ONU deberá permanecer solamente en Manhattan, Nueva York, en donde se localiza la sede del organismo”.
Al respecto el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, afirmó: “Cuba responderá de manera apropiada y oportuna y reiteró que estas decisiones de Washington son acciones injustificadas e ilegítimas sobre la base de calumniar a los diplomáticos cubanos y a su misión ante la ONU”.
Consideró que: “el Departamento de Estado establece un precedente peligroso para las relaciones diplomáticas y el derecho internacional y que con ello busca provocar una escalada diplomática que lleve a la ruptura de relaciones bilaterales y al cierre de las respectivas embajadas”, las que fueron reabiertas en 2015 durante la Administración de Barack Obama.
Las acciones de la encargada de negocios demuestran la prepotencia yanqui y quizás se piense que es intocable, pero tanto va el cántaro a la fuente hasta que se rompe.
Ella y sus jefes deben leer a Martí para comprender que:
“Debe hacerse en cada momento, lo que en cada momento es necesario”
Entre otras cosas, busca financiamiento para seguir abultando sus bolsillos
Me gustaMe gusta
Pues que la boten de vuelta a USA o que no pueda salís del Vedado.
Me gustaMe gusta