¿Alzheimer o mala entraña?


Por Arthur González.

Quizás la edad, el odio y la frustración que sufren en Estados Unidos los enemigos de la Revolución cubana, les provoque el olvido de sus fracasadas campañas de 60 años, acusándola con inventadas violaciones de los derechos humanos.

Lo más reciente del hit parade made in USA, es la detención del asalariado José Daniel Ferrer y sus compinches, a quienes pretenden santificar a toda costa, cuando en realidad se conoce fehacientemente que son grandes pecadores, para decir con más elegancia que son redomados delincuentes.

La gritería formada recuerda a otras parecidas a las que también se sumaron el Departamento de Estado y varios organismos internacionales, que al final se tragaron la lengua al darse cuenta que sus reclamos de libertad eran sobre verdaderos bandidos, que en Miami quisieron convertir en “víctimas”, a pesar de sus amplios antecedentes penales.

Es cierto que los años pasan rápido y las múltiples historietas construidas por los enemigos de Cuba van quedando en el olvido, pero ahí permanecen para recordarles sus defensas sobre algunos mentirosos y delincuentes, que nunca han sido perseguidos políticos.

No se acordarán los yanquis que, en abril del 2014, el arzobispo de Miami, Thomas G. Wenski, se atrevió a pedirle a sus feligreses durante su homilía el 20 de abril, en la ermita de Nuestra Señora de la Caridad, que hicieran oraciones especiales por una delincuente común nombrada Sonia Garro y para su esposo Ramón Alejandro Muñoz, conocido como “Cocorio”, detenidos en Cuba el 18 de marzo de 2012 por homicidio en grado de tentativa.

El matrimonio en cuestión, después de la ingestión de bebidas alcohólicas consumidas por “Cocorio, lanzaron cócteles molotov desde el techo de su vivienda, contra oficiales de la policía que acudieron a poner orden, ante solicitud de los vecinos por sus constantes escándalos.

Al reclamo por aquellos “disidentes” se sumó el obispo Richard Pates de Des Moines, presidente del Comité de Justicia y Paz Internacional de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, quien al conocer la verdad sobre los antecedes del matrimonio, debe haber estado orando varios meses, como penitencia por mentir y acusar falsamente a Cuba.

Pero ahí no paró la situación, envenenada por Berta Soler, de las denominadas “damas” de blanco, Roberta Jacobson, Subsecretaria de Estado para el hemisferio occidental, también se unió al reclamo por dichos bandoleros, arrastrada por las mentiras de la campaña anticubana de convertirlos en “opositores al régimen” y en “activistas políticos”, al estilo de muchos de los que “huyendo del comunismo” salieron de Cuba por el puerto del Mariel y al arribar a Miami, fueron calificados como excluibles por las autoridades norteamericanas.

Es posible que la Sra. Roberta lo hiciera impulsada por las declaraciones de la entonces congresista Ileana Ros, quien abogó a favor de la libertad de ellos, en el pleno de la Cámara de Representantes, como hizo el 21 de mayo 2015 en su cuenta de Twitter.

Los ejemplos son demasiados para perder el tiempo, pero la defensa que hacen actualmente a favor de Ferrer, irá a parar al mismo lugar de las efectuadas por Sonia y el “Cocorio”, como las que hicieron años atrás por el inventado grafitero “El sexto”, cuando enviaron a La Habana a una abogada del Departamento de Estado, especialista en derechos humanos que viajó a Cuba con visa de turismo, para defenderlo.

Hoy “El sexto” está acusado en Miami de violencia doméstica y nadie reclama por su libertad, porque la vida demostró que realmente es un drogadicto y delincuente sin la menor pizca de artista, como quisieron hacerle creer a muchos incautos, a pesar de las denuncias de Cuba.

Se habrán olvidado de la famosa “Huelga del Aguacate”, protagonizada por la vetusta Martha Beatriz Roque Cabello, en la que le hizo creer a todos que estaba moribunda en fase final, siendo visitada a toda carrera por una diplomática yanqui y hasta por la diplobloguera de Washington, Yoani Sánchez Cordero, quienes hicieron el ridículo al verla en la TV cubana, recibiendo alimentos de un vecino que los pasaba por una ventana, burlándose de todos en busca de protagonismo y dinero.

A inicios de año 2013, José Daniel Ferrer García, se declaró “en huelga de hambre” con el pretexto de exigir la “liberación inmediata y sin condicionamientos”, de empleados del grupúsculo que dirige y financia. En aquella fecha el Arzobispo de Santiago de Cuba, Dionisio García Ibáñez, se comprometió a mediar en la “crisis”.

¿Cómo terminó el show? Muy parecido al de Martha Beatriz, pues todo era puro teatro.

La manipulación de los que llevan 60 años tomándose la leche de la vaca yanqui, tienen que inventar represiones y violaciones de los derechos humanos en la Isla, para poder justificar los miles de dólares que reciben mensualmente por sus acusaciones falsas, como parte de esa guerra psicológica implacable que llevan a cabo los especialistas de la CIA, que cobran jugosos salarios.

Lo triste del tema es que ninguna de las personalidades mencionadas, ni de las organizaciones que atacan a Cuba, han reclamado la libertad de los miles de detenidos y muertos en Ecuador, Chile, Honduras, Argentina, Colombia y Panamá, producto de las represiones brutales acontecidas en esos países, durante las protestas populares contra las medidas neoliberales impuestas por el sistema capitalista, ese que no brinda mejorías al pueblo, le hace la vida más dura a los que pierden sus empleos y no les alcanza el dinero para pagar la vivienda, el agua, el gas, s seguros médicos y la educación de sus hijos.

Sabiduría la demostrada por José Martí cuando dijo:

“Es criminal querer forzar la opinión pública”