Senado yanqui aprueba enmienda sobre comercio con Cuba. ¿Y qué?


Por Arthur González.

La senadora por Dakota del Norte, Heidi Heitkamp, logró que la Cámara Alta del Congreso norteamericano, aprobara dentro de la nueva Ley Agrícola 2018, una enmienda sobre el comercio con Cuba.

Dicha Ley contiene varias provisiones introducidas y/o defendidas por la senadora Hietkamp, entre ella una enmienda “para impulsar el comercio con Cuba”.

Con el apoyo del senador republicano John Boozman, la mencionada enmienda bipartidista permitirá que el Departamento de Agricultura (USDA) use sus programas de desarrollo del mercado de exportación en Cuba, lo que teóricamente permitirá crear, expandir y mantener un fuerte mercado de exportación a Cuba, para los productores y procesadores agrícolas de Estados Unidos, sin costo adicional para los contribuyentes norteamericanos.

Visto así, es un paso favorable en el más elemental sentido común, pues pudiera permitirle a los agricultores y ganaderos ingresar con mejores ventajas económicas en el mercado cubano, aumentando sus exportaciones.

Lo novedoso es que la nueva Ley autoriza a los agricultores y ganaderos estadounidenses, a usar para las exportaciones a Cuba, los fondos del Programa de Desarrollo del Mercado Exterior y del Programa de Acceso al Mercado.

Sin embargo, al analizar los beneficios para la parte cubana, la cosa es diferente, debido al entramado de leyes que prohíben el comercio con “el enemigo”, unido a la Ley del Embargo, aprobada por J.F. Kennedy en 1962, además de la prohibición de que Cuba utilice el dólar, manteniéndose la decisión de que el pago es por adelantado para todos los productos embarcados hacia la Isla.

Respecto a la aprobación de la nueva Ley, el presidente Donald Trump expresó: “los fondos no podrán ser utilizados si su uso se encuentra en contravención con el memorando presidencial de 2017, el cual recoge una serie de medidas para recortar la entrada de dinero a Cuba y en especial al sector militar”, el cual rige la casi totalidad de las ventas minoristas para los cubanos.

El comercio exterior de Cuba adquiere anualmente productos alimenticios por un monto de mil 800 millones, y en los adquiridos en Estados Unidos tiene que depositar en un banco ubicado en el exterior, el costo de las facturas antes de que las mercancías sean desembarcadas, situación que no se elimina con la normativa aprobada.

Si hubiese una puerta trasera en ese aparente paso adelante, estaría dirigida a hacer creer al pueblo cubano que mientras el Grupo Empresarial de las Fuerzas Armadas controle las ventas en los centros comerciales y empresas importadoras, no habrá mejoría alguna en las relaciones contractuales con Estados Unidos, e incluso la presencia de norteamericanos en los hoteles controlados por ese Grupo.

Durante el gobierno del presidente Barack Obama, se aprobaron medidas que “flexibilizaron” el comercio con Cuba, pero todo era dirigido al sector no estatal, prioridad de la política que se diseñó para cambiar el sistema socialista desde adentro.

Para quienes no lo recuerden y vean un paso adelante en la actual ley aprobada por el Senado, basta señalarles que el 26 de enero del 2016, Estados Unidos publicó las nuevas medias aprobadas por el Presidente, dirigidas a “flexibilizar el control y las regulaciones impuestas por Estados Unidos”, y sobre el particular la entonces la Secretaria de Comercio, Penny Pritzker, aseguró en su Twitter:

“Las provisiones están diseñadas para apoyar al sector privado emergente en Cuba y colocarnos más cerca de alcanzar las metas históricas de política exterior del presidente Obama y fortalecer la sociedad civil cubana”.

A eso se sumó el secretario del Tesoro, Jack Lew, quien declaró:

Estas medidas, al igual que las que se han ido tomando durante el último año, envían un claro mensaje al mundo: Estados Unidos se ha comprometido a potenciar y permitir avances económicos para el pueblo cubano y continuaremos tomando las medidas necesarias para ayudar al pueblo cubano a alcanzar la libertad política y económica que merece”.

“Las nuevas regulaciones subrayan el compromiso del presidente Barack Obama en promover un cambio constructivo para el pueblo cubano…Una relación bilateral más abierta y fuerte tiene el potencial de crear oportunidades económicas para estadounidenses y cubanos por igual”.

Para reafirmar cual era la línea política del Gobierno yanqui, el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price, destacó en un comunicado escrito:

“Así como los Estados Unidos están haciendo su parte para eliminar los impedimentos que han limitado a los cubanos, urgimos al gobierno cubano a que facilite que sus ciudadanos emprendan un negocio, puedan comerciar y accedan a la información en línea”.

En aquellos momentos el presidente del Consejo Económico y Comercial EEUU-Cuba, John Kavulich, comentó que se trataba de la mayor modificación en materia comercial y de inversiones entre los dos países, en décadas.

El resultado concreto fue nulo, Cuba tuvo que seguir pagando por adelantado y haciendo cambios de moneda ante a la prohibición del uso del dólar yanqui.

Con esos antecedentes, ¿qué interés político pudiera haber detrás de la nueva Ley, esa que no cambia ninguna de las prohibiciones existentes en el comercio con Cuba?

Cada cual tiene el derecho de verlo con el prisma que desee, pero la vida se encargará de esclarecer la verdad y como dijo José Martí:

“Todo se ha de tratar con equidad, y junto al mal, ver la excusa, y estudiar las cosas en su raíz y significación, no en su mera apariencia”.

 

 

 

 

 

 

Carlos Alberto Montaner de terrorista a historiador malo.


Por Arthur González.

Carlos Alberto Montaner Suris, devenido en periodista, es realmente un terrorista juzgado y condenado en Cuba por hacer estallar bombas en centros comerciales de la Habana en los primeros años de la década de los 60 del siglo XX, siguiendo órdenes de la CIA.

Fue sorprendido in fragrantti después de detonar una de las petacas incendiarias abastecidas por la CIA, en la tienda por departamentos Flogar, condenado y trasladado a la presión, de donde se fugó y solicitó asilo en la embajada de Brasil, cuyo embajador en ese entonces era agente de la CIA.

Ahora, vísperas del 60 aniversario del triunfo de la Revolución cubana, Montaner escribió un artículo para el sitio español infobae, donde cuenta la historia de Cuba a su manera.

Según el terrorista, Fidel Castro y sus compañeros de lucha contra la dictadura sanguinaria de Fulgencio Batista, apadrinado por Washington, “estaban dispuestos a cambiar a punta de pistola las señas de identidad de una sociedad que tenía varios siglos de existencia”, sin mencionar que Estados Unidos impuso sus valores, religión, símbolos y estilo de vida, desde que intervino militarmente en la Isla en 1898, arrebatándole el triunfo a los mambises cubanos que luchaban contra el dominio colonial español.

Estados Unidos ocupó físicamente el archipiélago cubano hasta 1902, dejándole una constitución redactada por ellos, que les permitió ocuparlo militarmente  dos veces más, apoderándose de su economía, política, relaciones exteriores y todo cuanto desearan, razones que motivaron la sublevación popular encabezada por Fidel Castro, para derrocar al tirano Batista.

Según Montaner, la Revolución “transformó el Estado cubano en una dictadura pro soviética sin propiedad privada, ni derechos humanos, y mucho menos separación e independencia de poderes, y echó sobre los hombros de los cubanos, la responsabilidad de enfrentarse al imperialismo yanqui, para imponer a sangre y fuego el modelo social soviético”.

¿Habrá perdido la memoria el terrorista Montaner?

Sería importante recordarle cuál República había en Cuba hasta 1958, esa que ahora desde Miami pintan como lujosa, desarrollada, llena de casinos de juegos, centros comerciales, cabarets para la alta sociedad y zonas de prostitución para el placer de los marines yanquis, obviando la pobreza, los barrios marginales, mendigos, analfabetos, niños trabajando, campesinos sin tierras y cientos de muertos anuales por falta de asistencia médica.

¿Por qué Montaner no expone que el 43% de los campesinos no sabían leer ni escribir y fue la Revolución la que en solo un año eliminó el analfabetismo con el apoyo de todo el pueblo?

La educación se transformó en pública y gratuita para todos, por eso hoy Cuba cuenta con una población altamente calificada escolarmente, algo que jamás se logró en 58 años de neo colonia yanqui.

La Revolución le dio derechos al pueblo que el capitalismo le arrebató; repartió tierras a los que la trabajaban y les llevó salud y la luz de la enseñanza.

El 14% de los campesinos padecía o había padecido de tuberculosis. El 13% sufría y moría por la tifoidea, sólo un 6% de las viviendas, maltrechas tenían agua y más del 65 % carecían de baños. El parasitismo era endémico entre los niños del campo y las zonas pobres de las ciudades.

Montaner reconoce que a los 15 años era analfabeto político y parece que continúa en las mismas, porque solo repite falsedades para intentar desprestigiar a la Revolución, pero es bueno que conozca algunas verdades.

El 13 de enero de 1959, el gobierno revolucionario creó la Dirección General de Deportes y lo convirtió en derecho de todo el pueblo.

El 26 de enero de 1959 aprobó la Ley No. 26 suspendiendo los desalojos de las viviendas en campos y ciudades. El 6 de febrero 1959 creó mediante la Ley No. 49, el Ministerio de Bienestar Social para ayudar a las familias más necesitadas del país. El 24 de marzo 1959 constituyó el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfica, por primera vez desde 1900.

El 31 de marzo 1959 se aprobaron un conjunto de acciones a favor de la promoción y el desarrollo cultural, entre ellas la Imprenta Nacional de Cuba. El 15 de abril 1959 se abrió la Ciudad Universitaria en Santa Clara y el 17 de mayo se firmó la Ley de Reforma Agraria, esa que tanto molestó a Estados Unidos.

El 13 de junio 1959 se inauguró la primera playa para el pueblo en Bacuranao, al este de la capital, y se fueron abriendo otras, eliminándose los clubs privados solo para ricos.

El 14 de julio 1959 se prohíbe la mendicidad infantil y se organiza un plan de rehabilitación para los menores que se encontraban en esa situación, más la aprobación de un programa de protección a la infancia.

El 29 de julio de 1959 el Ministerio de Educación creó 3 mil escuelas rurales y el 30, el Consejo de Ministros aprobó la Ley No. 479 estableciéndose la rebajar del precio de los libros de texto para todos los niveles de enseñanza, entre un 25 y un 35 %.

El 14 de septiembre el ejército rebelde entregó al Ministerio de Educación el campamento militar de Columbia, el más grande de Cuba, convirtiéndose en escuelas ese y todos los cuarteles militares de la Isla. El 6 de junio de 1961 se nacionalizaron las escuelas privadas, declarándose toda la enseñanza cubana pública y gratuita.

El mismo año 1959 se creó el primer contingente de médicos rurales para brindarle por primera vez, atención preventiva y curativa a la población campesina, totalmente olvidada por las oligarquías en el poder de Cuba desde 1902.

A Montaner le molestan estas y otras leyes que favorecieron al pueblo, que denomina en su escrito como “locura revolucionaria”, pero la Revolución cambió el panorama social cubano y por eso Estados Unidos inició sus planes de estabilización y agresiones contra Cuba.

El primer acto terrorista se llevó a cabo el 4 de marzo de 1960, con la voladura del buque La Coubre en el puerto de la Habana, donde murieron 92 personas y fueron cientos los heridos. El propósito era impedir que Cuba obtuviera armas para defenderse de la invasión que preparaba la CIA, ejecutada el 17 de abril de 1961.

Montaner no habla de las acciones terrorista organizadas desde Estados Unidos contra Cuba, algo reconocido en planes secretos ya desclasificados, como el informe redactado por el Coronel Jack Hawkins, jefe de la sección de personal paramilitar en el centro de operaciones de la Fuerza de Tarea de la CIA, donde afirma:

“Durante el período comprendido entre octubre de 1960 y el 15 de abril de 1961, se perpetraron alrededor de 110 atentados dinamiteros contra objetivos políticos y económicos, se colocaron más de 200 bombas… Se provocaron más de 150 incendios contra centros estatales y privados, incluyendo 21 viviendas de comunistas y 800 incendios en plantaciones de caña”.

En el ataque pirata a la refinería santiaguera el 13 marzo de 1961, resultó muerto el marinero René Rodríguez Hernández, de 27 años.

Según Hawkins:

Esas operaciones lograron un éxito considerable. Las embarcaciones que prestaban servicio de Miami a Cuba entregaron más de 40 toneladas de armas, explosivos y equipos militares e infiltraron y sacaron a un gran número de personal…La mayoría de los sabotajes perpetrados en La Habana y otros lugares se realizaron con materiales suministrados de esta manera”.

Entre sus mentiras Montaner afirma que la Revolución entregó a los soviéticos los mecanismos represivos, pero ninguno de los cuerpos policiales después de 1959, sacó uñas, ojos, cortó testículos, lanzó al mar en tanques de cemento a personas que no simpatizaban con el proceso, ni desapareció sus cuerpos, como hacían los gobiernos anteriores, especialmente Batista, asesorado por oficiales yanquis del FBI y la CIA.

El ejército revolucionario no bombardeó los campos cubanos, ni asesinó a campesinos inocentes como hizo Batista, con el empleo de armas, aviones y bombas facilitadas por los yanquis.

Miles son los actos terroristas ejecutados por la CIA y más de 300 intentos de asesinatos a Fidel Castro, algo que el desmemoriado terrorista omite en su artículo.

Tampoco dedica un párrafo a la guerra económica, comercial y financiera más larga y cruel de la historia moderna, impuesta por Estados Unidos contra Cuba hace 60 años, para lograr el desencanto y el desaliento contra la Revolución.

Sí, son 60 años de lucha y resistencia del pueblo cubano que los yanquis no pueden doblegar, gústele o no al terrorista Carlos Alberto Montaner.

Certero fue José Martí cuando dijo:

“¡Siempre al pie de los más hermosos arboles hicieron honda cueva los gusanos!”

 

Quién tiene la culpa, el socialismo o el capitalismo.


Por Arthur González

Diariamente la prensa del llamado “mundo libre”, controlado por poderosas corporaciones, acusa al sistema socialista de ser responsable del empobrecimiento y poco desarrollo de aquellos países que lo adoptaron.

A todos, Estados Unidos les impone medidas para entorpecer el desarrollo de sus economías, como le hacen a Cuba desde hace 60 años, con el fin de que su modelo no sea imitado por otros, según afirmó el Council on Foreign Relation:

“La oposición de EE.UU. a la Revolución cubana y el apoyo a la democracia y al desarrollo en este hemisferio, lograron frustrar las ambiciones cubanas de expandir su modelo económico e influencia política”.

Al triunfar Hugo Chávez en Venezuela y destinar fondos para misiones sociales como la alfabetización, estudios de nivel medio y superior, cultura, deporte, construcción de viviendas y asistencia médica gratuita con el apoyo solidario de Cuba, Estado Unidos le impuso una guerra económica y financiera, con el propósito de impedirle su desarrollo y evitar que brindara petróleo a precios justos a otros países del área.

Recientemente Donald Trump firmó un grupo de medidas contra Nicaragua, para tratar ahogar su economía, y al igual que hacen con Cuba y Venezuela, sembrar el desencanto y el desaliento en su pueblo, para que culpe mediante campañas de prensa, al gobierno revolucionario de la escasez y limitaciones financieras.

Sin embargo, la realidad en muchos países que tienen gobiernos capitalistas, con políticas económicas neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional, es mucho peor que en los tres países denominados por Estados Unidos como el “eje del mal”.

Argentina con el gobierno de Kirchner y de Cristina, vivieron momentos luminosos, aunque no exentos de problemas, pero los beneficios sociales eran palpables. Al tomar el poder el actual presidente pro yanqui, Mauricio Macri, las medidas adoptadas han llevado a la clase trabajadora a una crisis económica increíble, lanzando a la calle a miles de personas que no tienen dinero para pagar la renta de una vivienda; despidos masivos y recortes sociales de todo tipo, volviendo a endeudar al país con préstamos del FMI.

Datos oficiales de la Universidad Católica Argentina, UCA, afirman que la pobreza urbana en Argentina subió más de cinco puntos en 2018, elevándose entre el tercer trimestre de 2017 y 2018 del 28,2% al 33,6%, y ahora uno de cada tres argentinos es pobre, a pesar de que Macri prometió trabajar por llevar a cero la pobreza.

Actualmente Argentina tiene 2,1 millones de nuevos pobres, sobre un total de 13,6 millones, en un país que nada tiene de socialista.

Un estudio culminado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), relativo al panorama laboral latinoamericano de 2018, reveló que jóvenes y mujeres son los más perjudicados laboralmente, pues uno de cada cinco jóvenes de 15 a 24 años de la región, -que son el 19,6%-, no encuentra trabajo, cifra que casi triplicaba a la tasa de desempleo entre los mayores de 25 años (6,3%).

Dicha investigación expone que el porciento de desocupación juvenil en la región se mantuvo en el 14% entre 2012 y 2014, disparándose en cinco puntos porcentuales desde entonces, en buena medida por la ralentización de muchas de las grandes economías capitalistas de América Latina y el Caribe.

En esto no tiene responsabilidad el sistema socialista, toda es del capitalismo salvaje que no ve al ser humano como el objetivo principal del desarrollo, ni se preocupa por ejecutar programas sociales como los aplicados por Cuba y Venezuela, a pesar de la cruel guerra económica y financiera impuesta por Washington, unido a las acciones de subversión política ideológica, diseñadas por la CIA.

A diferencia de la economía socialista cubana, el resto de los países latinoamericanos con un sistema capitalista como paradigma del “desarrollo y la abundancia”, en 2018 una de cada diez mujeres no encontró trabajo, tasa mayor a la de los hombres en el mismo período (10% frente al 7,5%). La participación laboral femenina es igualmente menor: más de 20 puntos porcentuales por debajo de la de los hombres.

Tal situación no sucede en la Cuba socialista demonizada por la propaganda yanqui, quienes ocultan que las mujeres cubanas gozan de los mismos derechos que los hombres, con leyes que les aseguran sus derechos, como el de proteger su reproducción y sexualidad, la planificación familiar, salud, educación, seguridad, asistencia social, vivienda, empleo e igualdad de salarios, superación técnica y cultural, capacitación laboral y aprendizaje, más la posibilidad de acceder a todos los cargos del Estado, sin ningún tipo de discriminación.

Por su parte, la economía capitalista argentina exhibe un aumento de la indigencia de 0,4%, afectando a 2,47 millones de personas, que no ganan ni para comprar sus alimentos.

El informe de la UCA expone que los jóvenes sufren más la pobreza y casi el 52% de los menores de 17 años están por debajo del umbral de pobreza, siendo Buenos Aires la zona más golpeada del país, con un 43,4% de pobres.

¿Por qué la prensa yanqui y europea no denuncian esa realidad del capitalismo, como le hacen a Venezuela y a Cuba?

El capitalismo en Europa también hace de las suyas, siendo España un vivo ejemplo, donde se ha producido una fuerte emigración de jóvenes ante la crisis iniciada en 2010, no precisamente por “huir del comunismo”, sino del capitalismo que no les ofrecía oportunidades de desarrollo ni seguridad social para subsistir, cuando la tasa de paro juvenil en el país superaba el 40%.

En los últimos 10 años la población española en el exterior aumentó un 64%. Alemania y el Reino Unido, son los países a donde fueron a recalar los españoles, jóvenes en su mayoría, donde radica el 14% y el 27,7% de los emigrantes.

Otros países de la culta Europa, como Portugal y Grecia, también presentan escenarios similares a los de España en cuanto a la emigración, pero para ellos no hay Ley de Ajuste, porque dejan sus tierras para buscar mejoras económicas y no se politiza la emigración, como hace Estados Unidos contra Cuba y Venezuela.

Esa es la verdad que ocultan y tergiversan los yanquis, pero como dijo José Martí:

“La razón ha de entrar en lo que la razón ha de sostener”

 

Eminente cierre de la embajada yanqui en La Habana.


Por Arthur González.

El anuncio hecho por el Departamento de Estado el pasado 10 de diciembre 2018, sobre el cierre definitivo de las oficinas locales de los Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) en La Habana, confirma que la línea política a seguir es el cese total del trabajo de su misión diplomática, algo que pronosticamos desde el pasado año, cuando el gobierno yanqui inició la historieta de los falsos ataques acústicos.

Olvidando sus fracasos, ahora insisten en volver a desmantelar su embajada en Cuba, error cometido por el presidente D. Eisenhower, cuando el 3 de enero de 1961 rompió las relaciones diplomáticas, con la ilusión de que la Revolución cubana sería derrocada durante la fracasada invasión mercenaria que organizó la CIA por la Bahía de Cochinos en abril de ese año y  vencida en solo 67 horas.

Fue por aquel error de cálculo que la CIA se quedó fuera del panorama político cubano, al cerrar su poderosa estación en La Habana y verse obligada a depender de la colaboración de otros servicios de inteligencia, principalmente europeos, como fueron los británicos, españoles, belgas, alemanes, italianos, franceses y canadienses.

Ante la necesidad de atender a la amplia red de agentes cubanos reclutados por la CIA desde finales de los años 70, en el año 1977 James Carter aprobó la apertura de una Sección de Intereses en la Isla, decisión que amplió las posibilidades de ubicar en dicha misión diplomática a numerosos oficiales y técnicos en comunicaciones de la CIA, muchos de los cuales emprendieron la atención clandestina de 27 agentes, reclutados entre funcionarios cubanos de los sectores más importantes del país, sin sospechar que en realidad todos pertenecían a la Seguridad del Estado de Cuba, conocida como G-2.

El Ministerio de Comercio Exterior, el Banco Nacional, Ministerio de la Pesca, Cubana de Aviación, el Comité Estatal de Colaboración Económica, Ministerio de las Comunicaciones, la Marina Mercante, Ministerio de Salud Pública, Ministerio de Relaciones Exteriores, Ministerio de la Construcción, Universidad de la Habana, Instituto de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), fueron entre otros, los organismos de mayor interés de la CIA en esa época, según reportajes publicados por la prensa cubana durante la denuncia llevada a cabo en el verano de 1987.

En aquel momento la CIA tenía en la Sección de Intereses, a 22 oficiales para el trabajo ilegal con sus agentes, el estudio y caracterización de nuevos funcionarios cubanos con posibilidades de ser reclutados durante sus viajes al exterior, y más de 55 oficiales acreditados como funcionarios en tránsito.

Aquella capacidad de trabajo solo era posible por la existencia de su Sección de Intereses, USIS, algo que debió ampliarse al restablecerse las relaciones diplomáticas el 17 de diciembre de 2014 y con la apertura oficial de la embajada yanqui el 1ro de julio 2015, reconocido por el propio Barack Obama, cuando expresó:

“Podremos aumentar considerablemente nuestro contacto con el pueblo cubano. Tendremos más personal, y nuestros diplomáticos podrán participar de manera más extensa en toda la isla…incluida la sociedad civil y con los cubanos que buscan alcanzar una vida mejor”.

La alianza establecida por Donald Trump, con la mafia terrorista de Miami en junio 2017, debió impulsar a la CIA al desarrollo de otras variantes para la atención de su probable nueva red de colaboradores secretos en Cuba, a partir de los llamados NOC, No Oficial Cover, oficiales que actúan bajo cubierta no diplomática, según asegura un artículo de la revista TIME de febrero 20 de 1995, en el cual se ratifica que “la CIA ha ido calladamente sembrando a sus oficiales encubiertos en empresas comerciales, sucursales bancarias, agencias de viaje, corporaciones de alta tecnología y otras, que le permiten ejecutar operaciones clandestinas de forma más eficiente”.

El empleo del turismo y el intercambio académico fueron empleados con fuerza en Cuba hace pocos años, para el reclutamiento, orientación y abastecimiento técnico a sus nuevos agentes en la Isla, como quedó demostrado en el serial Las Razones de Cuba, visionado en la TV cubana durante 2012.

Esa situación quizás indujo a Mike Pompeo a diseñar la mentira de los “ataques acústicos y las falsas enfermedades de sus diplomáticos”, con el propósito de afectar la entrada de turistas a la Isla, pues estaba consiente que sacrificar a oficiales con la cubierta diplomática, podría compensarse con los NOC, unido a las facilidades de viajes que hoy brinda la nueva política migratoria cubana y el empleo de sitios Web para las comunicaciones secretas, según informaba Yahoo News en noviembre 2018.

Por tanto, no sería extraño que en poco tiempo anuncien el cierre total de su embajada, algo que prácticamente han ejecutado al cesar las actividades consulares en La Habana, las que constituían su mayor carga de trabajo, al no existir relaciones comerciales y ser escasas las políticas y culturales, debido a la vigencia de la guerra económica, comercial y financiera desde hace 60 años.

Las agencias de inteligencia yanquis podrán cambiar de ropaje, pero no deberán menospreciar el trabajo de la Seguridad del Estado, de esa pequeña pero valiente isla de Cuba, que trabaja con cautela, apoyada por su pueblo en el combate diario, para detectar, cortar y denunciar las acciones ilegales organizadas por Estados Unidos, porque como escribió José Martí:

“En silencio ha tenido que ser, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas”.

 

 

 

 

El silencio cómplice.


Por Arthur González.

Cuando las autoridades cubanas detienen a uno de los asalariados que paga Washington para

Periodista herido por balas de goma

ejecutar provocaciones en la vía pública, parece que se cae el mundo ante las falacias que emiten cuantas agencias de prensa existe en el mundo capitalista, a lo que se suman diferentes organizaciones creadas por los yanquis para la supuesta defensa de los derechos humanos. Sin embargo, cuando en otros países asesinan, hieren, y la policía reprime con violencia a verdaderos periodistas, el silencio se vuelve cómplice de esos sicarios.

 

Una de las organizaciones que más alharaca forma es la conocida Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), organización radicada en Miami, que nunca condena al gobierno mexicano por los constantes asesinatos de verdaderos profesionales de la prensa; el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), constituido en Madrid en 2009, con el único fin de atacar a la Revolución cubana, o algunos europarlamentarios que al servicio de los intereses yanqui se la pasan acusando a Cuba, por inventadas violaciones de los derechos humanos.

La actitud de esos engendros made in USA, es totalmente diferente ante las flagrantes violaciones de los derechos humanos que comenten las fuerzas policiales de Francia, desde hace semanas.

Represión en Francia

Las imágenes transmitidas por las televisoras y redes sociales no dejan dudas del salvajismo y crueldad con el que atacan a los manifestantes de chalecos amarillos, los cuales protestan por las medidas neoliberales aplicadas por el gobierno del presidente Emmanuel Macron, personaje que ni es comunista, ni amigo de Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Evo Morales o Raúl Castro, sino un fiel admirador de Donald Trump, ante el cual se le han observado ante las cámaras, conductas de subordinación.

Precisamente, esa es la razón del silencio de Roberto Rock, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP; del actual presidente de la Junta Directiva del OCDH, el economista cubano residente en España, Elías Amor Bravo, de la anterior presidenta Elena Larrinaga, o de la eurodiputada española Beatriz Becerra, quien se ocupa de desbarrar constantes mentiras contra Cuba.

Millones de personas comprueban la brutalidad represiva en Francia, donde 12 periodistas de Rusia Today, RT, fueron heridos por las balas de goma y el efecto causado por los gases lacrimógenos lanzados por efectivos de la policía. Otros dos colaboradores de la agencia Ruptly, también fueron alcanzados por las balas, pero tampoco hay condenas internacionales de esas organizaciones de los derechos humanos, al servicio de los intereses de Estados Unidos.

La razón es clara, el sistema capitalista se defiende con armas largas, porrazos, gas pimienta y potentes chorros de agua fría. Para ellos esas no son violaciones de los derechos humanos, porque se trata de trabajadores reclamando sus derechos a tener mejores condiciones de vida, debido a las medidas neoliberales aplicadas.

Detenciones en Cuba

Todo lo contrario, sucede cuando mercenarios cubanos, entrenados y pagados por Estados Unidos, -donde ninguno es trabajador o estudiante-, se tiran al suelo en las calles para obstruir el tráfico, o gritar ofensas contra las autoridades, en verdaderos actos de desorden público, son detenidos por policías que no visten con cascos, ni chalecos antibalas, no poseen armas largas, ni tampoco lanzan gases lacrimógenos.

En las campañas diseñadas para atacar a la Revolución cubana, la Bolivariana o la Sandinista, solo hablan de “detenciones arbitrarias” contra supuestos “luchadores por la libertad”, pues el fin es demonizar a esos gobiernos que asumen posiciones independientes y soberanas, contra las políticas imperiales de los poderosos yanquis.

A pesar de la ausencia de apoyo de organizaciones de los derechos humanos y de parlamentarios europeos, los franceses continuarán sus reclamos, como hoy hacen también los argentinos, frente a políticas que perjudican al pueblo trabajador, enfrentándose con valentía a las balas y chorros de agua fría, porque como dijera José Martí:

“Un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército”