Por Arthur González.
Muchos de los que abandonaron Cuba en los primeros años de la década de los 60 del siglo XX, influenciados por campañas diseñadas por la CIA o ante propuestas de trabajo desde Estados Unidos, siguen con el viejo sueño de ver derrocado el socialismo cubano.
Entusiasmados en exceso por la visita del presidente Barack Obama a la Isla, la actualización del modelo económico efectuado por el gobierno cubano y la ampliación del trabajo no estatal, ven idílicos cambios políticos en el futuro.
Algunos llegan al delirio como la escritora y periodista de origen cubano, Uva de Aragón, que en su desvarío ve a Cuba “con un modelo parecido al de México con el PRI, o al de Polonia después de la caída del muro de Berlín”.