Por Arthur González.
No se sabe cuáles serían las orientaciones que pudo haber recibido en La Habana, la vetusta “opositora” Martha Beatriz Roque Cabello, pero hay algo nebuloso en ella que no deja ver bien la luz.
Quien confesó con total desfachatez ante un grupo de “disidentes”, haber sido colaboradora de la Seguridad del Estado, bajo el sobre nombre de Rosaura, no da buen olor.
Detenida y condenada en el 2003 a 20 años de prisión, por atentar contra la “Independencia e integridad territorial del Estado”, estuvo muy poco tiempo en la prisión, quedando en libertad condicional por aparentes “problemas de salud”, los que lejos de hacerla una persona delicada ha demostrado todo lo contrario. Eso tampoco transpira un buen aroma.
Desde que obtuvo esa condición penal, Martha Beatriz Roque se ha mantenido violando la misma ley por la cual fue sancionada, sin que ningún juez la restituyera a prisión, tal y como estipula la ley vigente en la isla. Otro aspecto que no trae buenos pensamientos.