Por Arthur González.
Estados Unidos al ver frustradas sus acciones para impedir el triunfo de la Revolución cubana en 1959, inició de inmediato amplias campañas propagandísticas en su contra y la primera estuvo dirigida hacia la emigración, trastocando la fuga de los asesinos, torturadores y esbirros al servicio del tirano Fulgencio Batista, en “refugiados políticos”.
Por ese motivo en diciembre del año 1960, por órdenes del Presidente Dwight Eisenhower, se inaugura en Miami el “Centro de Emergencia de Refugiados cubanos”, dando inicio a la categoría de “refugiados” a los que arribaban a los Estados Unidos, a pesar de hacerlo ilegalmente en total violación de las leyes y sin cumplir con el riguroso proceso de visas que tiene ese país.
Han pasado 55 años y la política yanqui se mantiene inamovible, pues los fundamentos en la cual se basó continúan, con el propósito de hacerle creer al mundo que los cubanos y cubanas abandonan su patria porque “huyen” del comunismo, por su ineficiencia en satisfacer sus necesidades. Sigue leyendo