Terroristas de pura cepa


Arthur González

coubreEl gobierno de Estados Unidos con todo su poder financiero, militar y mediático, se ha puesto la toga de juez universal para sancionar a los países que tienen un sistema diferente, o aun siendo capitalistas sus líderes no son de su agrado.

La historia está cargada de ejemplos en los cinco continentes, pero América Latina por ser considerada su traspatio natural guarda un número importante de hechos, que van desde invasiones militares, golpes de estado, hasta el asesinato de aquellos gobernantes que mantuvieron una actitud soberana en contra de los dictados de Washington.Sin duda alguna, Cuba es la que más agresiones recibe desde que el 1ro de enero de 1959 logró romper las cadenas impuestas por los norteamericanos en 1898, cuando por primera vez invadieron militarmente a la isla.

A partir del triunfo de la Revolución, los actos terroristas ejecutados por la CIA, han sido empleados contra la población cubana como método para sembrar el pánico, la desesperación y el rechazo popular al sistema, algo que nunca lograron.

Cientos de documentos desclasificados por la CIA, el FBI y el Departamento de Estado, lo confirman sin el más mínimo escrúpulo.

Sin embargo, a pesar de haber transcurrido 54 años del primer acto terrorista contra la naciente Revolución cubana, como fue la voladura del buque francés La Coubre, el 4 de marzo de 1960, los archivos que cuidan celosamente los detalles de ese monstruoso plan, aún siguen cerrados, e incluso los de Francia deben esperar por no menos de 50 años más para ser abiertos.

El buque francés transportaba granadas y municiones compradas por la República de Cuba en Bélgica, para defenderse de la invasión mercenaria que organizaba el Gobierno estadounidense en bases militares creadas en la Florida, Guatemala y Nicaragua, la que finalmente llevaron a cabo el 17 de abril de 1961 por Bahía de Cochinos.

El mencionado buque arribó al puerto de La Habana el día 4 de marzo de 1960. En los entrepuentes superior e inferior de su bodega No. 6 de popa, se almacenaban mil 492 cajas con un peso de 75,38 toneladas que contenían un millón 500 mil 800 cartuchos para el fusil automático ligero belga (FAL), 25 mil granadas antitanques y antipersonales y 70 mil cartuchos propulsivos para esas granadas.

A las 3 y 10 minutos, cuando se habían descargado 30 cajas de granadas, se produjo en el interior de esa bodega una enorme explosión.

30 minutos más tarde, donde muchas personas socorrían a las víctimas, sobrevino una segunda explosión que causó el mayor número de muertos y heridos.

Bomba Hiroshima y NagasakiEl hongo formado por el humo, trozos de hierro, madera y pedazos de seres humanos, trajo a la memoria las imágenes de las bombas lanzadas por Estados Unidos contra la población civil japonesa de Hiroshima y Nagasaki, a los que atónitos observaban la catástrofe.

La destrucción causada por la onda expansiva abarcó varios kilómetros a la redonda. No quedó un cristal intacto en la estación central de ferrocarril a solo unos metros de distancia del muelle ni en los centros comerciales cercanos, los que también hirieron a decenas de viajeros que bajaban o esperan la salida de sus trenes y algunos transeúntes que hacían sus compras a esa hora.

En este primer hecho de terrorismo contra Cuba fallecieron 101 civiles inocentes, 400 resultaron heridos y más de 5 mil familiares quedaron afectados directamente por la tragedia.

La mayoría de los muertos eran cubanos, incluidos ocho trabajadores nacidos en España, residentes permanentes en Cuba y seis tripulantes franceses. Los cuerpos quedaron destrozados por la explosión y su identificación resultó una hazaña profesional para la medicina forense cubana.

Coubre 2Cerca de 400 personas sufrieron heridas, quemaduras y otras lesiones que los incapacitaron por el resto de sus vidas. Decenas de mujeres quedaron viudas, 82 niños perdieron a su padre y 2 criaturas se convirtieron en víctimas del terrorismo antes de nacer.

Hechos similares se produjeron durante más de medio siglo, en un intento por destruir a la Revolución socialista cubana, sus autores aún viven plácidamente en territorio de Estados Unidos protegidos por las autoridades.

Ante estos hechos criminales, ¿cómo es posible que Estados Unidos no figure en ninguna lista ni esté sancionado por las Naciones Unidas?

Esta es la verdadera historia de los que llevan en sus genes el terrorismo.

Una vez más vienen a la memoria las sabias palabras de José Martí, cuando en 1886 afirmó:

De ese pueblo del Norte hay mucho que temer, y mucho que parece virtud no lo es…”

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