Hablarán Cuba y la Unión Europea

Arthur González

Los días 8 y 9 de enero de 2015 funcionarios cubanos y representantes de la Unión Europea volverán a reunirse por tercera vez en La Habana.Esto sería un paso previo para eliminar las sanciones impuestas en 1996 a Cuba por presiones de Estados Unidos, propuesta que hizo el presidente español José María Aznar, acción por la que posteriormente fue condecorado en Miami.

La llamada “Posición Común” y sus sanciones, no lograron destruir a la Revolución cubana ni tampoco lo ha hecho en 56 años el Bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.

Con el paso de los años, los más perjudicados resultaron ser los inversionistas, comerciantes europeos y los estadounidenses que no han podido obtener ganancias por el comercio con Cuba.

En momentos de una sostenida crisis económica en Europa, el mercado de la Isla con más de 11 millones de consumidores no es nada despreciable para pequeñas, medianas y hasta grandes industrias, que hoy ven disminuidas sus producciones, e incluso muchas en plena quiebra, al sumarse al bloqueo norteamericano impuesto contra Rusia.

Según declaró Herman Portocarero, embajador del bloque comunitario en La Habana, “se discutirán temas sensibles como derechos humanos y sociedad civil, esperándose la firma de un Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación, donde figuran derechos humanos y sociedad civil”.

De lograrse el acuerdo, progresivamente se extinguirá la “Posición Común”.

Para que se tenga una idea de la burda manipulación política que se hace con este tema contra Cuba, por interés de la Casa Blanca, basta decir que la República de Cuba es el único país de América Latina que carece de un acuerdo de diálogo político con la UE, a pesar de los horrores que en materia de derechos humanos cometieron muchos de los gobiernos latinoamericanos, desde 1996 hasta la fecha.

Entre los casos más connotados está el golpe de Estado que bajo las órdenes de Estados Unidos, se realizó en Honduras contra el presidente Manuel Zelaya, a quien trasladaron en pijama hacia México, algo insólito en materia de derechos civiles y humanos. Sin embargo la muy “ilustre” Unión Europea no sancionó a Estados Unidos ni a Honduras.

Otro de estos hechos al mejor estilo del Oeste estadounidense fue el golpe de Estado que, bajo el abrigo de la embajada de Estados Unidos y con la plena complicidad del gobierno español, ejecutaron en Venezuela contra el presidente Hugo Chávez, siendo secuestrado y trasladado a una base militar fuera de la capital. Tampoco hubo sanciones para sus responsables.

Guatemala, Salvador, Honduras, Colombia y México tienen registros insuperables de asesinatos a personas inocentes, periodistas, abogados defensores de los desposeídos, fotógrafos, maestros y líderes progresistas, pero tampoco tienen sanciones; es como si esos hechos no fueran suficientes para reclamar justicia y acusaciones de violar los derechos fundamentales de hombres y mujeres.

Sin embargo en Cuba, país que sufre el bloqueo criminal más largo de la historia de la humanidad, por el solo delito de enfrentarse al imperio más poderosos y despiadado del mundo, víctima de invasiones mercenarias, miles de actos terroristas ejecutados bajo el amparo de Programas de Acción Encubierta de la CIA, está sancionada con el objetivo de hacerla claudicar por haber juzgado y sancionado en defensa de su soberanía, a 75 asalariados del gobierno norteamericano.

Cuba enfrenta provocaciones ejecutadas por un grupúsculo de personas reclutadas, entrenadas, abastecidas y financiadas por la Misión diplomática norteamericana en La Habana y Miami, sostenida por más de 20 millones de dólares anuales que aprueba el presidente Barack Obama, para acciones de subversión política contra la Revolución, lo cual es una muestra de la injerencia en sus asuntos internos.

La UE llegará a La Habana en su mejor momento y podrá enseñarles a los cubanos, como se actúa contra las protestas pacíficas de miles de manifestantes a base de porrazos, gases lacrimógenos y detenciones arbitrarias.

Los ejemplos de Grecia, España y Bélgica serán clases magistrales, ya que la policía y el ejército cubano no han realizado algo similar en los 56 años de poder revolucionario.

Los asesinatos en masa de 43 estudiantes mexicanos, quemados y lanzados en un basurero, es otro de los ejemplos que pudiera mostrar la Unión Europea y como se actúa ante esas violaciones de los derechos humanos.

Los contrarrevolucionarios que son sancionados en Cuba, ninguno es torturado o desaparecido, pero solo basta que la Revolución decida ponerle fin a los actos provocativos pagados por Estados Unidos, para que los europeos griten y la acusen de violadora de los derechos humanos.

La historia se ha encargado de demostrar donde está la razón y 18 años después la UE no tiene más alternativa que reconocer que no pudieron destruir a la Revolución.