Arthur González
Hace solo unas semanas se publicó el testimonio de un ex analista de inteligencia y oficial de alta graduación militar de Estados Unidos, donde se expone la creación en laboratorios norteamericanos del virus de inmunodeficiencia adquirida, conocido mundialmente como VIH/SIDA.Desde que se detectaron los primeros casos en Occidente, mucho se ha versionado respecto a la implicación de la CIA en ese asunto; al final no resulta sorprendente pues se conoce de su participación en proyectos similares de manipulación celular con virus y otros agentes biológicos, incluso para asesinar a presidentes y jefes de Estado.
En el 2010 la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton, se disculpó públicamente ante el pueblo guatemalteco, por la divulgación de informaciones sobre inescrupulosos y criminales experimentos llevados a cabo por médicos estadounidenses en Guatemala, entre 1946 y 1948.
Esos experimentos consistieron en infectar secretamente a guatemaltecos con la sífilis y otras enfermedades venéreas como la gonorrea, para comprobar la efectividad de nuevos antibióticos, sin el conocimiento y consentimiento de los afectados.
Esa acción daba continuidad al llamado secretamente “Experimento Tuskegee”, el cual estuvo en práctica durante 40 años (entre 1932 y 1972) en el estado de Alabama, sobre 400 ciudadanos norteamericanos de raza negra, a quienes le inocularon la sífilis con el supuesto objetivo de “observar” la progresión de esa enfermedad sin tratamiento médico alguno, lo que significaba exterminarlos paulatinamente.
Los escogidos como “conejillos” fueron personas pobres, analfabetas y sin conocimiento de ninguna enfermedad, por lo que resultó muy fácil engañarlos diciéndoles que tenían “mala sangre”, ofrecerles tratamiento médico gratuito, incluido el transporte hasta la clínica, comidas y seguro para su sepelio, en caso de fallecer durante el estudio.
No fue hasta 1997 que el presidente de Estados Unidos William Clinton, confirmó y reveló el macabro experimento contra los negros norteamericanos, pidiéndole disculpas a ocho sobrevivientes.
Milton William Cooper, Oficial de la Inteligencia Naval estadounidense, expuso en su testimonio que “la creación del VIH/SIDA, cuyo criptónimo militar es MK-NAOMI, fue inoculado en 1977 por primera vez en el continente africano, enmascarado en una supuesta vacuna contra la viruela en 1977, por el fabricante de la empresa MERCK”.
Según Cooper, la idea inicial de desarrollar un microbio indetectable, casi invisible que atacara el sistema auto inmunológico, fue el resultado de la reunión del Club de Roma, donde se discutió qué hacer para disminuir la población del planeta, proyecto “sugerido” por su director el Dr. Aurelio Peccei.
El financiamiento inicial de más de $10 millones lo asignó el Congreso de Estados Unidos al Departamento de Defensa, bajo el nombre código “HB 15090”, para producir el agente biológico, el que debía ser sintético, que no existiera de forma natural y para el cual ninguna inmunidad pudiera ser adquirida.
El microbio desarrollado podría ser utilizado contra la población en general, lográndose introducir en vacunas administradas en “complicidad” con la Organización Mundial de la Salud y organismos de salud continentales, en África, Sudamérica y Asia.
La necesidad para la creación y el despliegue de un virus letal como el VIH/SIDA, está completamente descrita en las decisiones de política de control de población de Estados Unidos e incluida en un estudio denominado “Memorándum de Estudio 200 de Seguridad Nacional” de 1974, escrito y presentado por Henry Kissinger en la mega-conferencia sobre control de la población, celebrada en Bucarest, Rumania.
El proyecto secreto “MK-NAOMI” se llevó a cabo en el Laboratorio P4 dentro de la base militar de Fort Detrick, Maryland, por la División de Operaciones Especiales, bajo la supervisión de la CIA y el MI-6 de Inglaterra.
Fort Detrick es el centro de programa de armas biológicas de Estados Unidos desde 1943 hasta el presente, y se asegura que heredó la base de datos de armas biológicas de la Alemania nazi, a la vez que creó una oficina en el Instituto de Enfermedades Infecciosas del Ejército (USAMRIID).
Datos confidenciales aseguran que en el desarrollo del VIH/SIDA se utilizó biotecnología avanzada, fundamentada en la ciencia de la biotecnología alemana de investigación de virus etno-específicos, desarrollados por la Alemania Nazi en 1940.
Ese estudio continuó en 1960 dentro de los programas militares norteamericanos, bajo un Programa Federal biológico (ultra secreto) del Departamento de Defensa, nombrado “Virus Especial”, en la iniciativa “Diagrama Lógico de Investigación de un Virus Especial” de 1970, para el desarrollo de virus selectivos, resistentes y de carácter mutacional, dentro del Programa Especial de Cáncer con virus del Instituto Nacional del Cáncer, programa secreto del DOD y el Pentágono sobre la investigación del cáncer (1962-1978).
Inicialmente en ese laboratorio se intentó diseñar una especie de cáncer contagioso, que pudiera eliminar y matar selectivamente al enemigo. La eliminación selectiva sería en base a marcadores étnicos genéticos de quien los recibiera.
Actualmente existe una demanda contra el Gobierno estadounidense y un recurso interpuesto en la Corte Suprema, caso Nº 00 a 9587, por terrorismo biológico y asesinato en masa.
En 1975 la comisión presidencial Rockefeller, sacó a la luz un programa secreto de la CIA, diseñado para buscar métodos de control de la mente de las personas, a fin de mejorar sus capacidades de extraer información de los individuos resistentes a los interrogatorios, bajo el nombre de proyecto “MK ULTRA”.
Se versiona que el objetivo verdadero de ese programa era desarrollar eficaces métodos de tortura para sacar información. Los autores del programa usaban en sus estudios señales eléctricas, drogas y psicotrópicos, así como mensajes subliminales.
Los que ahora se “preocupan” por lo cubanos de raza negra e incluso desarrollan programas como el de la “iniciativa para el fomento de igualdad y defensa de las redes sociales de afrocubanos”, son los mismos que desprecian a los sus propios ciudadanos de raza negra, infestándolos con enfermedades mortales.
En años recientes varios jefes de estado con posiciones enfrentadas a Estados Unidos, han enfermado o muerto de Cáncer, algo que bien pudiera estar bajo el control de los programas ultra secretos norteamericanos.
El propio Copper murió asesinado el 5 de noviembre de 2001 y la hipótesis que se maneja es que detrás de su muerte están la CIA y la NSA, al revelar informaciones secretas de la Inteligencia militar de su país.
Esta es la verdad de los que se declaran “campeones” de los derechos humanos y confeccionan listas para sancionar a otros, cuando en la realidad son los verdaderos padres del bioterrorismo de estado.