Creatividad obligada

Arthur González

Mucho se ha escrito sobre la creatividad del cubano y su impronta para salir adelante ante las dificultades. Sobre esto el sitio anticubano “Diario de Cuba”, financiado para tergiversar la realidad de la isla, también habló recientemente.En su artículo intenta culpar una vez más al gobierno revolucionario, liderado por Fidel Castro, de ser el máximo responsable de tanta escasez acumulada, burlándose de cómo la inventiva nacional ha logrado sustituir productos y bienes materiales por elementos inservibles u obsoletos.

Ese panorama de la innovación de los cubanos es real, pero lo que omite Diario de Cuba es la criminal Guerra Económica impuesta por el gobierno de Estados Unidos contra el pueblo cubano desde 1962, con la intención de rendirlo por hambre y enfermedades, soñando con ver las calles desbordadas de gente reclamándole al gobierno revolucionario.

Sobre el tema solo alude “a la escasez de todo tipo que afecta desde principios de los años 60, cuando el gobierno de Estados Unidos aplicó las leyes que prohíben el comercio con Cuba”; alusión que puede considerarse como un pálido reflejo de una cruda realidad que afecta a todos los ciudadanos.

Las cubanas y cubanos han hecho de tripas corazón para poder subsistir ante tantas limitaciones. Basta recordar que todos los bienes materiales en la Isla provenían del vecino del norte, incluido muchos productos alimenticios.

El transporte público y privado, el ferrocarril, las aeronaves, el petróleo, la telefonía, las plantas eléctricas, todas las fábricas, colchones, sábanas, ropas, zapatos, todos los equipos electrodomésticos, lámparas, pinturas, cerámica para baños y cocinas, incluidos los muebles sanitarios, herrajes, enseres escolares, imprentas, papel, en fin todo o casi todo era made in USA, aún hoy muchos le dicen Yale a la cerraduras, por la marca yanqui y Frigidaire los refrigeradores.

Al aplicar la guerra económica y las presiones a terceros países para que se negaran a comerciar con Cuba, tal y como recoge el Plan Mangosta, el gobierno estadounidense pretendía lograr el desencanto y el desaliento del pueblo para que este se lanzara a las calles en rechazo del gobierno revolucionario.

De ese modo se fueron agotando las reservas y llegó el colapso económico.

Si la Revolución no se fue a pique, es precisamente por los innovadores cubanos que con ingenio y laboriosidad pusieron a funcionar fábricas completas como la de sinter de níquel en Moa y muchas otras más.

Esa es la razón de la actual obsolescencia tecnológica de Cuba que limita su desarrollo y también la causa que se mantenga el criminal bloqueo económico, a pesar del rechazo internacional demostrado cada año durante la votación del informe cubano en la Asamblea General de la ONU.

Por eso los cubanos cultivaron la creatividad y su resistencia, todo eso sin perder la alegría y el entusiasmo, de ahí que muchos afirmen que “los cubanos se le escaparon al diablo por debajo de la mesa”.