Arthur Gónzalez
Al constatar el pasado 28 de enero del 2013, la entrega de la presidencia pro témpore a Cuba por el presidente chileno, en la sesión final de la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), presenciamos un acto de justicia y de reparación de las patrañas organizadas y ejecutadas por el gobierno norteamericano y la CIA, en la reunión de la Organización de Estados Americano (OEA) celebrada el 22 de enero de 1961, donde se expulsó a la República de Cuba de dicha organización regional, precio pagado por el solo hecho de no aceptar más los dictados de Washington. Sigue leyendo