Sanciones contra Irán.


Arthur González.

El pasado 19 de octubre los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países de la Unión Europea (UE), dieron su total respaldo al nuevo conjunto de sanciones aprobadas por Bruselas contra la República islámica de Irán, por su programa nuclear, al considerar que Teherán viola “flagrantemente” sus  obligaciones internacionales.

Las sanciones impuestas son prueba del servilismo europeo a los norteamericanos, pues precisamente las orientaciones sobre esta acción provienen de la Casa Blanca y de los intereses del gobierno israelita.

Lo ahora aprobado es similar a la Guerra Económica impuesta por EE.UU. contra Cuba en enero de 1962, como parte de las medidas propuestas por la CIA al presidente norteamericano John F. Kennedy, en el plan de subversión más amplio contra un gobierno extranjero hasta esa fecha, conocido como Plan Mangosta.

Al releer ese documento desclasificado, se comprenden los propósitos de los norteamericanos con la llamada Guerra Económica y queda al descubierto que se busca provocar una sublevación interna del pueblo contra el gobierno, al faltarle, con el tiempo, los medios y productos necesarios para satisfacer sus necesidades.

Los cubanos tienen una amplia experiencia sobre esto y han demostrado como tales acciones unen más al pueblo con sus líderes y acrecientan el odio a los yanquis. Eso es lo que están haciendo con el pueblo iraní que defiende el derecho soberano a tener su propio desarrollo científico para beneficios de la nación.

Sin embargo los aliados incondicionales del Imperialismo yanqui, los israelitas, tienen un amplio programa nuclear, el cual fue descubierto por la CIA en 1960, fotografiado por los entonces poderosos aviones espías U-2, uno de los cuales fue derribado en Cuba a inicios de la llamada Crisis de Octubre o de los Misiles en 1962.

Es ampliamente conocido en el mundo que Israel tiene un centro de investigaciones nucleares en el desierto de Néguev, conocido como DIMONA, ubicado a 64 kilómetros al noreste de Beersheba, y otro de menor tamaño en la instalación de investigaciones nucleares en Nahal Sorek, dentro de la base de las fuerzas aéreas al sur de Tel-Aviv.

Sin embargo, a pesar de las acciones agresivas de los israelitas contra Irak y Siria, en las que las fuerzas aéreas bombardearon las plantas termonucleares que ambos países construían, nadie les impuso sanciones, ni siquiera una simple condena por la Unión Europea o sus padrinos norteamericanos.

Lo que hacen hoy con Irán es porque al igual que Cuba, se reveló contra los poderosos, no acató servilmente lo que el amo del mundo dictó y por tener una política exterior soberana, en un mundo sometido a los caprichos yanquis.

Por eso, estamos presenciando una nueva respuesta del gobierno norteamericano ante la independencia desafiante del pueblo iraní. O hacen lo que dicta la Casa Blanca por peticiones de Israel, o Irán pagará un alto precio por su negativa a ser un siervo de los imperialistas.

La soberbia yanqui les impide ver las consecuencias: el odio a los norteamericanos se incrementa en el pueblo iraní y del resto del mundo.El rechazo es total.

No hay un lugar del mundo donde se acepte la presencia de un representante de los Estados Unidos, son abucheados y mal recibidos.

Lo que hacen hoy contra Irán hará que no puedan lograr sus propósitos, pues como una estaca clavada en la tierra, mientras más golpes reciban, más se entierra y por tanto es más difícil extraerla.
Vivir para ver.

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