Tras la visita del Santo Padre Benedicto XVI a Cuba, los cubanos y cubanas hemos podido corroborar algo que sabemos desde hace más de un siglo, que los yanquis quieren apoderarse de nuestra Isla a toda costa.
Desde el triunfo de la Revolución popular en 1959, que derrocó al tirano Fulgencio Batista sin ayuda exterior, los norteamericanos han hecho lo humano y lo divino por derrocar a Fidel Castro, llegando a planificar más de 600 planes para asesinarlo con tal de lograr sus propósitos. Nos han invadido, bombardeado nuestros campos y ciudades, asesinado diplomáticos, pescadores, soldados de guarda fronteras, volado aviones civiles, quemado cines, teatros, tiendas, introducido plagas y enfermedades, sin poder alcanzar sus deseos.
Crearon bandas de terroristas y organizaciones mercenarias, ahora denominadas “disidentes”, organizadas, entrenadas y financiadas con millonarios presupuestos del gobierno norteamericano, y aun así no han logrado sus propósitos.
Esto debe llevarlos a reflexionar de por qué con tantos planes y dinero, la Revolución se mantiene y llena plazas y calles en su apoyo. Ahora para la visita del Papa Benedicto XVI volvieron a la carga con viejos planes de hacerle creer al mundo que en Cuba existe un movimiento “opositor” que es “reprimido” por el régimen.
Propaganda cansona, gastada y caduca que nadie que sepa leer y escribir se puede creer. En Cuba somos casi 12 millones de personas y la cuenta de la llamada “disidencia” no se eleva más allá de las cien personas con cierto activismo real, siempre y cuando que llegue a tiempo el salario desde Miami. ¿Entonces de que estamos hablando? ¿No cuenta para el Imperio el criterio inmensamente mayoritario de todo un pueblo?
Por esa razón el vocero adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner declaró el 29.03.2012 que el gobierno de EE.UU no tiene intención de cambiar su política de bloqueo a Cuba, pese a las críticas del Papa Benedicto XVI a las críticas que hizo en sus homilías sobre las sanciones económicas a la Isla. «Hemos sido bastante claros acerca de por qué mantenemos el embargo«, aseguró Toner.
Por supuesto, los cubanos y cubanas entendemos perfectamente y está definido desde hace 52 años en los documentos desclasificados de los norteamericanos. El motivo es que mientras en Cuba no exista un gobierno aceptable para Estados Unidos, seguirán las agresiones, la Guerra Económica y el fomento de grupos contrarrevolucionarios, sustentados con el dinero del gobierno yanqui y respaldado por las campañas mediáticas. Aceptable es ser lacayos y dejarles hacer y desde hacer como lo hicieron durante muchos años y que la Revolución les cortó definitivamente. Eso no lo perdonan.
Lo que el Mundo y el Santo Padre soliciten y exijan no les importa. Ellos se consideran los dueños del mundo por encima de Dios y de todos los mortales.
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