Embargo o Guerra Económica.


Arthur González.

Cuando Cuba acusa a los EE.UU. de imponerle un bloqueo económico, comercial y financiero desde hace 50 años no hace más que reclamar un justo derecho, el de comerciar sus productos con cualquier país soberano del mundo. Pero los Estados Unidos en una defensa que no soporta un minuto de discusión, afirma que es un embargo bilateral.

Hoy al leer la noticia publicada el diario español “El País”, donde se señala que “EE.UU. pide explicaciones a César Alierta por el interés de Telefónica en Cuba”, reconociendo que Washington sigue acosando a las firmas españolas con relaciones con la isla, se puede comprobar la verdad de Cuba. Sigue leyendo

Embajador norteamericano en las nubes de Valencia.


Arthur González.

El embajador estadounidense en España, Alan D. Solomont, al parecer está sentado en una nube, desde no ve hacia su país ni hacia el propio Madrid.
! Que lastima ¡

Si tuviera sus cinco sentidos puestos para sus alrededores y cumpliera correctamente con sus funciones, tal y como establece la Convección de Viena sobre relaciones diplomáticas del 18 de abril de 1961, en su artículo 3-1d, pudiera enterarse por todos los medios lícitos, de las condiciones y evolución de los acontecimientos en el Estado donde está acreditado, e informar a su gobierno correctamente. Sigue leyendo

La palabra del Imperio, ¿cierta o falsa?.


Arthur González.

El pasado 19.03.2012 a solo unas pocas horas de que la policía neoyorkina desalojó a palos, patadas y maltratos a cientos de pacíficas personas que solo pedían mejores condiciones de vida, se pone de manifiesto la falsa moral de su gobierno, al expresar críticas a Cuba por la retención de una treintena de mujeres que al servicio de los norteamericanos y siguiendo sus orientaciones, alteraron el orden en una calle de la Habana.

La policía de New York, detuvo a casi un centenar de personas, las esposó, les dio patadas y punta pies, según consta en las fotos tomas en el lugar, y resulta que tienen la poca vergüenza de atacar Cuba por impedir  la  provocación que quisieron orquestar varias asalariadas de ellos mismo, orientadas y preparadas dentro de su misión diplomática en la Habana. ¡Vaya descaro! Sigue leyendo